¿Dónde cocinas tus presentaciones?

Ya sabemos que toda propuesta de cambio encuentra resistencia. Cuando explico en los cursos mi metodología de trabajo para crear, diseñar y exponer presentaciones, una objeción típica suele ser:

Sí, estoy de acuerdo en que así puedes crear presentaciones excelentes, PERO requiere mucho tiempo y yo no tengo tiempo. El día a día me come.

Yo les respondo con una sencilla anécdota:

Lo que planteas me recuerda a lo que me pasó una vez cuando ya había dejado la casa de mis padres y vivía solo en un piso en Madrid. Con eso de que soy de Bilbao, un buen día decidí cocinarme un marmitako. Metí en la olla exprés los ingredientes que recordaba ver flotando en el marmitako de mi padre y en media hora lo tenía listo.

Mi primer pensamiento fue: “Anda que no es tonto mi padre, que se tira toda la mañana para hacer un marmitako, y aquí me tienes a mí con uno listo en treinta minutos”.

Hasta que lo probé y tuve que tirar el contenido de la olla por el baño. Entonces tomé conciencia de la diferencia entre cocinar en minutos en olla exprés o a fuego lento durante horas en cazuela de barro.

Las cosas bien hechas exigen su tiempo

Si en un restaurante te sirven marmitako cocinado a fuego lento y en otro te sirven marmitako cocinado en olla exprés, notarás la diferencia.

Si una misma audiencia recibe dos presentaciones seguidas, una creada en media hora y otra madurada a lo largo de un proceso de muchas horas, también notará la diferencia. Si dedicas grandes esfuerzos a tu trabajo y proyectos, ¿los presentarás luego de cualquier manera?

Si sube de 250.000 €, entonces pasa por marketing

En una gran compañía en la que impartí un curso recientemente me explicaron que todas las ofertas que presentaban a clientes por valor de más de 250.000 € estaban obligadas a pasar por el departamento de marketing. En él varias personas ayudan a los consultores a mejorar el contenido y diseño de sus presentaciones. Tienen claro que cuando hay mucho en juego en una presentación, no vale el PowerPoint de toda la vida.

Si te jugases tu prestigio y hasta tu futuro en una cena en tu casa, ¿qué servirías a tus comensales? ¿Marmitako cocinado en olla exprés o en cazuela de barro? Tú eliges.

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