“Había un leñador que se agotaba malgastando su tiempo y sus energías en cortar madera con un hacha embotada, porque no tenía tiempo, según él, para detenerse a afilar la hoja.”

—Anthony  de  Mello, La oración de la rana

Vivimos por lo general tan absorbidos por el trabajo y por la vorágine del día a día que no hay cosa que descuidemos tanto como a nosotros mismos. Todo lo hacemos con prisas, atropelladamente, sin detenernos a disfrutar de lo que hacemos porque ya estamos pensando en la siguiente tarea que debemos acometer. De vez en cuando te conviene pisar el freno, apartarte del barullo y reservar tiempo de calidad para ti.

Poseer la claridad mental para continuar aportando ideas valiosas y frescas en cada presentación exige buscar inspiración en todo tipo de fuentes en las que normalmente no reparas

Para ser mejor profesional a veces debes apartarte de tu profesión. El verano es una ocasión especialmente indicada para desacelerar, pasar días tranquilos y hacer esas cosas que por falta de tiempo o de iniciativa nunca encuentras el momento:

1. Ver películas que habitualmente no verías.

2. Leer libros que por ti mismo no te sentirías inclinado a comprar.

3. Escuchar canciones de estilos musicales en las antípodas de la música que escuchas a diario.

4. Trabar conversación con personas con las que no acostumbras a relacionarte.

5. Jugar por jugar con niños o con otras personas que en apariencia sólo te hacen perder tu valioso tiempo.

6. Hojear revistas en las que por lo general ni reparas.

7. Hacer viajes o dar paseos sin mirar el reloj por lugares diferentes a los que visitas cotidianamente.

8. Probar nuevos platos saludables, experimentar con sabores diferentes en comidas y bebidas, dedicar tiempo a cocinar tú mismo sin prisas.

9. Acudir al teatro, a un festival, a un museo, a visitar monumentos, a recorrer cascos antiguos sin plano ni plan.

10. Hacer un hueco para ese hobby tuyo que has dejado tan descuidado en los últimos meses.

11. Reír, divertirte, salir, pasar tiempo con amigos y familia, sin ningún motivo ulterior, porque sí.

12. Practicar deportes, mejor si son en equipo, hacer ejercicio, sudar.

13. Meditar.

14. Crear islas de desconexión total: ni Internet, ni móvil, ni TV, ni radio, ni prensa, al menos durante bloques de algunas horas al día o idealmente durante varios días.

The Sabbath Manifesto

15. Descansar: duerme por las noches lo que te pida tu cuerpo. Nunca desdeñes el poder de una noche de sueño reparador.

Libérate de la tiranía del minutero del reloj y dedícate tiempo a ti mismo. No hay mejor inversión que invertir en uno mismo. El cambio de escenario y la ruptura con tus rutinas habituales mejorarán tu creatividad y te harán sentir fresco y renovado.

[¿Aún no te has hecho con una copia de mi libro El Arte de Presentar? Este verano también puede ser un buen momento para leerlo y dejarte inspirar por él.]

- Las presentaciones como herramienta de crecimiento y desarrollo personal

- 10 cosas divertidas que puedes hacer este verano para mejorar tus habilidades de hablar en público

¿Qué piensas hacer este verano que no haces habitualmente?