Ayer impartí un taller sobre Backchannel en el Centro de Innovación del BBVA de Madrid organizado por Knowsquare. Mi objetivo con este taller era poner de manifiesto la potencia del grupo. No buscaba proporcionar una presentación acabada que encapsulase las grandes verdades del backchannel, sino crear una dinámica participativa en la que los asistentes locales y remotos pudieran co-crear la presentación. En lugar de ofrecer un pastel, pretendía proporcionar los ingredientes y hornear y comernos el pastel entre todos.
En las transparencias de la presentación veréis que abundan las pausas: espacios en blanco para que la audiencia rellene con su experiencia y sabiduría. Por supuesto, te animo a que sigas rellenando esos huecos. El taller de ayer fue una obra colectiva, no el resultado del esfuerzo de una sola persona.
Después de todo, ¿para qué asistimos a presentaciones? Personalmente, yo lo hago para exponerme a nueva información, para inspirarme, para aplicar a mi vida lo que he aprendido y cambiarla a mejor. A fin de cuentas, el éxito de una presentación se mide por el cambio que produce en los asistentes.
Las audiencias han muerto. ¡Larga vida al transceptor!
Como apuntaba Stephan Fuetterer en su blog: las audiencias han muerto, ha nacido el transceptor. Las audiencias están cambiando de formas profundas:
- Las audiencias ya no acuden a las presentaciones como única fuente de información: Ahora cuentan con la Wikipedia, con blogs, Youtube, Twitter, etc. Buscan algo más que pura información, a la que ya tienen acceso ilimitado por su cuenta.
- Las expectativas de las audiencias en las charlas han aumentado drásticamente: Demandan información que no puede encontrarse en otra parte, desean experiencias humanas y auténticas, no impersonales ni corporativas. Buscan nuevas ideas, nuevas interpretaciones, inspiración. Quieren algo que no sepan ya o que no hayan visto todavía.
- Las audiencias quieren mayor participación: El modelo unidireccional de presentación en el que un ponente habla desde un estrado como un rey a sus súbditos pasmados ha quedado caduco. La audiencia no es un receptor pasivo de la sabiduría del ponente. Quiere formar parte de la experiencia, co-crearla, involucrarse activamente.
- Las audiencias se marchan si no encuentran lo que desean: Si no interesa lo que dice el ponente, la audiencia se va de la sala o se enfrasca en sus dispositivos móviles. No tolera malgastar su tiempo. Las nuevas audiencias se hacen respetar.
Los cambios en las audiencias generan transformación en las presentaciones
El rol de presentador deja de ser el de única fuente autorizada de emisión de información. El presentador pasa a convertirse en un facilitador, un guía para ayudar a la audiencia a encontrar su propio camino. Durante años hemos mirado al presentador como un semidiós omnisciente de cuya sabiduría bebíamos embelesados. ¿Tiene una sola persona todas las respuestas? Según un asistente:
jmbolivar: Creo que el rol del presentador está sobrevalorado… #knowsquare @ArtePresentar
Ya es hora de admitir en voz alta con humildad que un presentador puede poseer un profundo conocimiento sobre un tema, pero no puede pretender saber más que nadie en la sala sobre todos y cada uno de los aspectos tratados. Señores, bajemos de nuestro pedestal y pongámonos al nivel de la audiencia.
El backchannel brinda un canal de comunicación para explotar este valioso conocimiento disperso entre los miembros de la audiencia, siempre y cuando el presentador lo fomente y espolee.
La sabiduría del grupo
Ayer pudimos disfrutar de varios ejemplos en los que mis datos se vieron complementados por la audiencia, como recoge el siguiente tweet:
eborrajeros: #knowsquare prueba de inteligencia colectiva. La conversación añade hasta 4 buenos ejemplos a los dados x el ponente @ArtePresentar
Ante ésta y otras muestras de aportaciones de la audiencia para expandir y enriquecer la información proporcionada por el ponente, algunas voces comenzaron a hablar de inteligencia colectiva:
jmbolivar: El talento colectivo de la audiencia es superior al del ponente. El backchannel permite aprovecharlo #knowsquare
James Surowiecki advierte en su libro de lectura obligada The wisdom of crowds (traducido en español como Cien mejor que uno: La sabiduría de la multitud o por qué la mayoría siempre es más inteligente que la minoría) acerca de la necesidad de la concurrencia de una serie de condiciones para que de verdad pueda ponerse de manifiesto esta superior inteligencia de un grupo:
- Diversidad de opinión: Un grupo tomará mejores decisiones cuanto más variada sea su composición. La multidisciplinariedad conduce a mejores soluciones.
- Independencia: Las opiniones de los individuos del grupo no deberían estar mediadas por las opiniones de los que los rodean ni influidas por ellos mismos con el fin de asegurar que los errores no estén correlados y aumentar el flujo de información nueva.
- Descentralización: Los individuos del grupo deberían poder especializarse para aumentar la diversidad de opiniones y variedad de información y recurrir al conocimiento local.
- Agregación: El riesgo de la descentralización es que la información generada localmente puede no llegar al resto del grupo. Es crucial desarrollar mecanismos de agregación de la información para convertir los juicios privados en decisiones colectivas.
Ídolos con pies de barro
Algunos ponentes son reacios a la creación de estos canales de comunicación paralelamente a su ponencia. Temen que la inteligencia colectiva de la audiencia armada con Google sea muy superior a la suya propia y pueda poner sobre la mesa datos más actualizados o señalar errores en los suyos.
BeatrizSiguenza: El Backchannel puede hacer peligrar la reputación del ponente. #knowsquare
Bajo mi punto de vista es bueno que el backchannel sirva para sacar los colores a ponentes que no dominan su material o que llevan años mostrando los mismos datos y ejemplos cansinos. Lo formulaba con acierto un asistente remoto:
agustilopez: El backchannel no pone en aprietos al ponente, le pone su mala preparación #knowsquare
El backchannel ayuda por tanto a depurar el panorama de las presentaciones de malos ponentes. Las audiencias están cansadas de tragar en silencio mientras escuchan a los mismos presentadores de siempre contar las mismas cosas de siempre. Cuando la audiencia es colectivamente más inteligente que el presentador, o el presentador actúa invocando esa inteligencia o se enfrenta a un serio problema. Siempre he creído que el protagonista de una presentación es la audiencia, no el ponente. El backchannel recentra el foco de atención en la audiencia y no en el ponente.
¿Cumple el bakchannel los cuatro criterios de Surowiecki?
Resulta obvio que estos cuatro criterios clave no siempre se concitan en los grupos y mucho menos en dospuntocerolandia, donde tendemos a formar estrechas comunidades que se miran el ombligo. Después de todo, sigues a los que son afines a ti y te siguen aquellos a quienes les gusta lo que dices. ¿Puede el backchannel ser germen de inteligencia colectiva?
A menudo durante las ponencias sólo se escuchan comentarios positivos que se realimentan. ¿Qué ocurre? ¿Se guarda la gente los comentarios negativos por miedo a quedar mal cuando hay una avalancha de buenas críticas? Un asistente ponía el dedo en la llaga:
lernys: Menos complacencia y más crítica
Considero que el criterio de Surowiecki más difícil de alcanzar es el de independencia. Pesan mucho las cascadas de información fruto de retuitear las mismas frases; el efecto rebaño que induce a actuar como la masa; y la prueba social, ya que si mucha gente hace algo, debe existir una buena razón, ¿no? Cuanto más grande es un grupo, más influenciable termina volviéndose. Señalaba una asistente:
softhardskills: Cuando twiteas las palabras del ponente según expone, se convierten en verdades absolutas que saltan el filtro de la reflexión #knowsquare
Cuando numerosas voces del grupo alaban al ponente, parecen apagarse las críticas. Por el contrario, cuando mayoritariamente se expresan emociones y sentimientos negativos, crece el número de voces descontentas. Lanzo la pregunta: ¿puede un backchannel ser realmente independiente?
La conversación en red
Bajo las circunstancias adecuadas, los grupos pueden tomar mejores decisiones que la persona más inteligente en ellos. Cuando los individuos de la multitud son apropiadamente diversos, independientes y descentralizados, sus decisiones agregadas resultan sorprendentemente acertadas.
El backchannel ayuda a agregar la información y opiniones descentralizadas de personas diversas y en buena parte independientes entre sí. Ayuda a descubrir nuevo conocimiento y crear relaciones que habrían pasado desapercibidas en los auditorios de antaño. No es un catalizador perfecto de la inteligencia colectiva, pero no conozco otra herramienta que se le aproxime.
Ayer vivimos un ejemplo de participación y co-creación del conocimiento gracias a una gran conversación en red en la que hicieron escuchar su voz asistentes en local que seguían in situ el taller y asistentes en remoto que lo seguían a través de videostreaming y del backchannel. Parte de esta conversación ha quedado registrada en un tweetdoc. El taller puso de manifiesto que es posible integrar el backchannel en una presentación para profundizar en un tema desde el conocimiento y la perspectiva de numerosas personas.
Todo cambio es difícil de asimilar, ya que implica riesgo o sacrificio. Aunque considero que no estamos maduros como presentadores ni como audiencias para incorporarlo plenamente, colectivamente estamos reformulando la mejor manera de incorporarlo a los eventos.
Desde que existe Twitter y se utiliza espontáneamente para crear backchannels, las presentaciones ya no serán nunca las mismas.
MATERIALES ADICIONALES
Audio de la charla, cortesía de @AntonioDomingo
Vídeo de la charla, cortesía de @Agoranews
Resultados de la encuesta realizada durante el taller, cortesía de @Pollowers
Entrevista de Radio sobre el Backchannel, cortesía de Confianza en la Red
Entradas relacionadas
Backchannel: Las redes sociales toman la sala de conferencias
Diálogo abierto
¿Cuál es tu opinión sobre el backchannel? ¿Ayuda a mejorar las presentaciones? ¿Añade ruido y confusión? ¿Suma o resta? ¡Cuéntanos tus experiencias con él!
Excelente post y reflexión. Me habría encantado acudir a este evento.
El pasado viernes estuve presente en unas jornadas que organizaba la catedra de cultura científica de la UPV/EHU sobre nuevas formas de comunicar la ciencia. Estuve tuiteando de forma más o menos continua y en ningún moemnto perdí el hilo de lo que decía el ponente e incluso pude establecer cortos, pero eficaces, dialogos con otras personas de la audiencia. De hecho, recuerdo mejor los mensajes fuerza que se fueron lanzando. Fue una experiencia muy enriquecedora y, por fin, he podido experimentar la potencia y el salto que supone el backchannel en las presentaciones. Es pasar de escuchar a un ponente a participar en una presentación. Y sí, una presentación puede ser (debe ser) una experiencia colectiva.
Muchas gracias por compartir tu experiencia con el backchannel. Estamos asistiendo a un cambio en las presentaciones. Efectivamente, tuitear, como tomar notas en una agenda, puede ayudar a que fijemos mejor los contenidos y sin duda alguna amplifica el mensaje del ponente, haciéndolo llegar mucho más lejos.
Solo agradecer los debates que nos ofreces en la red sobre el modo de realizar presentaciones. Para los que nos iniciamos en el 1.0 y creemos en el 2.0 conversaciones en red, el uso del backchannel permite la difusión y participación de estos eventos a otros niveles que no existían, es decir, no solo veo lo que publica el ponente sino las opiniones, comentarios y respuestas de toda la audiencia.
Coincido con todos en la complejidad de la labor de un moderador para este backchannel si es una persona o del «moderador electrónico» para conseguir filtrar la información, principalmente, «el efecto rebaño» (todos los comentarios que se realimentan a partir de lo que expone el ponente o los oyentes considerados más influyentes).
En cualquier caso, creo que se podrían iniciar modelos mixtos en el que se dejen espacio para el backchannel, por ejemplo, casi al final de la presentación, para incorporar asuntos al turno de preguntas y respuestas por parte del moderador, y así reducimos el posible efecto «distracción».
Ahora sí me he explayado. Enhorabuena por tu trabajo.
Las audiencias quieren mayor participación
Creo que es importante enfatizar que una cosa es que la organización proyecte el backchannel en la pantalla y otra muy distinta que la gente tuitee. Puedes elegir no proyectarlo, pero no puedes silenciarlo. De hecho, cualquier intento de control será contraproducente.
Mostrarlo en la gran pantalla al final, como dices, puede ayudar a aportar nuevas opiniones y abrir un espacio de preguntas accesible a cualquiera con cuenta en Twitter.
Estupendo post y presentación. Estoy totalmente de acuerdo con que es la hora de que el presentador deje de tener todo el protagonismo. Que esté subido en la tarima nunca ha significado que sea el mejor experto y, por fin, Twitter nos da la oportunidad de que la audiencia opine, comente y critique. De todas formas, en muchos congresos están utilizando el backchannel porque «deben hacerlo», pero no se aprovecha en absoluto. Como comentabais, el moderador debería ir recogiendo las preguntas que se lanzan e ir interactuando con la audiencia. Cuando se llegue a ese punto podremos hablar de un buen uso del backchannel, aunque, por supuesto, los objetivos los pone cada uno.
Como decía en el post, considero que aún no estamos maduros ni como organizadores ni como presentadores ni como audiencias para incorporarlo plenamente en los eventos. Lo iremos viendo poco a poco. He asistido a eventos con un magnífico uso del backchannel y a otros en los que, como dices, lo proyectan para «estar a la moda» y poco más. Como en todo, el tiempo pondrá en su sitio a los espíritus sinceros.
Meditando sobre el asunto considero que el backchannel es positivo siempre que se utilice como una herramienta más y no cómo principal. Si bién lo considero una interrupción constante, también lo veo como una guía excelente para poner al despistado en camino.
Como bien dice el artículo el éxito de una presentación se mide por el cambio que produce en los asistentes y son estos últimos, presenciales o no, los realmente importantes. Sin una audiencia o público la ponencia no tendría ningún sentido.
Teniendo en cuenta que el público está segmentado y cada uno puede acudir buscando una cosa diferente es dificil por no decir imposible (no hay nada imposible. Llegar con la misma intensidad a todas las personas.
Por lo tanto hay que darle al público diferentes canales tanto de expresión como de recepción de la información.
El presentador es el guía y tendría que estar avisado de si va a haber un backchannel o no para preparar su ponencia acorde a ello, sólo así podrá prepararse para comunicarse de forma efectiva y cumplir el objetivo de la charla. Quizá el estilo y personalidad del propio ponente hace que sus charlas sean más efectivas sin backchannel que con él… o todo lo contrario.
La elección en cualquier caso tendría que ser del ponente considerando la sabia frase que repito de nuevo:el éxito de una presentación se mide por el cambio que produce en los asistentes.
Con esto quiero decir que si un ponente no está preparado o considera que la ponencia no va a influir positivamente en la audiencia por culpa del backchannel pero en la ponencia está previsto tenerlo, es mejor no hacer la presentación que darle al publico una mediocre.
Y… tantos puntos que considerar, que hay que seguir investigando y probando.
Gracias por el artículo y la dedicación.
Gracias por tus reflexiones. El backchannel no es algo que la organización decida si habrá o no habrá. Sólo puede decidir si lo proyectará en una gran pantalla a la vista de todos o no.
La creación del backchannel no puede controlarse por la organización del evento ni por los ponentes. El backchannel es espontáneo, auto-organizado y descentralizado. Cualquier intento de dirigirlo o silenciarlo es contraproducente.
Ya va siendo hora de aceptarlo. Desde que llegó Twitter, el backchannel da voz propia a las audiencias. Las audiencias están cambiando.
Te guste o no, mientras tú hablas tu audiencia puede estar usando las redes sociales desde su móvil o portátil. Te guste o no, el backchannel siempre termina creándose. Te guste o no, nadie puede controlarlo.
Lo que sí puedes hacer es influirlo, alimentarlo, encauzarlo. Siempre desde la humildad y desde el objetivo de valorar a la audiencia y desear aportarle valor.
Un gran artículo que invita a reflexionar mucho sobre el tema.
Bajo mi punto de vista, el backchannel es una herramienta estupenda que resume la forma en que cada persona de la audiencia siente la presentación. Otra ventaja, es que aporta información complementaria y aumenta le densidad y el eco de la charla, haciéndola más de todos y no solo del ponente.
El problema que le veo es que según el tipo de evento, puede distraer mucho a la audiencia que lo sigue en directo, por estar más pendiente de dar el titular o el dato, que de sentir la comunicación (sobre todo en las de tipo expositivo). En cambio para las de tipo participativo, considero que es comunicación e interacción en estado puro y muy recomendable.
Por otro lado, para la audiencia que no sigue el evento pero si el hashtag, es una forma estupenda de conocer los puntos calientes y lo que se cuece, como un paso previo o alternativo a la revisión de la charla.
Para terminar, creo que todavía están por salir herramientas que eliminen todo el ruido y permitan filtrar los retweets y dejar las aportaciones de la audiencia.
Termino ahora de ver tu powert point, el hashtag y por último voy a ver el video. Lo bueno de esto, es que al revés también está bien 😉
¿Tienes poderes paramentales? ¡Me has leído el pensamiento! Yo no podría haberlo expresado mejor. 🙂
Actualmente hay herramientas que filtran automáticamente el lenguaje soez y también que permiten el filtrado manual de los tweets. Para hacer todo eso automáticamente haría falta una IA muy potente. Quién sabe, con el tiempo también llegará.
Soy un convencido del backchannel durante las presentaciones. Respeto a quienes afirman que les distrae o que resta atención al ponente pero no es mi caso. Al contrario, twitear mientras escucho me obliga a prestar mucha más atención y a sintetizar muy rápido para no perder el hilo de lo que se dice. Además, al escribir asimilo mejor los conceptos y facilito su retención. Hay ponencias en las que, por su ritmo, es casi imposible twitear y escuchar con atención a la vez pero en la mayoría, por suerte, es posible [al menos para mí] hacer ambas cosas.
Enhorabuena por la presentación de ayer. Realmente interesante y amena.
Un abrazo
Si uno teclea suficientemente rápido, no me parece que tuitear mientras escucha a un ponente cause distracción ni confusión en nadie.
Lo que veo problemático, es proyectar en una pantalla a la vista de todos los tweets que va enviando la gente, especialmente si aparecen volando o con efectos vistosos pero ineficaces. Esa pantalla compite entonces con el ponente por la atención de la audiencia.
Además, algunos tuitean tweets para atraer la atención sobre sí mismos conscientes de la situación.
Otra cosa diferente es una mesa redonda, donde no sólo no me parece útil, sino que incluso diría que hasta necesario.
¿Qué opináis?
Pensando sobre el tema, me he dado cuenta que ya en 2009 escribí al respecto en mi blog. La discusión posterior y las reflexiones de entonces pueden quizá enriquecer las actuales.
De tu entrada me quedo con la siguiente frase: «Si no nos planteamos prohibir llevar papel y bolígrafo o escribir o que las sesiones se realicen en locales sin ventanas, será parecido con el uso del ordenador y de twitter ¿no?»
Totalmente de acuerdo en lo que dices.