Un orador no sólo necesita una energía desbordante sobre el escenario para contagiar pasión y entusiasmo, además necesita claridad mental, sensación de ligereza y buen humor. En una entrada anterior expliqué cómo el movimiento contribuye a obtener esos beneficios. Por si fuera poco, cuentas con otro gran aliado: una alimentación adecuada.

Si quieres gasolina de alto octanaje para tu cuerpo, ¡come comida real!

¿Qué es eso de «real»? Pues lo que tradicionalmente compraban nuestras abuelas en el mercado: carnes, aves, pescados, mariscos, huevos, frutas, verduras, legumbres, etc. Vamos, alimentos en su estado lo más cercano al original. ¿Cómo puedes saber si un alimento es comida real o no? Muy fácil. Porque en la etiqueta aparece un solo ingrediente: el propio alimento. Si aparecen más, entonces con toda seguridad estará procesado.

Por desgracia, entre el 50 y el 80% de lo que comemos diariamente en España son alimentos ultra procesados, no es comida real. Los alimentos ultra procesados concentran mucha energía y pocos nutrientes. Su problema no está en que tengan química, sino en sus efectos nocivos sobre tu energía y sobre tu salud.

Entonces, si son tan malos para la salud, ¿por qué los compra la gente? Porque son muy baratos, suelen resultar súper ricos y además se conservan por mucho tiempo. Son ideales para la vida moderna. ¿Quién tiene tiempo hoy para cocinar y preparar sus comidas? Lo cómodo es tirar de súper.

¡Ojo! No vayas a creer que estoy hablando sólo de platos cocinados sino de todo lo demás que compras creyendo que es muy sano: todos los tipos imaginables de cereales para el desayuno y barritas energéticas, panes en todas sus variantes, preparados lácteos de lo más variopinto, el inmenso abanico de galletas y bollería, los helados, los embutidos, las salchichas, las salsas, las sopas, el tomate frito, la mermelada, los refrescos y bebidas en general, incluidos los zumos, ¡hasta el chocolate! En fin, la práctica totalidad de lo que compras en un supermercado.

Pero, ¿tan malos son esos alimentos? ¡Si los tomo a diario! Verás, el problema está en que contienen cantidades industriales (y nunca mejor dicho) de harinas refinadas, azúcares y grasas trans. Toma nota, porque son tres ingredientes cuyo consumo te conviene reducir e, idealmente, llegar a eliminar por completo de tu dieta. ¿Por qué?

Analicemos el desayuno de un español típico: cereales, o tostadas con mermelada, o galletas, o porras, o cualquier tipo de bollería, tal vez con algo de leche desnatada, más un zumo de naranja. En realidad, estás desayunando azúcar. ¡No hay apenas rastro de proteínas ni de grasas! En España consumimos cantidades ridículamente altas de carbohidratos, fundamentalmente trigo muy refinado: galletas, bollería, pan, pasta, pizza, empanadas, empanadillas, hojaldres, fideos, rebozados, …

Cómo te afecta el exceso de azúcar en tu dieta

Todos los carbohidratos se convierten en glucosa en tu torrente sanguíneo. La diferencia entre unos y otros está en que cuanto más refinados son, más rápida es esta conversión. Si comes azúcar en exceso, la glucosa en tu sangre sube mucho y la insulina se dispara. Como te sonará, la insulina es una hormona segregada por el páncreas. Su misión principal es eliminar la glucosa de la sangre, porque en exceso es tóxica. La insulina obliga a las células de tu cuerpo a absorber la glucosa para usarla como combustible.

Volvamos al típico desayuno. Como está cargado de azúcar, se produce un pico de insulina que actúa retirando rápidamente toda esa glucosa y al cabo de un par de horas tus niveles de glucosa están por los suelos. Los anglosajones llaman a este estado de manera muy gráfica: Sugar Crash. Fíjate cuáles son sus síntomas, que más de una vez habrás sufrido:

  • Confusión mental y dificultad para concentrarse.
  • Ansiedad.
  • Fatiga.
  • Dolor de cabeza.
  • Cambios de humor.
  • Irritabilidad.
  • Alteración del juicio.

¿Te suenan? No es el mejor estado para una presentación lúcida, ¿verdad?

Con lo cual, ya empiezas mal con ese desayuno, privándote de energía y claridad. Para empeorar aún más las cosas, llegas con hambre al sitio de la presentación. ¿Qué te sirven en los coffee breaks de cursos y eventos? Croissants, donuts, pastas, bizcochos, zumos, ¡azúcar y más azúcar, con harina refinada y grasas trans! Evita esos refrigerios, porque sólo te privarán de tu energía.

Si quieres más energía, come menos azúcar

La OMS recomienda limitar tu ingesta de azúcar añadido a no más de 25 g al día, o sea, unos seis azucarillos. Y no te dejes engañar, ¡seguro que consumes mucho más azúcar del que crees! Está escondido en gran parte de los alimentos que comes a diario. Si no es comida real, posiblemente contenga una elevada cantidad de azúcar, harina refinada y grasa trans. Por si te sirve de referencia, un producto empaquetado con más de 10 g de azúcar por 100 g de producto contiene más de lo que necesitas en una sola toma.

Haz todo lo que esté a tu alcance para reemplazar los carbohidratos refinados por verduras y hortalizas cuando preparas o pides una comida. Por ejemplo, en vez de pedir primeros platos basados en el trigo (pasta, pizza, pastel, sopa de fideos, sándwich), opta por una ensalada, o una menestra, o un pisto, o unas judías verdes, o una escalibada, o un plato vegetal similar. En lugar de beber zumos, que contienen todo el azúcar de la fruta, pero sin la fibra, cómete la fruta entera. Si necesitas un snack a media mañana o a media tarde, en lugar de patatas fritas, nachos, galletas o barritas, llévate frutos secos, fruta, semillas, yogur natural, unas aceitunas, etc. ¿Y qué comer antes de una presentación? Te lo cuenta nuestra compañera Mónica en El plato estrella es… ¡tu presentación!.

Si buscas niveles altos de energía no sólo durante una presentación sino durante todo el día, elimina poco a poco los alimentos ultra procesados de tu dieta y sustitúyelos por comida real. Al final, el tiempo que ganas comprando en el supermercado lo pierdes en salud. Recupera el hábito de comprar alimentos frescos y de cocinarlos en casa. Como bien dice Aitor Sánchez en Mi dieta cojea:

«Más mercado y menos supermercado. Compre alimentos que no tengan etiqueta».

Para comer sano y alcanzar niveles sostenibles de energía, ¡vuelve a la cocina!

Mi Dieta Cojea

LOS CUATRO PILARES DE LA SALUD

Acabas de leer el segundo artículo de la serie de cuatro artículos sobre Los Cuatro Pilares de la Salud:

Cómo el ejercicio físico nos ayuda a hacer mejores presentaciones


DIÁLOGO ABIERTO

¿Qué comes antes de una presentación?

[Créditos: Imagen de cabecera diseñada para este artículo con elementos de shutterstock. ]

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