Hace muchos años vivía un rey que era comedido en todo excepto en una cosa: se preocupaba mucho por su vestuario. Un día escuchó a dos charlatanes llamados Guido y Luigi Farabutto decir que podían fabricar la tela más suave y delicada que pudiera imaginar. Esta prenda, añadieron, tenía la especial capacidad de ser invisible para cualquier estúpido o incapaz para su cargo. Por supuesto, no había prenda alguna sino que los pícaros hacían lucir que trabajaban en la ropa, pero estos se quedaban con los ricos materiales que solicitaban para tal fin.
Los estafadores hicieron como que le ayudaban a ponerse la inexistente prenda y el emperador salió con ella en un desfile sin admitir que era demasiado inepto o estúpido como para poder verla.
Toda la gente del pueblo alabó enfáticamente el traje, temerosos de que sus vecinos se dieran cuenta de que no podían verlo, hasta que un niño dijo:
«¡Pero si va desnudo!»
El traje nuevo del emperador, de Hans Christian Andersen

Si como líder o alto directivo de una empresa haces una presentación desastrosa y preguntas a tu equipo “¿Qué tal lo he hecho?”, ¿qué te responderían? ¿Te dirían la verdad?

Poca gente tiene el valor de decir la verdad por temor a represalias. Como consecuencia, muchos líderes, demasiados, transitan por auditorios, salas de reuniones y ruedas de prensa tan desnudos como el emperador del cuento. ¿Cómo puedes saber si tú también caminas desnudo?

TODO LÍDER NECESITA COLABORADORES FIELES QUE CON SINCERIDAD DE NIÑO LE REVELEN SUS VERGÜENZAS

Cuando tras una presentación pides feedback a tu equipo, ¿todo lo que recibes son entusiastas palabras: “Interesante”, “Muy bien”, “Ha sido fantástico”, “Ha estado genial”, … o un silencio esquivo? Entonces no tienes un equipo, estás rodeado de una corte de aduladores que te regalan los oídos con lo que deseas escuchar, no con lo que necesitas escuchar.

Si te encuentras aislado en el silencioso desierto de la soledad comunicativa del líder, te animo a que te des un baño de realidad, tan doloroso como refrescante: grábate en vídeo. Sí, plántate delante de una cámara y cuéntale tu historia durante dos o tres minutos. Después, ármate de valor y estúdialo fotograma a fotograma.

Es el primer paso que seguimos en nuestros procesos de coaching con directivos: tomar conciencia de cómo te ven los demás viéndote a ti mismo en un pantalla gigante a Full HD. El shock para algunos directivos es tremendo: por primera vez en su larga trayectoria profesional reciben feedback veraz y a menudo brutal.

LOS LÍDERES SÓLO CONTINÚAN MADURANDO EN UNA CULTURA DE FEEDBACK HONESTO

Verse en vídeo es el primer paso para una toma de conciencia que oriente la brújula más allá de las arenas del desierto de comunicación en el que vagan desnudos muchos líderes. Si buscas dar vida a un oasis de comunicación, entonces el siguiente paso es instaurar en tu organización una cultura de feedback honesto. Todo feedback es un regalo que hay que saber otorgar y recibir.

En lo que a comunicación se refiere, te propongo dos sencillas preguntas que te permitirán llegar muy lejos:

  1. ¿Qué nota me pones de 1 a 10?
  2. ¿Qué tendría que haber hecho para ganarme un 10?

LOS LÍDERES BUSCAN COMUNICAR MEJOR PARA INSPIRAR MAYORES CAMBIOS EN SU AUDIENCIA

El feedback proveniente de los demás en situaciones de comunicación reales traza la vía rápida hacia tu mejora. La comunicación del líder persigue un propósito muy bien definido: inspirar en su audiencia un cambio profundo en sus ideas, en sus emociones y en sus acciones.

Por tanto, la pregunta más importante, y más difícil, que puedes plantear a tus seguidores después de tu intervención es:

¿Qué harás diferente a partir de ahora?

Si nada cambia, no eres un líder.

[¿Quieres recibir un feedback cualificado y profesional sobre cómo te ven los demás como comunicador? Nuestro servicio de coaching Comunicación para el liderazgo pavimentará tu camino para convertirte en un líder.]

DIÁLOGO ABIERTO

¿Qué clase de feedback recibes de tus equipos y de tus pares?

[Créditos: Sahara, de Shutterstock.]