“Independientemente de lo que haga, para tener éxito necesita ser único, al menos por una vez.”
—Kjell A Nordström
Con este grito de guerra comienzan el aclamado libro Funky Business Forever de los dos gurús suecos Kjell A. Nordström y Jonas Ridderstrale, doctores en negocios internacionales por la Escuela de Economía de Estocolmo. En él se analizan con perspectiva innovadora los muchos y continuos cambios empresariales que vivimos, impulsados por el exceso de información y los avances tecnológicos.
Además de recomendar encarecidamente su lectura para entender el nuevo paradigma económico y social, queremos hacer nuestro este leitmotiv provocador aplicándolo al mundo de las presentaciones.
En lo relativo a las presentaciones, dejar de ser corriente implica evitar la tentación de repetir ciertos patrones de mediocridad comunicativa a los que estamos acostumbrados, introduciendo alternativas que motiven al público a enderezarse en sus asientos y poner toda su atención en la misma.
Veamos algunos ejemplos:
1Miembros de una mesa presidencial que comienzan su discurso dándose las gracias entre ellos con estricto orden protocolario, dejando para el final a la audiencia que también está invirtiendo su tiempo, y en muchos casos su dinero, en asistir a ese encuentro
Con esta escena, tan común como tediosa, dan comienzo miles de encuentros todos los días, ignorando que lo verdaderamente importante de una presentación es, sin lugar a dudas, la audiencia y lo mínimo que podemos hacer por ella es honrar su presencia agradeciendo el tiempo y el esfuerzo, cuando no sus recursos económicos, en asistir a dicho encuentro.
2Un ponente que directamente lee de la pantalla la información contenida en sus diapositivas, sin agregar prácticamente ningún comentario profesional, o personal, sobre lo que se proyecta
Le estaríamos dando la razón a Warren Bennis, uno de los primeros expertos mundiales en liderazgo y administración de negocios, cuando decía aquello de que la empresa del futuro tendrá sólo dos empleados: un hombre y un perro, siendo el cometido del hombre alimentar al perro y el del perro cuidar que el hombre no toque la maquinaria. Posiblemente estemos viviendo en el futuro que describía Bennis pero referente a las presentaciones lo deseable es aportar valor añadido a la información proyectada en pantalla a través de nuestra experiencia y perspectivas únicas.
3Solicitar a la audiencia que realice alguna acción sin demostrar el más mínimo entusiasmo, dando a entender con palabras y gestos que no se cree en absoluto lo que se está pidiendo
Un profesor me dijo una vez que no hay temas “ladrillo”, hay ponentes “ladrillo”, siendo la falta de pasión que demuestran su máxima carencia a la hora de transmitir sus conocimientos. Si pudiéramos recordar a los ponentes que más nos han marcado a lo largo de nuestra vida, nos daríamos cuenta de que todos tienen un denominador común: conseguían contagiarnos con mensajes verdaderos y sincero entusiasmo.
4Anunciar el término de nuestra intervención, pero continuar hasta otro punto en el que se avisa dede un nuevo final que nunca llega, logrando la misma sensación de desesperación en los asistentes que se tiene cuando una visita pesada amenaza con sus repetitivas despedidas, pero no las cumple
La semana pasada en una charla a emprendedores recordábamos que al emitir una clara señal de que se aproxima el final de una presentación, el nivel de atención de la mayoría de los asistentes aumenta considerablemente. Aconsejamos aprovechar esta conexión con la audiencia para compartir una conclusión que subraye la idea principal de la intervención y nos despidamos, una única y definitiva vez, añadiendo un simple y respetuoso “gracias” antes de bajarnos del escenario.
“En un mundo en el que el ganador se lleva todo, lo normal es igual a nada.”
Con esta frase lapidaria Nordström y Ridderstrale nos confrontan con la realidad: puedes continuar haciendo lo que otros hacen, ser corriente, pasar desapercibido o… marcar la diferencia a través de tus presentaciones. ¿Qué eliges tú?
[Si quieres que tus presentaciones dejen una huella en la audiencia, apúntate al curso sobre Cómo crear presentaciones de alto impacto.]
ENTRADAS RELACIONADAS
Si tu presentación no produce un cambio en la audiencia, es una pérdida de tiempo para todos
Deja claro tu mensaje al principio y al final de una presentación
Cómo concluir con fuerza una presentación
DIÁLOGO ABIERTO
¿Qué podrías hacer realmente distinto desde hoy en tus presentaciones?
[Créditos: “Disguise” diseñado por James Keuning; y “Glasses” diseñado por Philipp Reiner.]
Escrito por Mónica Galán Bravo, Coach de Comunicación, Oratoria y entrenamiento de la Voz.
Ya lo dije en el siguiente, pero lo repito, esa frase final, me parece de lo más devastador que he leído en bastante tiempo, tiene mucha miga.
Mi duda es si no estará resintiéndose el contenido con esta primacía del impacto, de lo emocional, de dejar en shock al espectador/participante.
Cada vez más, tengo la sensación de ir a charlas (mejor o peor planteadas) que al terminar te quedas «vaya, es cierto» pero que al pasar las horas te das cuenta que realmente solo te has emocionado sin aprender nada realmente útil.