Los gráficos circulares presentan tantos inconvenientes como herramienta de comunicación de información cuantitativa, que muchos expertos en presentación visual de información (Edward Tufte, Howard Wainer, Stephen Few, etc.) desaconsejan completamente su uso, a favor de otros tipos de gráficos, como los de líneas o los de barras, o incluso las tablas de humilde texto.
A continuación comparto contigo las cinco razones principales por los que yo no los uso en mis presentaciones (ni informes).
1) Los gráficos circulares no permiten transmitir cantidades exactas
A no ser que se etiqueten los sectores con los valores exactos, lo que disminuye la SNR, un gráfico circular no puede transmitir una idea de los valores cuantitativos. Compara el gráfico circular de la transparencia 1 con el de barras de la transparencia 2, ambos sin etiquetar. ¿Cuál de los dos resulta más informativo?
2) Cuando existen demasiados sectores, los gráficos circulares aparecen abarrotados
A partir de seis sectores, un gráfico circular comienza a ser ridículo porque los sectores tendrán tamaños similares y resultarán indistinguibles. El gráfico de la transparencia 1 no sirve para nada si no se leen las etiquetas con los valores cuantitativos. Y puestos a leer las etiquetas, ¿no sería entonces mejor usar una tabla como la de la transparencia 2, en la que además he ordenado por los valores en lugar de por las categorías?
3) Somos incapaces de comparar con precisión los tamaños relativos entre sectores de un gráfico circular
Nuestro ojo evolucionó para ser preciso en la comparación de longitudes, no de ángulos ni áreas. Trata de ordenar de mayor a menor los sectores de la transparencia 1. Te costará un gran esfuerzo. Compáralo con la facilidad de ordenar las barras de la transparencia 2.
4) No podemos comparar con precisión gráficos circulares entre sí
Del mismo modo, nuevamente como consecuencia de la Ley de las Potencias de Steven, nos resulta complicado comparar dos o más gráficos circulares entre sí. Si quieres comparar las ventas de la empresa A con las de la empresa B en las distintas regiones, ¿no te resultará más fácil hacerlo con las barras de la transparencia 2 que con los sectores de la transparencia 1?
5) Los abusos frecuentes a que se someten los gráficos circulares disminuyen drásticamente su legibilidad
Para terminar de empeorar las cosas, los gráficos circulares se someten a todo tipo de abusos: perspectivas en 3D, transparencias, brillos, múltiples sectores explotados, colores similares que no discriminan suficientemente unos sectores de otros, etc. Cualquiera de estas manipulaciones disminuyen la ya menguada capacidad de comunicación de los gráficos, cuando no tergiversan completamente la historia de los datos. La transparencia 1 te hará creer que China es el país del mundo que más CO2 emite, muy por delante de la UE e incluso de EEUU. La verdadera historia emerge con toda nitidez en la transparencia 2.
Porque los datos no hablan por sí mismos, dales voz para que cuenten su historia verdadera en tus presentaciones.
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¿Usas gráficos circulares? ¿Se te ocurre alguna ocasión en la que puedan resultar ventajosos?
Hola muchas gracias por la presentación y explicación . He visto que efectivamente induce la tarta a la confundir y a la manipulación según que casos.
Vaya por delante que me encantan las tartas, especialmente si son de nata.
En cuanto a las que son para informar, creo que es muy interesante lo que dices del ojo humano porque realmente es mucho más complicado ver diferencias de área que de longitud (el ejemplo 3 es demoledor). Pero quizá hay un punto medio: los donuts. El donut, pese a ser una tarta, realmente lo mide es una longitud, aunque curva (…)
Cambiando de tema,las tartas yo creo que son lo más útil para expresar porcentajes/miembros/etc, siempre y cuando la suma de ellos sea 100%. Hay algunos que vivimos obsesionados con la mitad+1: para los parlamentos, para las cuotas de mercado, para alianzas entre accionistas de una empresa, para saber cuántos piensan igual que tú… para infinidad de cosas es interesante saber quiénes podrían hacer la mitad+1. Y eso no puede verse con barras, sino con la vista clavada en ese punto que corresponde al 50%, que siempre debería colocarse en las 6:00 (o en las 12:00 si es una media tarta) y que si te pasas de él ganas y si no llegas pierdes.
En cualquier caso, creo que las porciones deben ir siempre ordenadas, bien sea por cuestiones de afinidad (para que sean fácilmente agrupables) o mejor en función del tamaño. Y creo que es muy útil que siempre empecemos a contar a partir de las 12:00 y a partir de ahí en el sentido de las agujas del reloj en orden decreciente (excepto si hay un ‘Other’, que ese quedamos el otro día que mejor siempre al final!).
Por resumir un poco: tartas sí cuando la suma de sus partes sea 100%, cuando se pretenda dejar clara la supremacía (o no-supremacía) de uno o dos sobre todos los demás y siempre de forma ordenada. ¿Qué piensas? ¿Te convenzo??? 😉
Totalmente de acuerdo. Buen artículo. Las tartas son para comer no para informar.
Buen post y gran título 😉 Gracias.
Buen artículo. Es cierto que las tartas, por abuso, terminan empalagando. Ciertamente sobrevaloradas.
Antes que nada me gustaría felicitarte por el blog. Es justo lo que estaba buscando. Soy estudiante de comunicación y me encanta analizar y mejorar la dinámica de las presentaciones. Muchas gracias por compartir tus ideas!
Gracias por el comentario y ¡felices presentaciones!
Yo en todas mis transparencias sólo uso una con un gráfico en forma de tarta, que es para representar las tres porciones principales que componen el aire (78% N, 20 % O y 2 % otros elementos de los cuales hablo a partir de la siguiente diapositiva). A ver si me dices que otra opción visual tengo.
Para todo lo demás, gráficos de barras o líneas. Parece el final de un spot 😉
Haz una prueba con un gráfico de barras horizontal ordenado de mayor y menor, y si no te convence, sigue con la tarta. Con sólo tres sectores y muy diferentes entre sí reconozco que puede funcionar bien.
Totalmente de acuerdo! Las tartas son una metafora visual muy sencilla, muy f’acil de entender y muy poderosa. Pero tambi’en es muy limitada. S’olo sirve para expresar reparto y en unas condiciones concretas, que son las que has identificado en tu entrada con unos ejemplos estupendos: (i) pocos sectores, 4 maximo, (ii) diferencias apreciables entre ellos y (iii) no prespectiva ni ning’un artificio gr’afico m’as all;a del circulo que se divide en sectores.
Quiz’a decir que no hay que usarlas nunca es un poco excesivo, pero desde luego hay que usarlas muchisimo menos de lo que habitualmente se hace; s’olo cuando es la mejor manera de representar visualmente un argumento y, como hemos visto antes, eso ocurre en muy contadas ocasiones.
(perdonadme por las tildes, pero estoy con un teclado americano..)
Gracias por tu nueva aportación, Joaquín.
Con sólo dos sectores los gráficos circulares no hacen mal su trabajo, pero entonces parecen pac-man. Y para dar dos valores: 30% y 70%, basta con dar uno como texto y nos ahorramos el otro.
Con tres valores todavía puede quedar legible y casi (digo casi) quedan en pie de igualdad con las barras.
Con cuatro y a partir de ahí, creo que las barras son superiores.
Eso sí, no niego que queden más bonitos y que puedan ocupar menos espacio que las barras, pero comunicar, comunicar, ¡prefiero las barras!
Fantástico Gonzalo, aunque creo que sí hay un buen uso de la tarta: Para mostrar la proporción cualitativa entre dos o tres valores que componen una totalidad, como por ejemplo el porcentaje de progreso de un proyecto (ejecutado / pendiente)
Muchas gracias, Vicente. Incluso para eso que dices, creo que existen alternativas mucho más claras. Será tema de una próxima entrada.