Según las estadísticas presentadas en el libro de curiosidades «The Book of Lists«, hablar en público se sitúa a la cabeza de todos nuestros miedos, por delante incluso del miedo a la muerte, que ocupa un modesto cuarto lugar. Estos sorprendentes datos llevaron al famoso comediante Jerry Seinfeld a la conclusión de que en un funeral la mayoría de los asistentes preferirían estar en el ataúd que pronunciando el panegírico del difunto.
Hablar en público ocasiona miedo escénico
Para la mayoría de nosotros hablar en público puede convertirse en una experiencia aterradora. Según la definición proporcionada por el pensador español José Antonio Marina en su obra «Anatomía del miedo»:
«Un sujeto experimenta miedo cuando la presencia de un peligro le provoca un sentimiento desagradable, aversivo, inquieto, con activación del sistema nervioso autónomo, sensibilidad molesta en el sistema digestivo, respiratorio o cardiovascular, sentimiento de falta de control y puesta en práctica de alguno de los programas de afrontamiento: huida, lucha, inmovilidad, sumisión.»
A la vista de esta vívida descripción, cabe preguntarse: ¿qué peligro objetivo puede existir al hablar en público? ¿Por qué sentimos pánico? No va a hundirse el estrado bajo nuestros pies ni desplomarse el techo sobre nuestras cabezas. No nos van a tirar tomates. Ni siquiera van a abuchearnos por mal que lo hagamos. Y a pesar de todo, subir al estrado y tomar la palabra ante un auditorio nos incomoda, nos agobia, nos espanta:
- Temblequean manos y piernas
- Sudan excesivamente las palmas
- El corazón late aceleradamente
- Falta el aire
- Se tensan los músculos
- Se crispan las manos
- El rostro se ruboriza
- Se pierde la concentración
- Aparecen molestias gastrointestinales
- Tiembla la voz
- Se seca la boca
Curiosamente, cuanto mayor es la audiencia más se agudizan las respuestas del miedo. Existe en nuestras mentes una relación inconsciente de proporcionalidad entre nuestros nervios y el tamaño de la audiencia, es decir, entre el número de ojos clavados en nosotros. A grandes audiencias, grandes temores. Como si fuera menor el esfuerzo para hablar ante tres que ante trescientos.
Tener miedo a hablar en público es natural
Todos los oradores, con independencia de los años de experiencia, sentimos miedo antes de salir a escena. Lo que distingue a los grandes oradores es que aceptan la sensación de temor sin que llegue a dominarles. De hecho, ni siquiera es deseable suprimirlo por completo, porque sin miedo no hay tensión, y sin tensión no hay reflejos. Una pequeña dosis de tensión ayuda a hablar mejor.
Aprender a cabalgar sobre el tigre
José Antonio Marina nos recuerda en «Anatomía del miedo» que
«Valiente no es el que no siente miedo -ése es el impávido, el insensible-, sino el que no le hace caso, el que es capaz de cabalgar sobre el tigre.»
¿Sientes miedo al hablar en público? No te angusties, es normal, todos lo sentimos. Comenzaremos a vencer nuestro miedo cuando asumamos que hemos de convivir con una pequeña dosis de nervios en cada una de nuestras intervenciones. En próximas entradas veremos las estrategias para afrontarlo y usarlo en nuestro beneficio. El miedo es un terrible señor, pero un valioso esclavo.
Actualización 14/05/09
Elena Moltó se ha tomado el trabajo de realizar una brillante presentación inspirada en las entradas de la miniserie de Pánico en el estrado.
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¿Alguna vez has sentido miedo hablando en público? ¿Has experimentado alguna de las respuestas del miedo? Comparte tus experiencias con el resto de lectores mediante un comentario.
Mi problema es un tanto distinto. Si me surgen los mismo síntomas que han descrito como un nudo en el estómago, no puedo hablar, se me tuercen las cuerdas vocales, se me entume la mandíbula, se me turba la mente y el corazón late a 1000 por segundo. pero todo esto me pasa cuando me dan una asignación inmediata. por ejemplo, me piden de de repente que haga una oración a Dios en público. obvio que no me da tiempo de pensar ni de reaccionar, simplemente en el mismo momento en que me piden: «haber hermano por favor haga la oración usted». en ese mismo segundo se me desencadenan todas esas reacciones que me hacen sufrir en extremo sin darme tiempo a razonar nada. lo hago pésimo. lo mismo me pasa cuando me dicen en la congregación que lea algún texto de la Biblia y me toman de repente que lo haga. la verdad no puedo ni decir una sola palabra.
¿¿¿Que puedo hacer en ese momento???
por favor ayúdenme.
Podemos ayudarte a través de nuestro servicio de coaching.
a y aparte de,no puedo hablar normal,parece ansiedad,y hablo con demasiada rapidez,tanto asi que de cada rato no me salen las palabras y/o me pongo tartamudo. espero me ayuden!!
John, no conozco remedios instantáneos para tu problema (ni para ningún otro). Deberías probar a porner en práctica la Terapia Cognitiva Conductual, tal como la he ido describiendo en las entradas de esta serie sobre el miedo, la última de las cuales es https://www.elartedepresentar.com/2009/06/03/panico-en-el-estrado-vi-supera-la-ansiedad-de-hablar-en-publico/. Te llevará muchas horas trabajarlo, pero si perseveras y practicas incansablemente los ejercicios, al final podrás superarlo.
Si el problema persiste, puedes sufrir un trastorno grave de ansiedad social, en cuyo caso deberías acudir a un especialista, quien podría tratarlo con fármacos y terapia (pero tampoco de manera instantánea).
¡Suerte!
No es que sienta miedo,es que los nervio me controlan,tengo el valor,pero los nervios lo dañan todo!! puedo estar preparado concentrado,pero cuando se que esta cerca el suceso me pongo a temblar,por ejemplo:
En la escuela me dieron un trabajo oral de una cancion,tenia que poner la cancion,y que mis compañeros la escuchen,tambien la podia cantar o bailar,las ultimas 2 eran opcionales,luego decir la el mensaje de la cancion,me prepare para ello,el dia que me toco cantarlo a 2 horas estaba de lo mas bien,cuando comence a practicar frente a mis amigos me salio bien,luego a 5 minutos de empezar a cantar me distraje respire hondo,intente pensar en otras cosas e intente todo lo posible para no entrar en nervios,pero an asi,ya sabia que estaba demasiado cerca,lo que hizo que mis manos comenzaran a temblar,mi voz tambien comenzo a temblar,se me seco la boca,me emocione,todo mi cuerpo temblo, comence a cantar con todo eso,y durante la cancion mis nervios hicieron que cometiera errores,temblaba mi voz mientras cantaba como si acabara de llorar,o lo estuviera haciendo,y me senti en otro mundo,mi cabeza dio vueltas todo fue horrible,y me detuve ne medio de la cancion,fue horrible,una gran verguenza,
puedo cantar frente de casi 5 personas y casi comienzo a temblar se pasan de 7 o 8 que o si no les tengo confianza pues me entran los nervios,al igual que tambien puego dar un informe oral,me lo se de rabo a cabo y cuando me paro en frente de todos,la mente se me va en blanco,se me olvida todo,y eso con haberlo practicado,aunque no siente pasa,pero los nervios quisiera saber como controlarlos son horribles,mi madre me dice que yo aprendere a vivir con eso,ya que mi tio tambien padece de eso pero no se,al igual cuando pones las mano firmes,en comparacion con mis manos, en una persona normal,la mano parece de un muerto,mis manos tiemblan excesivamente,y mas cuando estoy nervioso,el que ve mis manos estando nervioso,diria que tengo parkinson .
quisiera saber un remedio instantanio para esto ya que no quiero ser nervioso,ni padecer de los nervios de esa manera nunca mas.
es fuerte,que tus amigos mantengan un papel levantado y se vea inmovil,
encuanto a mi papel,el mio tiembla demasiado,
no se que hacer ayuden!!!!
por fa espero su respuesta!!!!
Me muero de pánico cuando tengo que hablar aunque ante seis personas ya que todas son expertas. no sé qué hacer. pueden publicar técnicas para superarlo
Me gustaría aportar que el factor que más me ha ayudado a «cabalgar el tigre» ha sido restarle importancia a los colmillos del tigre, es decir, no pensar en el daño a mi orgullo que puedan hacerme los oyentes con sus posibles críticas. Eso, y tener confianza en mí mismo, al ser consciente que nadie sabe en la sala más que yo sobre el tema del que voy a hablar. El miedo es mayor, cuanto más numerosas son las posibilidades de que alguien «te busque las cosquillas».
Enhorabuena por la página, es extremadamente práctica.
Paciencia. Daré respuesta (parcial, desde luego) a esos interrogantes en próximas entradas. Se trata de un asunto muy complejo para el que no existen recetas ni fórmulas magistrales que solucionen automáticamente todos los problemas.
Bien. Pero ¿por qué tenemos miedo? ¿de qué tenemos miedo?
Miedo, tensión, nervios son sensaciones que describen cómo me siento cuando tengo que enfrentarme a hablar en público. La intensidad depende de dos factores: mi seguridad y confianza en lo que voy a contar y el tipo de audiencia. Si el primero se tiene bajo control, la audiencia deja de ser un problema nada más empezar.