“Nada revela tanto el carácter de una persona como su voz.”
—Benjamin Disraeli.
Con esta pregunta nada casual comenzaba una clase para Emprendedores sobre El Arte de Presentar la pasada semana y este es el proceso mental que me llevó a tomar la decisión de utilizarla.
El primer motivo es que preguntar directamente a la audiencia es una de mis maneras favoritas de arrancar las clases. Como ya hemos explicado en otras entradas iniciar nuestra charla con una cuestión, sea retórica o no, va a captar el interés de la audiencia desde el minuto cero lo que nos procurará un nivel de atención elevado en el inicio de la misma.
El siguiente motivo era axiomático. Tras un fin de semana resfriada tenía una disfonía, más que evidente, realmente difícil de disimular. Solemos decir en estas ocasiones que estamos afónicos pero la afonía es no poder decir ni una sola palabra y esta no era mi situación.
En cualquiera de los casos comenzar la clase mostrando vulnerabilidad me estaba ayudando de dos maneras distintas y, a mi parecer, complementarias. De algún modo, reconocer resignadamente lo que me estaba sucediendo me confería la tranquilidad de mostrarles que estaba poniendo toda mi intención en aportar mis conocimientos y mi pasión en esa clase aunque no estuviera en el clímax de mis facultades.
Por otra parte, la sensación que la audiencia experimenta tras conocer el punto débil del ponente, su vulnerabilidad expuesta, es de credibilidad y cercanía. Creo profundamente que nos identificamos más con la figura del antihéroe, que con el protagonista perfecto e irreal. John C. Maxwell nos advertía sobre aparentar excelencia:
“Si quieres impresionar a tu audiencia, háblale de tu éxitos; ahora bien, si quieres que se identifiquen contigo, háblales de tus fracasos.”
De alguna manera mi dolencia me estaba ayudando a conectar emocionalmente con la audiencia.
La voz representa un papel importante en nuestra identidad, lo que hacemos y cómo nos comunicamos. Como las huellas dactilares, cada voz es única y bien utilizada constituye una herramienta esencial y poderosa a la hora de hacer nuestras presentaciones.
En siguientes entradas hablaremos sobre la riqueza y los matices de la voz, sobre cómo sacar provecho de nuestro instrumento: volumen, modulación, impostación…
Pero en esta ocasión vamos a centrarnos en el cuidado previo que todo buen ponente tiene que conocer para proteger su herramienta principal de trabajo: una voz sana y limpia.
Aunque existen muchos factores que pueden provocar trastornos en la voz, casi en el 80% de los casos está originado por un mal uso o sobreesfuerzo de las cuerdas vocales. Trabajar diariamente con la voz, sin periodos de descanso, así como gritar o elevar el volumen puede llegar a provocar desde la aparición de síntomas como irritación o dolor de garganta, hasta generar ronquera o la pérdida total de la voz.
Esta podría ser una sugerencia de decálogo de cuidados de la voz del ponente:
1Una buena hidratación
Las cuerdas vocales necesitan estar bien lubricadas con una capa delgada de mucosidad. Para ello, lo mejor es beber al menos 1,5 litros diarios. En cambio, las bebidas alcohólicas y con cafeína disminuyen la lubricación que las cuerdas vocales necesitan. Un ambiente seco también complica la situación y ciertos medicamentos, como los antihistamínicos o los antidepresivos provocan sequedad de la mucosa.
2Dormir lo suficiente
Dormir menos de 6 horas provoca cansancio vocal y la predisposición a sufrir lesiones.
3Una alimentación equilibrada
Con un buen estado de salud general se opone una mayor resistencia al esfuerzo vocal.
4Haz ejercicio regularmente
El ejercicio aumenta el vigor y la tonificación muscular. Esto ayuda a mantener una buena postura y respiración, necesarios para hablar adecuadamente.
5Evitar el ruido ambiente
Es lo que más perjudica a la voz puesto que obliga a hablar con un volumen que supere ese ruido. Por otro lado, al gritar pueden aparecer nódulos y con la tensión una mayor posibilidad de lesión, al contraerse más las cuerdas vocales.
6No forzar la voz
Cada persona tiene una resistencia que depende de sus características personales y de su entrenamiento vocal. Cuando se sobrepasan estos límites aparece la disfonía y la predisposición a padecer enfermedades vocales. Por lo general, se puede hablar cuatro horas diarias seguidas.
7No fumar
El humo del tabaco es el principal elemento tóxico, puesto que además de irritación provoca sequedad.
8Evitar carraspeos y no toser con fuerza
La forma más segura y eficiente de aclarar la garganta es respirar lo más profundamente posible, manteniendo la respiración por un momento y produciendo una “H” silenciosa y forzada mientras se exhala el aire.
9Proteger la garganta
La garganta debe estar protegida exteriormente, usa pañuelos o bufandas ante el frío, y por dentro, los preparados de própolis de dispensación farmacéutica ayudan a protegerse de virus y bacterias.
10Acudir al otorrino
Las alteraciones de la voz que duran más de 15 días suelen reflejar una alteración estructural en las cuerdas vocales. En estos casos siempre hay que consultar con un otorrinolaringólogo.
La voz se genera en el universo de las causas y es percibida en el mundo de los efectos. Cuídala como un verdadero profesional y distínguete del resto.
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DIÁLOGO ABIERTO
¿Alguna vez te has grabado en audio para saber cómo suenas? ¿Cuál ha sido tu sensación?
Escrito por Mónica Galán Bravo, Coach de Comunicación, Oratoria y Entrenamiento de la Voz.
Hola Mónica,
excelente entrada en tu blog. Unos consejos curiosos que raramente seguidos por desconocimiento y dejadez.
En cuanto a lo de escuchar mi voz es algo complicado, aun no he conseguido que me guste como suena, pero sigo trabajando en ello….jejejeje.
Un saludo y gracias por aportar vuestras experiencias,
Gonzalo.
PD: Estaría bien que publicaras algo sobre la respiración, los diferentes tipos y como influyen en la voz. Gracias de nuevo.
¡Gracias Javier por tus palabras y por tu participación el día del taller!
Y GRACIAS de todo corazón por transmitirme el cambio que pudo propiciar en ti y tus compañeros el taller de El Arte de Presentar que compartimos. ¡Le da todo el sentido a nuestro trabajo! Deseando ver ese video y felicitarte por tu presentación con pleno conocimiento de causa, pero viendo como defendías tu proyecto te voy adelantando un ENHORABUENA en mayúsculas.
Con respecto a los consejos de esta entrada y lo que hablamos sobre tu disfonía celebro que te haya ayudado y que pudieras dar tu charla. Cuánto valoramos la voz cuando de pronto nos falta, ¿verdad?
Qué bueno que te grabaras en video y que pudieras constatar que cada uno puede ser su propio «entrenador» de presentaciones si conoce las claves de una buena presentación y ensaya lo suficiente.
Te mando un cariñoso saludo y te aplaudo tus ganas de mejorar y la ilusión que transmites cuando cuentas tu idea de negocio.
Felicidades!!!
Mónica
Estimada Mónica,
Dos veces gracias.
En primer lugar por estos consejos para cuidar la voz pues ayer tenía también una pequeña disfonía y esta mañana tenía una presentación y gracias a tus sabios consejos he podido darla sin problemas.
En segundo lugar tengo que agradecerte también la charla del Taller de presentaciones que diste para Madri+d. Me ha servido de gran ayuda en la presentación de esta mañana. He podido estructurar mejor mis mensajes y me he permitido copiarte la fórmula de las preguntas iniciales para captar la atención de la audiencia. Realmente fue un Taller con gran valor añadido para mi, muy bien explicado, entretenido desde el principio hasta el final y por lo que he podido comprobar en las 22 ponencias que se han dado, ha dejado huella en buena parte de ellas.
Muchas gracias, por lo tanto, por tu profesionalidad y buenas formas.
Tan pronto como se cuelguen en youtube la grabación de mi ponencia te la haré llegar para que puedas comprobar el resultado de tu trabajo.
Por cierto, y al hilo de tu pregunta de Dialogo Abierto, yo me he grabado con la webcam la ponencia antes de darla unas 6 o 7 veces para medir los tiempos, observar las tonalidades de voz, las expresiones faciales y los gestos corporales. Siempre pensando, como nos dijiste en La Audiencia. Con lo fácil que es hacer esto hoy en día con un portátil, es un ejercicio más que recomendable. Otra cosa es salir al ruedo y controlar los nervios y tenerlo todo en cuenta. Pero seguro que el resultado es mejor después de haberlo ensayado.
Mil gracias de nuevo.
Gracias por esta entrada. El mandamiento 8 me tocó bastante, por lo que voy a poner en práctica la recomendación asociada. Y respecto a grabarme, lo he hecho varias veces, y aunque algunas personas me han dicho que les gusta mi voz, al oír una grabación mía me cuesta identificar que sea mi voz.
Sí, a todos nos pasa lo mismo cuando nos grabamos: no nos reconocemos y sentimos un rechazo automático por la voz que oímos. Grabarse la voz y, mejor aún, grabarse en vídeo todo el cuerpo, es el mejor método que conozco para acelerar nuestro proceso de mejora, como explico en:
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