En su controvertido libro “Frames Of Mind: The Theory Of Multiple Intelligences” publicado en 1983, el psicólogo de la Universidad de Harvard, Howard Gardner, presentó por primera vez la teoría de las inteligencias múltiples: cada uno de nosotros poseemos como mínimo siete inteligencias medibles, más allá de la reduccionista visión de inteligencia medida por los típicos tests de inteligencia, centrados en las habilidades de razonamiento verbal y matemático. Estas siete inteligencias son según Gardner:
- Inteligencia verbal-lingüística: La capacidad de usar las palabras.
- Inteligencia lógica-matemática: La capacidad de trabajar bien con los números y/o basarse en la lógica y el raciocinio.
- Inteligencia espacial-mecánica: La habilidad para visualizar imágenes mentalmente o para crearlas en alguna forma bi o tridiminensional.
- Inteligencia musical: La capacidad de expresarse mediante formas musicales.
- Inteligencia corporal cinética: Competencias que se destacan por la realización de acciones motrices, con todo el cuerpo o con las manos.
- Inteligencia intrapersonal (autoconocimiento): La autocomprensión, el acceso a la propia vida emocional, a la propia gama de sentimientos, la capacidad de efectuar discriminaciones de estas emociones y finalmente ponerles nombre y recurrir a ellas como medio de interpretar y orientar la propia conducta
- Inteligencia interpersonal-social: La capacidad nuclear para sentir distinciones entre los demás, en particular, contrastes en sus estados de ánimo, temperamento, motivaciones e intenciones. La inteligencia interpersonal se basa en el desarrollo de dos tipos de capacidades, la empatía y la capacidad de manejar las relaciones interpersonales.
Posteriormente, Gardner y su equipo añadieron una octava:
- Inteligencia naturalista: La competencia para percibir las relaciones que existen entre varias especies o grupos de objetos y personas, así como reconocer y establecer si existen distinciones y semejanzas entre ellos
Y yo me atrevería ahora a añadir una novena:
- Inteligencia escénica: La capacidad de conectar con la audiencia, captar y mantener su interés, fomentar la comprensión y el recuerdo de tu mensaje e inspirar en ella un cambio duradero.
Existen muchas formas de ser listo
Una conclusión muy alentadora de los estudios de Gardner es que la inteligencia es una capacidad y por consiguiente no es innata sino que puede aumentarse a lo largo de nuestra vida. Igualmente ocurre con nuestra inteligencia escénica. El orador no nace, se hace. No se viene al mundo creando grandes presentaciones, es un proceso que se aprende con la práctica y con los errores. Es responsabilidad tuya desechar todas esas creencias autolimitadoras sobre falta de dones naturales. La falta de talento suele ser la justificación para la pereza.
Tienes la capacidad aquí y ahora para desarrollar tu inteligencia escénica y convertirte en un orador mucho mejor de lo que ya eres… si estás dispuesto a trabajar con la intensidad y durante el tiempo suficiente para lograrlo.
(Este post fue inspirado tras una conversación con mi gran amigo Igor Campillo)
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Para presentar mejor, grábate en vídeo
Diálogo abierto
¿Cómo andas de inteligencia escénica? ¿Te expresas como un libro abierto? ¿Da gusto escucharte? ¿Embelesas a tus audiencias? ¿Conoces gente así?
Buena reflexión, Alberto. Al final la gente desarrolla la inteligencia que para nuestra sociedad proporciona la vía más segura al «éxito». Claro que si entramos a examinar de cerca qué es eso que llamamos «éxito», a lo mejor nos daríamos cuenta que es más «fracaso» que otra cosa, tristemente.
Enriquecedora presentación de una realidad no siempre percibida desde esa óptica.
Gracias
Rafael Varón
Un honor aparecer en el blog.
Un placer y una gran riqueza toda una vida de conversaciones… Y las que nos quedan.
Y que lo digan, aún nos quedan muchas conversaciones enriquecedoras 🙂
Excelente post, con el que he disfrutado leyendo. Sólo comentar que me parece injusto que la inteligencia «por excelencia» sea la lógica-matemática.
Por ejemplo, a todo el mundo le sonaría fatal que se dijera que Cristiano Ronaldo o Messi, tienen la misma cantidad de inteligencia que Pavarotti o Carreras, aunque sea inteligencia de distinta clase.
Qué razón tienes, José Manuel. En nuestra sociedad hemos primado la inteligencia lógico-matemática sobre todas las demás. Da igual que un niño exhiba capacidades extraordinarias en deporte, música o dibujo, hay que ponerlo a estudiar, y que haga empresariales, o ingeniería, o medicina, que esas son carreras de verdad, que sólo cuatro privilegiados se ganan la vida con el deporte, la música o el dibujo. Y así nos luce el pelo, ¿no creéis?
En primer lugar excelente post, como señalaba José Manuel. Pero voy a intentar abrir un poco de debate.
Considerando las diferentes inteligencias que se señalan en el artículo, en el entorno en el que vivimos relmente se considera inteligencia la verbal, la matemática y la espacial; habilidades o dones el de la música y el deporte y capacidades las de conocimiento de uno mismo, de otra persona inclusola naturalista y escénica.
Como bien se señala, todos son inteligencias y realmente los términos que yo usé, y que creo que se usan comunmente, están equivocados.
Sin embargo, ¿por que se considera la «matematica» como la inteligencia por excelencia? (Yo añadiría la verbal y la espacial a lo señalado por José Manuel). A mi entender por el concepto de «éxito» que tenemos en la sociedad, que nos lleva a considerar como éxito el tener un mayor nivel de vida (medido en €). Y si sabemos que deportistsa, musicos y actores con un gran nivel de vida son pocos en número y que muchos otros no llegan al nivel de vida medio, cuando tenemos un hijo preferimos que se desarrolle por la «vía común» que le da una probabilidad de tener una mejor vida, que si lo hace por otros caminos.
Lo digo yo que sin tener ningún don para la música, tengo una hermana que si lo tiene, pero que como no ha conseguido «triunfar» en lo suyo, ha vivido siempre con el miedo a no tener trabajo al día siguiente, hasta que se ha incorporado al «carril».
Así que el concepto de Inteligente a mi entender, viene por el concepto de éxito, que es el que se debería cambiar, pues creo que medir el nivel de vida por los euros y no por la satisfacción del ser humano con su vida y con lo que hace día a día es equivocado.
Completamente de acuerdo contigo Alberto. El concepto de éxito, medido en mi humilde opinión en el nivel de satisfacción personal y/o felicidad es que se debería cambiar. Medir el nivel de vida por la capacidad adquisitiva y no por la satisfacción del ser humano con su vida y con lo que hace día a día es lo que nos ha llevado a tener este mundo lleno de individuos con conflictos internos….saludos y bendiciones.