La vida no te está esperando en ninguna parte, te está sucediendo. No se encuentra en el futuro como una meta que has de alcanzar, está aquí y ahora, en este mismo momento, en tu respirar, en la circulación de tu sangre, en el latir de tu corazón. Cualquier cosa que seas es tu vida y si te pones a buscar significados en otra parte, te la perderás.”
—Osho

¿Cuántas veces has pestañeado desde que te despertaste esta mañana? Podrías calcularlo a partir de un promedio de diez parpadeos por minuto aunque seguramente no lo harás. Lo que sí puede que suceda mientras lees estas líneas es que tu pestañeo inconsciente deje de serlo y caigas en la cuenta de la cantidad de funciones que realiza tu cuerpo sin que lo notes: digerir, pestañear, respirar…

Estos dos últimos procesos comparten una particularidad: pueden ser involuntarios o deliberados. No te voy a contar nada sobre los beneficios de un guiño a tiempo, pero sí te diré cuáles son las bondades de controlar tu respiración de manera consciente en determinadas situaciones.

Tomar conciencia de tu respiración a través de un sencillo ejercicio puede ayudarte a conciliar el sueño, a relajarte antes de seguir discutiendo o a aliviar la tensión interna ante una situación estresante, como puede ser una entrevista de trabajo o una presentación en público.

Respirar de una manera programada, en la que la exhalación es más larga que la inhalación, tiene repercusión en nuestro cuerpo y en nuestro estado anímico. Por una parte, se ralentiza la frecuencia cardiaca, y por otra, logramos un estado de calma y relax. Sencillo, invisible y eficiente.

CÓMO PODEMOS RESPIRAR DE MANERA PROGRAMADA

Recomendamos la práctica del Doctor Andrew Weil, director de medicina integral de la Universidad de Arizona y personaje popular en Estados Unidos que se licenció en la Harvard Medical School.

Podemos comenzar en cualquier posición, aunque es recomendable practicarlo sentado, con la espalda recta y apoyada en un respaldo. Es una respiración basada en la práctica del Yoga, por lo que el Dr. Weil sugiere para comenzar que coloquemos la punta de la lengua justo detrás de los dientes frontales, donde comienza el paladar. Aunque no es imprescindible, puesto que lo más importante del ejercicio es la respiración y sus tiempos.

Estos son los tres pasos más importantes del ejercicio:

  1. Cierra tu boca e inhala el aire a través de la nariz mientras cuentas internamente hasta cuatro.
  2. Aguanta la respiración contando hasta siete. No tienes que esperar siete segundos, tienes que contar internamente hasta siete de una forma relajada.
  3. Espira completamente el aire de tus pulmones mientras cuentas hasta ocho de manera algo exagerada para que la exhalación sea audible, como soplando.

En este video explicativo, el propio Weil confiesa que él mismo practica esta respiración dos veces al día. Al despertarse por la mañana, antes de meditar, y antes de irse a dormir, ya que resulta tremendamente eficaz para inducir al sueño o conciliarlo si te despiertas en medio de la noche. El doctor asegura que una práctica continuada ayuda a mejorar problemas de nervios o ansiedad, así como molestias digestivas e incluso circulatorias.

En nuestros cursos de El Arte de Presentar me gusta recordar que los nervios que sentimos antes de hablar a la audiencia son prácticamente “invisibles”, en la mayoría de los casos la audiencia los nota mucho menos de lo que la persona se imagina. Realizar esta práctica es también “invisible” para la audiencia: todo el mundo respira, nadie notará la cadencia especial que utilices para hacerlo.

Programa tu respiración y practica esta técnica del 4 – 7 – 8 antes de salir a escena: notarás cómo se ralentiza de manera natural el ritmo de tu corazón, favorecerás que el oxígeno circule por todo tu cuerpo y experimentarás una mayor sensación de calma y control, ideales para tu intervención pública.

[¿Quieres aprender técnicas de respiración y de control del estrés? Apúntate a nuestro próximo taller sobre Mindfulness.]

DIÁLOGO ABIERTO

¿Estás siendo consciente de tu respiración ahora mismo?

[Créditos: Meditation in sunglasses, de Shutterstock.]

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