“Si quieres llevar tu comunicación al siguiente nivel y conectar con la audiencia, no intentes impresionarla con tu inteligencia ni sobrepasarla con demasiada información. Dales claridad y simplicidad.”
—John C. Maxwell, El poder de las conexiones

Hace muchos años hice en mis comienzos una presentación técnica en un congreso sobre el funcionamiento de las cookies de Internet que gozó de muy buena acogida. Uno de los asistentes me propuso repetir la misma charla en una cámara de comercio en otra provincia y de paso me planteó la posibilidad de una segunda charla sobre los aspectos jurídicos de las cookies. ¿Creéis que me lo pensé dos veces? Claro que no, que para eso soy de Bilbao. Ni corto ni perezoso preparé una segunda charla sobre un tema que desconocía por completo. Los resultados los podéis imaginar. Desde aquel día, he aprendido a decir “no” y ya sólo hablo sobre los temas en los que he trabajado durante muuucho tiempo.

Si hablas de lo que conoces a medias, tu presentación está abocada al fracaso

Mucho antes de que se inicie el turno de preguntas, se hará evidente, incluso para una audiencia lega, si posees una comprensión completa y un dominio amplio y sólido del tema. La extensión de tu conocimiento se revela de maneras sutiles, como en la articulación de frases y en la precisión de las afirmaciones. Habla solamente sobre lo que conecta con las ideas y creencias que más te apasionan. Cuanto más te alejas de tus creencias y valores fundamentales, mayor será tu incertidumbre.

Y cuando dudas por dentro, se nota por fuera. Tu lenguaje no verbal traicionará tu inseguridad interior.

El conocimiento y los datos por sí solos no son suficientes

Un exceso de conocimiento puede volverse en tu contra cuando no eres capaz de sintetizarlo y adaptarlo a tu audiencia. Un error común consiste en querer proporcionar tanta información como sea posible sobre el tema, inundando con tablas, gráficos, resúmenes, datos, estadísticas, pasando totalmente por alto qué puede interesar a la audiencia. ¡Has caído en las garras de la abrumadora Infotoxia!

Cuando uno es un experto en su tema, resulta muy difícil ponerse en la piel de alguien que no comparte ese nivel de conocimientos. De hecho, la mayoría de presentaciones sufre por exceso de información, no por falta de información. Tu presentación debería ceñirse a una sola idea. Sí, ni dos, ni tres, ni cuatro. Una única idea. Como nos recomienda Arturo Gómez Quijano en Comunicación para ejecutivos:

“Cuando vayas a hacer una presentación, búscate una buena idea, pero sólo una. Y después, cuélgala de cuatro buenos clavos”.

Presenta solamente sobre aquellos temas que conoces y te apasionan

Incluye solamente la información que dominas. De esta forma, reduces el riesgo de ponerte en un aprieto si te hacen preguntas que no sabes responder por puro desconocimiento del tema. Un pequeño corolario de este principio es:

Nunca deberías incluir elementos en tu presentación que no sabes explicar

Algo que ocurre a menudo cuando das la charla de otro o cuando alguien te ha hecho las transparencias. Deberías siempre saber explicar todo lo que aparece en las transparencias, ya que la audiencia las verá y podría preguntar sobre algún pequeño detalle sobre el que ni siquiera habías reparado.

Sin contenido no hay presentación

Fundamentales como son los otros dos pilares de toda presentación, diseño y exposición, están siempre al servicio del contenido. Sin una gran idea, ni los visuales más artísticos del mundo ni la exposición más espectacular salvarán una presentación hueca. Un discurso vacío de ideas es eso: un discurso vacío. Para aportar verdadero valor en tus presentaciones necesitas un mensaje que comunicar, ideas valiosas que compartir, acciones que inspirar. Si quieres causar un impacto duradero en tu audiencia, ofrece contenido de calidad.

No juegues a ser tertuliano. Habla sólo de aquello que conoces y amas.

[¿Quieres aprender a contar tus ideas causando el máximo impacto? Apúntate a nuestro Curso de Creación de Contenidos de Impacto.]

DIÁLOGO ABIERTO

¿Alguna vez has tenido que hablar sobre algún tema que no dominabas? ¿Cómo te sentiste?

[Créditos: Idea, de Shutterstock]