«Saber expresar una idea es tan importante como la idea misma» – Aristóteles
Toda mi vida he sido aficionado al té. Rechazaba sistemáticamente cualquier ofrecimiento de café. Cuando no había té, prefería no tomar nada a tomar café. Un buen día, tras la cena en casa de un amigo, éste nos invitó a café. Como era habitual, lo rechacé amablemente. Entonces apareció con una elegante caja de madera negra, en cuyo interior atractivas cápsulas de colores se disponían ordenadamente en filas. Yo, enemigo declarado del café, no pude resistirme a la tentación y tomé uno. Desde aquella noche, me he aficionado al café. Perdón, miento: al café no, al Nespresso.
Y es que Nespresso me cautivó primero a través de los ojos y después por su sabor. Cuando compras una cafetera y visitas una boutique de Nespresso, comprendes que Nespresso no vende café: Nespresso vende una experiencia que transmite emociones. Y además su café me parece muy, pero que muy, bueno. Tan bueno, que ahora ningún otro café me satisface cuando voy a un sitio “normal”. Al extremo de que en algunos de mis cursos y talleres me llevo mi propia Nespresso de casa armado con un buen surtido de cápsulas. Me tomo la molestia porque ya no me gustan los otros cafés y porque deseo compartir la experiencia del ritual del café con mis alumnos. Mientras degustamos un delicioso café les hablo de la importancia del diseño. Y desde que dispongo del maletín de Nesscase puedo transportar mi Nespresso fácilmente a cualquier sitio, de forma cómoda y segura.
La presentación del contenido puede ser tan importante como el contenido mismo
¿Qué me ha enseñado mi experiencia con Nespresso y Nesscase? La presentación cambia la percepción del contenido. Te guste o no, si el diseño de tu presentación es cutre, transmites cutrez; si su diseño es profesional, transmites profesionalidad. Nunca olvides que el diseño también comunica. Un buen diseño incluso predispone favorablemente a la audiencia. Hasta tal punto, que investigaciones en este campo corroboran que somos más receptivos a mensajes bien diseñados. Estudios e investigaciones recientes están confirmando que el atractivo visual de una presentación influye poderosamente en su capacidad persuasiva. Las transparencias que son fáciles de procesar generan más sentimientos positivos, los cuales se traducen en una mayor disposición a estar de acuerdo con las ideas expuestas. Los psicólogos denominan a este comportamiento fluencia de procesamiento o fluencia cognitiva.
El diseño no lo es todo, pero ayuda a comunicar
Por supuesto, sin un contenido sólido, no hay presentación. ¿A quién va a engañar un despliegue visual hollywoodiense vacío de contenido presentado por un necio arrogante? Si tu idea es mala, si tu contenido no merece la pena, entonces no hay presentación que valga ni pirotecnias multimedia que lo disimulen. PowerPoint nunca disfrazará la vacuidad del pensamiento.
Ahora bien, si tu idea es buena, si tiene potencial de producir un cambio significativo, entonces tu presentación importa porque, como dice Chris Brogan, “puede darle asas a tus ideas para que otras personas puedan agarrarlas y hacerlas suyas”.
Cuando tus PowerPoints no parezcan PowerPoints, habrás alcanzado la cima del diseño de presentaciones.
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Desde que tengo una nespresso ya no tomo otro café. Un saludo.
A mí me pasa lo mismo.
Yo soy anticafé. Si logras convencerme, como tu lo has logrado, te llevas un premio.
La verdad es que tienes razón. Son capaces de vender cafeteras y café hasta a quien no le gusta.
En mi caso era fácil: soy víctima fácil de los objetos de diseño minimalista. Y además, qué narices, ¡está muy bueno! 🙂
Muchas gracias por vuestros comentarios. Ayer le tocó al café como fuente de inspiración. Mirando a nuestro alrededor podemos encontrar lecciones para aquello que nos ronde la cabeza en ese momento. Nuestro sistema de activación reticular filtra la información que recibimos del mundo enfocando lo que más nos interesa.
(Escrito mientras saboreo una taza de té negro muy negro)
Anécdota: hace unos años, impartiendo cursos, lo peor valorado en unas sesiones era el café de la máquina (no había otra alternativa). Como por entonces no había la posibilidad que apunta Gonzalo, optamos por llevar pastas para acompañar y endulzar a los participantes en la última 🙂
Resultó muy bien, por distintas razones: la novedad, la sorpresa, el sentirse escuchados…
Hola, Gonzalo!
Precioso post en forma y contenido. Bienvenido al mundo del café!
Yo he considerado una gráfica «engaño vs. tiempo de exposición», en la que, cuanto menor es el tiempo, mejor se puede mantener un contenido vacuo o engañoso de una presentación, amparado, precisamente, en los fuegos de artificio tanto en las formas del presentador como de la proyección de apoyo. Vendedores de humo. En cualquier caso, el diseño sigue siendo asignatura pendiente en este campo nuestro. Y tu página sigue siendo la mejor sobre presentaciones en nuestro país.
Una contínua enhorabuena y un abrazo,
Hola Gonzalo,
Me parece genial la idea del café. Un poco más de peso, pero seguro que merece la pena.
Comparto contigo el interés por el diseño. Al final son dos caras de la misma moneda. Forma (el diseño es parte de la forma) y contenido.
Si eres coherente 360º seguro que tu mensaje se capta mejor y tiene más fuerza. Cuando algún elemento falla (de la forma o del contenido), quizá no eres consciente, quizá no es muy evidente pero el resultado no puede ser el mismo.
Magnífico y original post.
Saludos