“Hablar oscuramente lo sabe hacer cualquiera; con claridad, muy pocos.”
—Galileo
Cuando era niño me gustaba mucho escribir historias. Se las daba a mi padre para que las leyera. Mientras él leía, yo me sentaba a su lado expectante. Como era un niño muy repipi, me encantaba deslizar palabras rimbombantes para darme importancia. A menudo, mi padre interrumpía la lectura y después de repetirme en voz alta una frase me preguntaba: “¿Qué has querido decir con eso?”. Yo le explicaba con sencillez lo que había querido decir. Su reacción me desarmaba: “Entonces, cambia la frase y dilo así”.
Cuando eres claro haces sentir a la audiencia más inteligente
Xavier Marcet i Gisbert escribe con mucho tino:
“Hay gente que cuando habla tiene la habilidad de hacer sentir a sus interlocutores más inteligentes, más confiados, con capacidad de dar lo mejor de sí mismos desplegando posibilidades que no sabían que tenían. Hay gente que cuando habla hace sentir a sus interlocutores pequeños, periféricos, como si tuvieran que pedir perdón por no estar a la altura”.
Cuando tú hablas, ¿en qué grupo estás?
No busques impresionar, busca comunicar
No busques impresionar a la audiencia con tu lenguaje complicado. Busca conectar a través de un lenguaje claro y sencillo. Tu objetivo es la claridad, no la confusión. Una audiencia confundida es una audiencia descontenta y frustrada. Peter Drucker afirmaba:
“Una de las tendencias más negativas de los últimos cuarenta años es la idea de que si la gente le entiende es usted vulgar”.
Una audiencia confundida es una audiencia que no sabe qué acción tomar tras tu presentación. La claridad precede a la posibilidad de conseguir que la audiencia haga algo. Si no te explicas con claridad, ¿cómo sabrán qué hacer con tu información?
Busca la claridad y crecerás como comunicador.
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DIÁLOGO ABIERTO
¿Dónde trazas la divisoria entre ideas sencillas e ideas simplistas? ¿Entre hablar con claridad y hablar con vulgaridad? ¿Cómo alcanzas la claridad en presentaciones y reuniones?
Grande Gonzalo, siempre he pensado así. Me encantan los escritores como Luis Landero, que trabajan sus textos muchísimo buscando la sencillez.
Los que nos dedicamos a la comunicación sabemos que trabajar la información hasta hacerla comprensible y fácil tiene premio: Ser recordado.
Me encanta este artículo!! Muchas personas buscan transmitir ideas simples con palabras que se encuentran en lo profundo de los diccionarios. Y mientras uno se queda tratando de entender se perdió el mensaje. Y todo porque creen que si lo dicen muy simple pierde valor o credibilidad.
La claridad es la máxima expresión de la sabiduría. Gracias por tus sabias palabras, Gonzalo.
Creo que fue Aristóteles quien dijo: «Piensa como los hombres sabios y exprésate como los hombres sencillos».