Nada es tan ilustrativo como un buen vídeo

No salgo de mi asombro cuando algunos de mis clientes me confiesan no insertar vídeos en sus presentaciones por miedo a que falle su reproducción. ¡Nada es tan ilustrativo como un buen vídeo! Si teniéndolos no los incluyes, estarás renunciando a una de las mayores ventajas de las presentaciones multimedia. Eso sí, aprende a hacerlo correctamente. Los vídeos actúan como un recurso excelente para recapturar la atención, aumentar el interés y cambiar el ritmo de tu presentación.

No salgas de PowerPoint o de Keynote

Lleva tus vídeos integrados dentro del archivo de PowerPoint o de Keynote. Si quieres que tu charla comunique un auténtico estilo profesional, no abandones nunca la presentación. Queda muy mal acercarte al ordenador, conmutar de la presentación al explorador de carpetas, mostrar a la vista del público la foto de escritorio de tu portátil con gatitos en cestas de ropa o bebés en la bañera (¡te lo juro, lo he visto!), ponerte a buscar el vídeo por todo el disco duro, reproducirlo con dificultades en Windows Media Player o en Quicktime o en lo que sea, y luego regresar a la presentación.

Y lo que aún queda muchísimo peor y suele acarrear resultados desastrosos es abrir el navegador, conectarte a Youtube o Vimeo y reproducir el vídeo directamente desde esos sitios web. Como Murphy nunca descansa, cuenta con que habrá problemas con la WiFi y que el vídeo no se cargará o se interrumpirá a mitad. Todas estas interrupciones distraen de tu mensaje, erosionan tu profesionalidad y terminan desconectándote de la audiencia. He sufrido junto a ponentes que luchaban en vano durante varios minutos para que un vídeo funcionara. Todo por no llevar los deberes bien hechos desde casa.

Si quieres dar el paso hacia el siguiente nivel de profesionalidad, no abandones PowerPoint o Keynote para reproducir tus vídeos

Todos los programas de presentaciones permiten insertarlos en las transparencias, de manera que se reproduzcan automáticamente cuando se llegue a la transparencia en cuestión. La audiencia no sentirá ninguna ruptura en el flujo de la presentación ni se producirán sorpresas desagradables.

Para que el tamaño del archivo de tu presentación no crezca desmesuradamente fuera de control, te recomiendo que, en lugar de insertarlo, lo vincules. Si guardas el archivo de PowerPoint o Keynote en la misma carpeta que los vídeos, podrás copiarla a otros ordenadores y se reproducirán sin necesidad de volver a vincularlos.

Vincula tus vídeos para que el tamaño de archivo no crezca fuera de control

PowerPoint soporta montones de formatos de vídeo, a diferencia de Keynote, que está muy limitadito. Si tienes un vídeo en un formato que no puede insertarse en tu archivo de presentaciones, utiliza alguno de los numerosos programas de conversión para pasar de unos a otros. A mí Windows Live Movie Maker me va de cine.

¿Y si el vídeo está en Internet?

Descárgalo usando un programa de escritorio especializado en capturar vídeos desde la web, como aTube Catcher, o bien una extensión para tu navegador. En mi caso utilizo la extensión Download Helper para Firefox para descargar a mi equipo cualquier vídeo visto en Internet: Youtube, Vimeo, etc. Además, esta extensión es tan versátil que me permite descargar el vídeo y convertirlo simultáneamente a prácticamente cualquier formato imaginable. Funciona tanto para Windows como para Mac y Linux.

No salgas de PowerPoint para reproducir tus vídeos: insértalos sin costuras dentro de tus transparencias

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¿Usas vídeos en tus presentaciones? ¿Los insertas, los vinculas o te sales del PowerPoint para reproducirlos?