Todos buscamos claves fáciles de aplicar que nos ayuden a mejorar deprisa y sin mucho esfuerzo en aquellas disciplinas que nos interesan personal o profesionalmente. Estos son los tres errores que, a mi juicio, los presentadores cometemos con más frecuencia. Si quieres convertirte en un comunicador de primera, procura evitarlos.

Error nº1: Repetir la misma presentación para públicos distintos

Nunca se podrá insistir demasiado sobre esta idea: hace falta adaptar cada presentación a los intereses de la audiencia. Aunque no te lo parezca, cada público es distinto (y si de verdad no te lo parece, esfuérzate por encontrarle algún rasgo singular). Apremiado por sus compromisos cotidianos, lo normal es que un conferenciante habitual prepare una charla y la repita una y otra vez ante públicos distintos. A lo sumo, cambiará el logotipo en la diapositiva de portada y alguna referencia inicial destinada a congraciarse con el público y los organizadores del acto, pero todo lo demás será lo mismo que haya contado en otras ocasiones. Tú, procura evitarlo. Cada público tiene algo —características propias de su trabajo o de su sector, expectativas, conflictos, necesidades— que lo hace distinto. Investiga un poco y encuentra elementos particulares que te permitan ofrecer una presentación adaptada. Te aseguro que el público lo nota y lo agradece.

Error nº2:Descuidar los elementos multimedia

Igual que no te presentarías ante una audiencia con barba de varios días, el pelo sucio, y un traje arrugado y lleno de manchas, tampoco deberías descuidar el aspecto de las diapositivas y vídeos que muestres. La imagen que proyectas al público depende de ellos tanto como de tu atuendo y de tu personalidad. Sólo tienes una oportunidad de causar una primera buena impresión, y es cierto. Un PowerPoint feo deslucirá la presentación más interesante. Piensa que tus diapositivas son como la guinda del pastel: aunque lo importante sea todo lo que hay debajo de la guinda, no por ello vas a coronar la tarta con un pegote que desluzca. No lo hagas tampoco en tus presentaciones. Hoy en día no hay excusa para no contar con una presentación de calidad profesional. Muchas agencias de diseño las crean por precios muy razonables; y si prefieres hacértela tú mismo, aprenderás lo necesario apuntándote a un curso avanzado de manejo de programas de presentación. En El Arte de Presentar tenemos uno muy popular que hemos llamado Superpoderes del PowerPoint (¡y lo de los superpoderes no es exageración!).

Error nº3:Presentar sin haber ensayado

Esto lo tiene que entender todo el mundo: no se puede ir a ensayar delante de la audiencia. Antes de ofrecer tu presentación en público debes haberla preparado a conciencia en privado. Y eso no consiste en comprobar que las diapositivas están en orden y que sabes más o menos de qué hablas en cada una. Ensayar de verdad requiere ponerte de pie, imaginar que tienes al público delante, poner en marcha un cronómetro, encender la cámara de vídeo, y hacer la presentación de principio a fin. Sólo así verás si te pasas de tiempo o te quedas corto, si te lías o te repites, si alguna sección se hace larga o si alguna idea resulta confusa. Además, el ensayo concienzudo es el mejor antídoto contra los nervios. Me temo que con demasiada frecuencia asistimos a presentaciones que ni siquiera los propios ponentes han visto antes, y eso se nota.

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DIÁLOGO ABIERTO

¿Qué otros errores debe evitar un buen comunicador?

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