“Que los profesionales puedan desarrollar experiencia intuitiva depende esencialmente de la calidad y velocidad del feedback, así como de suficientes oportunidades para mejorar.”
—Daniel Kahneman, Pensar rápido, pensar despacio
He aprendido que sólo un pequeño porcentaje de la gente que asiste a eventos y cursos rellena posteriormente los cuestionarios de evaluación de los ponentes. La divertida lectura el libro de Scott Berkun, “Confessions of a Public Speaker”, ha corroborado mi experiencia. A menudo quienes rellenan las encuestas suelen ser las personas más motivados para hacerlo, bien porque la presentación les ha gustado mucho o bien porque no les ha gustado nada. Típicamente representan los extremos de la curva de retroalimentación. La mayoría de opinión más moderada suele estar menos representada en las encuestas recogidas.
Para agravar aún más las cosas, estas encuestas acostumbran a comportarse como agujeros negros: nadie sabe a ciencia cierta quién las leerá ni para qué servirán. Dado que no se sabe qué impacto tendrán, la gente encuentra poca motivación para rellenarlas con tesón.
Por otro lado, muchas encuestas constan de numerosas preguntas: “valora de 1 a 5 la capacidad docente del ponente”, “valora de 1 a 5 la calidad de los materiales”, “valora de 1 a 5 el interés del tema”, “valora de 1 a 5 la comodidad de los asientos”, y así pregunta tras pregunta. Al final suelen pedirse comentarios libres, recuadro que casi todo el mundo deja en blanco, siendo paradójicamente la información más importante.
Simplifica, que algo queda
En mi caso, he simplificado al máximo el proceso de recabar información de la audiencia. Reparto a la entrada un sobre con dos grandes post-its o tarjetas, uno de color verde y otro de color rojo o naranja. Al final de mi charla, les solicito a los asistentes que introduzcan en el sobre una tarjeta: verde, si la charla les inspiró, les gustó, se alegraron de haber asistido; roja, si la charla no les inspiró, no les gustó y consideraron haber perdido el tiempo. Y pido que tanto si han seleccionado la tarjeta verde como la roja, escriban por favor una frase explicando qué podría haber hecho yo de manera diferente para mejorar drásticamente mi presentación.
El resultado es que el 100% de la audiencia introduce una tarjeta en el sobre. Simplemente contándolas puedo extraer una nota sobre 10. Y lo más importante de todo es el comentario. Ahora sí, la práctica totalidad de la audiencia escribe la frase, porque es sencillo y fácil. Es en esos comentarios donde extraigo la información verdaderamente valiosa para corregir mis errores y mejorar en mis próximas presentaciones.
No tienes por qué usar exactamente este proceso. Lo que sí te animo es a que acortes los cuestionarios y elimines todas las preguntas que no aportan valor en sí mismo. De nada vale saber que un asistente le da un 0 a un ponente en tal o cual aspecto si no explica por qué ni qué tendría que suceder para que le diera un 10. Cuando recabes información de la audiencia, busca simplificar el proceso al máximo para asegurarte la máxima participación y la máxima utilidad de las evaluaciones.
[Si quieres profundizar en otras claves para conocer a tu audiencia, apúntate a mis próximos cursos en abierto sobre Cómo crear presentaciones de alto impacto.]
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DIÁLOGO ABIERTO
¿De qué manera obtienes feedback de tu audiencia? ¿Cuán eficaz te resulta?
seria bueno que cada vez que se haga una presentación alguien te filme y te veas tu mismo presentando. verse a uno mismo es como más se aprende de los errores y los puntos a mejorar.
Desde luego. Si el evento no se graba oficialmente, entonces yo siempre llevo una cámara y trípode y lo grabo por mi cuenta. El feedback de la cámara es de los mejores. Te animo a hacer siempre lo mismo.
Yo ahora hago un «contrato» de expectativas, una carta a los reyes magos de lo qu desean que suceda en las horas juntos al inicio y luego en el descanso recojo el feed back de si se cumplen o no las expectativas y que desean que suceda en la segunda parte del curso. Modifico el curso en funcion del feed back del descanso . Al cierre pido que valoren con un gesto de movimiento de manos el grado de sarisfaccion de expectativas y de utilidad. No me interesa tanto mi valoracion como ponente sino si les ha sido util o no. Espero que os sea util.
Todo cuestionario debe contener preguntas muy claras y precisas. Con el fin de obtener resultados válidos que es lo más importante.
Sin duda. Y si además son pocas, mejor. Existe una relación proporcional inversa entre el número de preguntas y el número de personas que las responden 🙁
En algún curso he utilizado cuestionario con emoticonos (de pregunta única y comentario)
Si la presentación (o discurso, mejor dicho) es relativamente larga incluso pedir feedback intermedio con tarjetas de tres colores a levantar (aparte de fijarse en los rostros, claro)
Para comentarios, otra posibilidad, post-it a «colgar» en algún lugar a la salida.
Tomar un rato para charlar y recibir información oral in situ puede tener el riesgo que comentas con los cuestionarios y acrecentado (que solo se acerquen las personas satisfechas)
Feedback aunque no sea de la audiencia en general: observador (aparte de la grabación que has comentado en alguna ocasión)
Francamente suele dar pereza llenar encuestas y cuestionarios de satisfacción, sobre todo si, a simple vista parecen largos. Más de cinco/seis preguntas producen repelencia…
Me gusta tu método porque, de manera sencilla, invita a indicar dónde mejorar y evita las respuestas de test que no suelen aportar mucho. En Toastmasters aprendemos que el «feedback» es la única manera de mejorar eficazmente tras la práctica, pero sin comentarios sobre qué mejorar, la tarea se hace difícil.
¿Y de qué manera recabáis el feedback de la audiencia para maximizar su eficacia?
En cada reunión de Toastmasters todo es evaluado oralmente y los discursos son también evaluados por escrito. Hay unos formularios de evaluación que sirven para indicar al ponente lo que ha gustado de la charla y lo que puede mejorar.
En el tiempo que llevo con ellos he visto muchos tipos de formularios (cada club es un mundo) y he determinado los puntos más importantes que se suelen incluir. En este enlace podrás ver cómo evalúo discursos a partir de lo que he aprendido con Toastmasters: http://www.declamatoria.com/2012/09/24/feedback-2-como-evaluar-un-discurso/.