¿Crees que Ferrán Adriá dejaba algo a la improvisación?

Los grandes cocineros reproducen miles de veces el mismo plato con éxito porque no pueden fallar. Puede que para el comensal, el plato parezca nuevo, fresco y diferente, pero nada se deja al azar y detrás siempre hay una estructura definida, una idea bien transmitida y mucho ensayo.

En una presentación, ya sea una oportunidad comercial o una ponencia ante el público, nos lo jugamos todo a una carta. Para que no falle, tener un discurso bien definido y redactado por un profesional puede ser de gran ayuda.

Destacar una anécdota con gracia, dar a una metáfora carga emocional para motivar a la audiencia o hacer preguntas con gancho, pueden dejar de ser territorio de los guionistas y pasar a tu arsenal de persuasión para tus productos, servicios o mensajes.

¿Cómo podemos ayudarte?
Partimos de la estructura generada en nuestras sesiones de facilitación o bien entregada por el cliente y redactamos un discurso potente que mueva a la audiencia a la acción y sea capaz de inspirar y motivar, tratando siempre de adaptarlo a las características del ponente.

¿Qué entregamos al finalizar?
Un documento Word con el discurso por bloques (relativos al contenido) y anotaciones.