A lo largo de mi trabajo con profesionales que aspiran a mejorar como comunicadores he observado que la mayoría se esfuerza por superar una cierta actitud que se plasma en patrones de presentación mejorable. Ya hablé de algunos de ellos en ¿Eres un presentador lineal y no lo sabes? Hoy voy a referirme a esa actitud con la expresión presentar con el hemisferio izquierdo.

Una línea profunda, llamada cisura sagital, divide a nuestro cerebro en dos mitades o hemisferios: el izquierdo, que controla principalmente el lenguaje, la comprensión verbal, la memoria y el cálculo aritmético mental; y el derecho, que trabaja sobre todo con sensaciones, sentimientos, prosodia y habilidades artísticas.

Los profesionales con que trabajo suelen sentirse razonablemente cómodos presentando la información de su especialidad: proyecciones de venta, planes de marketing, novedades que afectan a su departamento, cambios en la normativa del sector, características de sus productos, recomendaciones para sus clientes, etc. Resumiendo: están acostumbrados a presentar con el hemisferio izquierdo.

Sin embargo, sienten que a sus presentaciones les falta amenidad, interés, ritmo o capacidad de persuasión. Resumiendo: quieren aprender a presentar también con el hemisferio derecho. Aspiran a ofrecer presentaciones que informen con frescura, que instruyan facilitando la comprensión y el recuerdo, que inspiren cambios necesarios porque persuadan.

Hoy sólo quiero hacer una recomendación que te ayudará a presentar también con el hemisferio derecho: practica la empatía.

APRENDE A PERCIBIR LO QUE TU AUDIENCIA ESTÁ SINTIENDO

La empatía es la capacidad de percibir lo que otras personas están sintiendo. ¿Crees que eres suficientemente consciente de los estados de humor de tu audiencia? ¿Sabes responder adecuadamente a ellos? ¿Serías capaz de modificar espontáneamente el programa de tu presentación para adaptarlo al estado anímico de las personas a las que te estás dirigiendo? Pocas cosas se me ocurren más eficaces que la capacidad de ser empático para conectar con la audiencia. En especial, señalaré tres sentimientos ante los que debes estar alerta: el aburrimiento, el rechazo, y el cansancio:

1 “El público lo perdona todo, menos el aburrimiento”

La máxima que da título a este epígrafe era favorita del gran ilusionista argentino René Lavand. Yo procuro no olvidarlo, y creo que es un consejo excelente. Aprende a sentir cuándo tu audiencia se está aburriendo y a reaccionar inmediatamente para dar la vuelta a la situación.

2De poco sirve hablar a quien no quiere escuchar

Si tu audiencia asiste a tu presentación por obligación o predispuesta a rechazar tu mensaje, harás bien en tenerlo en cuenta desde el primer momento y en preparar estrategias para ponerla de tu lado o, al menos, lograr que escuchen lo que tienes que decir.

3Un público cansado sólo quiere que llegue el final

Si impartes jornadas de formación de varias horas, ayudarás a que los participantes trabajen mejor haciendo descansos cortos pero frecuentes. Si eres el último ponente de un acto que quizá se haya prolongado demasiado, procura ser breve o mucho más interesante que quienes te precedieron. De lo contrario corres el riesgo de terminar a hablando a un público que estará más pendiente del reloj que de tu mensaje.

[Te recomendamos la lectura del libro Una nueva mente, de Dan Pink.]

DIÁLOGO ABIERTO

Y tú, ¿qué técnicas empleas para presentar también con el hemisferio derecho?

[Créditos: Brain left logic and right creative hemispheres, de Shutterstock.]