Esta entrada ha sido amablemente escrita por Carlos Campaña, co-fundador del estudio de reeducación y rehabilitación vocal para cantantes y profesionales de la voz Vox Technologies Vocal Studio y primer español certificado oficialmente en Speech Level Singing, conocida como «la técnica de las estrellas».

¿Eres conferenciante, coach, ejecutivo, comercial o incluso profesor de escuela?

Entonces sabrás que la voz es la herramienta indispensable para realizar tu trabajo.

Seguro que también habrás oído hablar de que existen ejercicios y clases de canto para mejorar la voz, pero piensas que eso es para cantantes.

Sería bastante lógico, dado el nombre que tienen.

Si pierdes la voz con regularidad, o si te acaba doliendo al final del día, si no se te escucha al hablar, es de lo más normal que no sepas cómo solucionarlo, y que tus investigaciones sólo te traigan más confusión, para acabar pensando que esa es la voz con la que has nacido y que tienes que vivir con ello.

Pero si estás leyendo el blog de El Arte de Presentar quiero aprovechar la oportunidad para echarte un cable y arrojar un poco de luz sobre este asunto.

Lo que sí te voy a decir desde ya es que sí puedes mejorar tu voz al hablar entrenando prácticamente de la misma forma que como se entrena a un cantante.

¿Qué es la voz? Una puesta en escena rápida

Como siempre digo a mis alumnos y lectores, la voz no es algo místico ni espiritual que nace en el vacío.

Una cosa muy diferente son las emociones que transmites con ella, pero eso es otro tema.

Y, a pesar del conocimiento popular, la voz no es algo etéreo que nace en el estómago, diafragma, etc.

La voz es el sonido que se crea a partir de un trabajo muscular de las cuerdas vocales (si quieres saber más puedes leer mi artículo sobre el aparato fonador).

Así de sencillo.

Esto son buenas noticias, ya que los músculos se pueden ejercitar y también puedes reeducar a tu sistema nervioso a enviarles estímulos más eficientes que los que les está enviando ahora mismo.

Es el resultado de trabajar en estos factores lo que te proporciona una voz sana.

Pero pasemos a lo interesante y veamos qué problemas existen y cómo puedes empezar a solucionarlos.

1¿No se te escucha lo suficiente al hablar?

Este es un problema muy común en mujeres, aunque también les ocurre a algunos hombres.

Es probable que tu voz suene airosa y muy delgada, finita.

Incluso me apostaría algo a que más de una vez te han dicho que tienes una voz muy dulce.

¡Eso está muy bien! Pero no te es muy útil para hacerte oír.

Lo primero que tienes que hacer es evitar aumentar el volumen a base de gritar.

¿Por qué?

Porque cuando gritas lo que estás haciendo es añadir más presión de aire que proviene de tus pulmones, y eso va a estresar a tus cuerdas vocales porque no van a poder resistir esa presión.

Y no la van a resistir porque la clave está en que no se están juntando lo suficiente.

Es decir, entre ellas hay más espacio del que debería haber, por lo que el aire que estás enviando a tus cuerdas vocales no se está utilizando al 100%, y hay un escape, una fuga de aire.

De ahí que tu voz suene airosa.

Lo que hay que hacer en este caso es conseguir que tus cuerdas vocales se mantengan más juntas durante todo el tiempo.

Una pequeña prueba

Y quiero que hagas ahora una prueba para sentir cómo se juntan.

Primero quiero que pronuncies una A durante unos dos segundos, como si se lo dijeras a alguien, y lo grabes con el ordenador o el móvil.

Si efectivamente oyes que tu voz es airosa, prueba a hacer este sencillo ejercicio y grábalo también:

 

Si eres hombre y es demasiado agudo para ti, hazlo una octava más grave, con notas cómodas para ti.

Es extremadamente importante que cortes en seco cada nota, exagerándolo mucho, y también que exageres el sonido extrañamente divertido que has oído en el ejemplo, pero no debes forzar un volumen excesivo.

Cada vez que lo hagas, tus cuerdas vocales se juntarán al máximo.

Sé que quizás te parezca que estás sonando demasiado fuerte o, si eres mujer, demasiado poco femenina.

Pero no te preocupes por eso, porque no es así. ¡Tenemos demasiados prejuicios sobre nosotros mismos!

Hazlo unas cuantas veces si es necesario y notarás la diferencia con tu grabación inicial.

Por otra parte, si por ejemplo eres profesor o profesora de escuela y necesitas gritar para que tus alumnos te hagan caso, por favor, no grites.

La voz puede llegar a alcanzar volúmenes bastante altos de forma sana, pero todo tiene un límite.

Lo malo es que, además de requerir mucho entrenamiento vocal y mucha dedicación para conseguir esos volúmenes, si por el día te dedicas a gritar para llamar la atención a los alumnos, por mucho que trabajes cada día en reeducar tu voz no vas a poder avanzar.

Todo lo que avances por la tarde lo vas a perder al día siguiente o, lo que es peor, cuando por la tarde te pongas a trabajar con tu voz después de haber estado gritando por la mañana, ésta no va a estar en condiciones y todo lo que hagas incluso puede perjudicarte más.

Llegados a este punto, hay que ponerse creativos.

Mi consejo es que te compres el silbato más molesto y estridente que puedas encontrar, le pongas una cadenita y te lo ates al cuello durante tus horas de trabajo.

Cuando veas que necesitas gritar para llamar la atención de tus alumnos, tápate los oídos y utiliza el silbato.

Después de unos pocos usos del silbato, no sólo habrás ganado en salud vocal y en reducción de estrés, sino que en poco tiempo no tendrás más que asomar el silbato y tus alumnos guardarán silencio sin necesidad de usarlo.

¡Problema resuelto!

Y lo mejor es que este ejemplo te lo cuento porque es una historia real.

2Notas tu voz cansada después de hablar un rato, e incluso sientes dolor

Una de las razones por las que puedes sentir todo esto es si te pasa lo que te he comentado en el punto anterior.

Si tus cuerdas vocales no se juntan lo suficiente y ejerces una presión excesiva de aire, éstas se van a irritar de forma muy rápida.

No suele ser lo más común, pero ocurre.

Por otra parte, lo más normal, sobre todo en hombres, es juntar las cuerdas vocales de forma excesiva, con demasiada fuerza.

Esto suele ocurrir cuando queremos sonar más “hombres”, varoniles, o como quieras llamarlo.

En relación con el punto anterior, puede ser que estés pensando que el juntar todo lo posible las cuerdas vocales te va a dar un mayor volumen, pero esto no es así.

Si las juntas demasiado lo que acaba ocurriendo es que bloqueas demasiado el paso del aire, lo que hará que incrementes de forma instintiva la presión.

Esto hace que tus cuerdas vocales tengan demasiada fricción entre ellas, lo cual te puede causar problemas realmente serios, como nódulos o pólipos.

Para empezar a solucionar este problema tienes que hacer lo que llamamos “liberar peso de la voz”.

Solucionar este problema es un poco más difícil, sobre todo a nivel psicológico, ya que se trata de sonar más débil durante un tiempo y nuevamente puede que el sonido de tu voz no suene como esperas en un primer momento.

Al menos hasta que aprendas a coordinar tus músculos de la manera correcta.

Y esto pasa por conocer y trabajar tu voz de cabeza.

La voz de cabeza no es más que el nombre que se le da a la coordinación muscular necesaria para ejecutar las notas agudas de tu voz.

Una pequeña prueba

En esta prueba los resultados en el sonido no son lo importante.

Lo importante es que sientas la diferencia en tus sensaciones, ya que lo que debes notar es que es mucho más fácil hacer ciertas notas con el ejercicio que te propongo.

Para empezar, quiero que pruebes lo mismo que en el punto anterior, sostener una A durante 2 segundos en una nota que consideres aguda.

Si tienes este problema, verás que no puedes hacer esa nota aguda con un volumen bajo y notarás presión en el cuello.

Una sensación parecida a cuando levantas un peso muy pesado y se te cierra la garganta.

Ahora quiero que pruebes a hacer este ejercicio, y asegúrate de imitar el sonido del ejemplo:

 

Si lo has hecho bien, tienes que haber notado que no cuesta esfuerzo alguno hacer cada una de esas notas.

No importa si tu voz ha sufrido un quiebre al ir bajando de nota, ya que eso es otro tema.

Lo importante es que sientas la facilidad de hacer cualquier tono, ya que cuando estás hablando también te mueves en un rango de notas, no te quedas clavado en una, y es importante que todas sean igual de fáciles de hacer.

Si ves que ese ejercicio te cuesta, puedes probar otro que también te puede ayudar con esto.

Este es para hombre:

 

Y este para mujer:

 

En este ejercicio lo que tienes que hacer es emitir sonido mientras haces vibrar tus labios.

Para ello ayúdate de tus dedos índice y corazón de cada mano, presionando suavemente tus mejillas para que la vibración labial sea más fácil de hacer.

3Tu voz suena estridente, muy aguda, tienes “voz de pito”

Este es un problema que no viene dado por las cuerdas vocales de forma directa, si no por tu laringe.

Si no sabes exactamente dónde está tu laringe, puedes detectarla muy rápidamente tocándote la nuez.

Si eres hombre lo tienes fácil. Si eres mujer y no encuentras tu nuez, pon tu dedo índice debajo de tu barbilla y aprieta muy suavemente.

¿Notas que está blandito?

Bien, ve acercándote poco a poco a tu cuello.

Cuando tu dedo empiece a bajar notarás como la cosa deja de estar blandita y notarás un cartílago.

Eso es tu laringe.

Sé que todo esto suena extraño, pero te prometo que no se me ha ido la olla.

Una pequeña prueba

En esta prueba no vamos a hacer sonidos divertidos.

Primero quiero que pongas tu dedo índice en la nuez y tragues.

¿Notas como tu laringe sube?

Sube porque al tragar estás cerrando el conducto de tu laringe para que no entre nada que no sea aire en tus pulmones.

Ahora ya sabes lo que pasa cuando estás comiendo y “algo se te va para el otro lado”.

Ahora pon de nuevo el dedo índice en tu nuez y bosteza.

¿Notas como tu laringe baja?

Una vez has visto esto, puedo explicarte la importancia que tiene la laringe al hablar.

Primero, si sabes que tu laringe sube para cerrar el conducto de aire, se hace bastante evidente que hablar con una laringe alta no es nada bueno.

En realidad es como si estuvieses intentando hablar mientras tragas.

Dicho de otra forma, ¡es casi como ahogarse a uno mismo!

Por otra parte, una laringe baja no es tampoco la forma óptima para hablar, pero sí te sirve como referencia para entender a nivel muscular que no necesitas que tu laringe esté alta.

Estabilizar la laringe es complicado, pero puedes empezar por probar a leer en voz alta alguna frase de este mismo artículo con la sensación de bostezar, sin llegar a hacerlo.

Otra forma de conseguirlo es básicamente imitar al Oso Yogui.

Eso suele funcionar y encima tiene su rollo 🙂

Lo creas o no, los cantantes tenemos los mismos problemas que los descritos aquí

Y es precisamente por eso que la forma de mejorar tu voz al hablar consiste, en términos generales, en:

  1. Mantener tus cuerdas vocales siempre juntas, pero sin pasarse.
  2. Mantener tu laringe estable. Pero estable no quiere decir inmóvil, simplemente que no suba ni baje excesivamente.

Lo que te diferencia de un cantante es que no vas a necesitar tanto rango de notas, tanto control del volumen (incrementar el volumen súbitamente), afinar, etc.

Pero sí tienes que entrenar más notas de las que vas a utilizar para hablar, por dos sencillas razones:

  1. Entrenar tu registro agudo junto con el grave es lo que equilibra los dos conjuntos de músculos que usas para juntar tus cuerdas vocales y producir diferentes tonos.
  2. Si, por ejemplo, normalmente al hablar utilizas una octava, podrás utilizarla de forma más libre si tienes unas cuantas notas extra de maniobra.

Lo mejor de todo…

Al final no quieres ser un gurú de técnica vocal ni ser el próximo Michael Jackson.

Lo que quieres es comunicar un mensaje de forma efectiva día tras día, sin perder la voz y sin sufrir lesiones.

Pero al mejorar el control sobre tu voz eliminas la lucha constante que tienes con ella (seguramente sin saberlo) y te puedes centrar al 100% en lo que realmente importa: tu mensaje.

Y si sueles coger resfriados de estos que te afectan a la voz con una frecuencia más alta de lo normal haciéndote parecer a Darth Vader, también conseguirás que te ocurra con mucha menos frecuencia y de forma menos intensa.

Al final la idea es tener tu voz a tus órdenes para usarla como más te interese, eliminando los obstáculos que te lo impiden.

DIÁLOGO ABIERTO

¿Cómo cuidas tu voz?