“Nan-in, maestro japonés que vivió en la era Meijí (1868-1912), recibió a un profesor universitario que había acudido a informarse sobre el Zen. Nan-in sirvió té. Llenó la taza de su visitante y siguió vertiendo. El profesor se quedó mirando el líquido derramarse, hasta que no pudo contenerse:

–Está colmada. ¡Ya no cabe más!

–Como esta taza –dijo Nan-in– está usted lleno de sus propias opiniones y especulaciones. ¿Cómo puedo mostrarle el Zen a menos que vacíe su taza antes?”

—Paul Reps y Nyogen Senzaki, “Zen Flesh, Zen Bones

¿Quieres que tus presentaciones descollen sobre todas las demás? Entonces no hagas lo que hacen todos los demás. Desaprende todo lo que sabes sobre presentaciones. Olvídate de todo lo que has visto hasta ahora. ¡Vacía tu taza!

La creatividad según el Zen

En las enseñanzas Zen, que tan magistralmente ha adaptado Garr Reynolds a las presentaciones en su libro “Presentación Zen”, a menudo se habla de la mente del principiante o la mente del niño. Si te aproximas a cualquier desafío o reto con la mente del principiante, liberado de la carga de los puntos de vista establecidos, los hábitos y la sabiduría convencional, entonces existen muchas posibilidades de actuación. El principiante no está obsesionado por la manera tradicional de hacer las cosas. En cambio está abierto y receptivo y se encuentra más inclinado a decirse “¿por qué no?” o “¡hagámoslo!” en lugar de “nunca se ha hecho así” o “eso no es lo habitual”.

Si te aproximas con la mente del principiante, entonces no tienes miedo a equivocarte. Mientras que si no estás dispuesto a cometer errores, entonces no hay lugar para la creatividad. Si siempre temes el error y evitas el riesgo, siempre te acomodarás en las soluciones seguras: las recetas ya aplicadas que siempre funcionaron en el pasado. El primer paso para dejar fluir la creatividad es liberarse del pasado, de todo lo aprendido, de lo convencional, de las opiniones establecidas.

Vacía tu mente de viejos clichés y atrévete a ser diferente.

Si siempre aciertas es porque te has equivocado en algo

¿Quieres descollar? ¿Quieres que hablen de ti, de tu producto, de tu empresa? ¿Quieres ser recordado? Si al crear y exponer tus presentaciones dejas que las ruedas de tu carro avancen por los viejos surcos, llegarás a los mismos aburridos destinos de siempre. Salirse de los viejos surcos es arriesgado, porque puedes llegar a destinos insospechados. Pero sólo esos nuevos destinos serán dignos de ser recordados, comentados y admirados.

No temas tus fracasos, porque ellos te enseñarán más que el éxito. Explora, experimenta, innova. A la larga, es más seguro ser arriesgado.

Si te conformas con la mediocridad, haz lo que todos

Cuenta Seth Godin en su libro “Purple Cow” cómo ver vacas cuando se conduce por una carretera pintoresca puede resultar interesante al principio, pero rápidamente se vuelve aburrido. Una vaca es igual a otra vaca. Claro que, una vaca púrpura: ¡qué interesante!

Las presentaciones son cada día menos y menos eficaces. Una presentación es igual a otra. La gente está harta de ver las mismas presentaciones de siempre: powerpoint y más powerpoint. ¡Basta ya! Necesitas una vaca púrpura en cada una de tus presentaciones. Deja de presentar como siempre y empieza a innovar en todas tus presentaciones.

Tal vez no se acuerden de tu producto o de tu idea, pero se acordarán de ti y de tu empresa.

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¿De qué manera innovas en tus presentaciones? ¿Cómo haces para introducir la vaca púrpura?