“Las cosas buenas e interesantes en la vida vienen acompañadas de miedo.”
—Scott Berkun, Confessions of a Public Speaker
El biólogo molecular John Medina explica en su libro Exprime tus neuronas: 12 reglas básicas para ejercitar la mente y mejorar tus presentaciones que el cuerpo lo tiene difícil para distinguir entre los estados de excitación sexual y de ansiedad, ya que se producen las mismas reacciones fisiológicas.
Del mismo modo, el experto en comunicación Nick Morgan comenta en su libro Trust Me: Four Steps to Authenticity and Charisma que el miedo que experimentas durante algunas presentaciones está basado en la descarga de adrenalina. Es la forma que tiene tu cuerpo de prepararte para momentos cruciales como perseguir a un mamut o escapar de un tigre de dientes de sable. Hoy en día, las presentaciones han tomado el lugar de los mamuts y los tigres. Tu cuerpo continúa preparándote: tu cerebro funciona a mayor velocidad, tu corazón bombea con mayor fuerza, te yergues algo más derecho, con el resultado de que estás mejor preparado para el peligro.
Estas sensaciones físicas no resultan placenteras cuando no conducen a la acción física. Ya no corres tras el mamut o delante del tigre, estás ahí parado delante de la audiencia: no produces una gran descarga de energía física. En lugar de deambular nerviosamente de un lugar a otro del escenario, concéntrate en esas sensaciones físicas molestas y redefínelas como los signos de energía útil que son. Dite lo siguiente:
“Mis manos están pegajosas, mi corazón late aceleradamente y mi mente está disparada. ¡Estoy preparado para correr con los mamuts y los tigres! ¡Esto es lo que necesito para hacer un buen trabajo!”
La reacción del cuerpo ante el miedo o ante la excitación es la misma. Así que tú decides: ¿tienes miedo o estás excitado? Dado que tu cuerpo no es capaz de notar la diferencia, deja que tu mente use tus instintos para ayudarte, no para perjudicarte.
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Gracias por esta información. Muy valiosa, respecto a lo excitante. Depende de nuestro puesto de trabajo, tendremos que hablar en público en más o en menos ocasiones, normalmente suele ser en reuniones o en donde se desenvuelva uno. Saludos
ESO explica mucho! En especial porque el 95% de las personas experimentamos algún tipo de temor a la hora de pararnos frente a un publico. De verdad que me ha encantado tu post, todo es cuestión de enfoque, si en la próxima presentación que haga decido ver mi miedo y nervios como un mecanismo de alerta se que podre relajarme y afrontar las cosas con mejor cara. … me entra todavía un poco de ansiedad poruqe yo nunca fui DEMASIADO buena para hablar ante un publico, incluso crecí siendo bastante timida hasta que decidi controlar mis emociones y no dejarme vencer por la timidez Gracias por compartirlo te seguire de cerca.
Excelente
Recuerdo haber leído algo en la biografía del cantante de Red Hot Chili Peppers, hacerca de la preparación que este cantante hacia antes de sus presentaciones. Hablaba que cuando estaba muerto del miedo tomaba dicha emoción para si transformarla y usarla para crear algo hermoso con el fin de compartirlo con el publico. Felicitaciones, buen post.
Realmente se considera que a 0 miedo la eficacia es nula? Siempre he considerado que los mejores presentadores son aquellos que sienten la palestra como su habitat natural. En cualquier caso lpienso que a eficacia no se deberia medir tanto respectp al miedo como al respeto ya que en caso de no sentir respeto por la actividad que estamos desarrollando si podemos caer en la ineficacia total.
Muchas gracias por este blog tan interesante
Bueno, no puedo estar mas de acuerdo, en que cierto nivel de «adrenalina» es util. Lo mas importante, es hacer un acto de fe, en que sabes lo que tienes que decir y como, y que lo haras. Yo, personalmente hago muchas presentaciones en publico, y cuando la gente me dice, como se nota que no te pones nervioso, contesto… 5 minutos antes de subir A ese estrado, las manos, eran agua!!
Por lo tanto, no espero que esa sensacion desparezca ya nunca, pero hace que me «active».
felicidades.
Muchas gracias por vuestros comentarios. «Un poco de miedo ayuda», eso está claro, la cuestión es cuánto es «un poco» y cómo hacemos para que el miedo se mantenga bajo control. Este tema lo he tratado en el blog en la serie de «Pánico en el estrado» y por supuesto lo abordo en las sesiones de entrenamiento personalizado. Hay cosas que se aprenden sobre el terreno, no con libros. No conozco a nadie que aprendiera a nada leyendo blogs sin tirarse a una piscina.
demetrio dise
creo que tener miedo es bueno nos alluda, tanto a protegernos y en este caso a cuidar nuestra manera de comunicarnos con los demas.
Siempre se ha dicho que un poco de miedo, un poco de ansiedad, un poco de tensión, un poco de…es una ayuda, no solamente en las presentaciones si no en tu día a día. Como en muchas cosas de la vida, depende de la «dosis».
En el caso de las presentaciones en público los que no somos expertos nos vamos muchas veces a la segunda mitad del gráfico y ahí comienzan los problemas.
Un saludo,
Javier
Buen post Gonzalo. Creo que hay que controlar muy bien los niveles de activación, ese «poco de miedo ayuda» creo que es cierto, la cuestión son los límites… el autocontrol, saber dominarlo… salu2.