“El que no encuentra tiempo para ejercitarse tendrá que encontrar tiempo para la enfermedad.”
—Earl de Derby

El cerebro humano es experto en crear cientos de excusas para no hacer lo que en verdad sabe que tiene que hacer. Suena duro pero es absolutamente cierto. Somos buenos a la hora de generarlas y mejores a la de darnos la razón al respecto, lo que lo hace aún más peligroso.

Uno de los grandes pretextos a la hora de tomar responsabilidad y dedicar una parte de cada día al cuidado de nuestro cuerpo suele tener que ver con el tiempo necesario, o mejor dicho, la falta del mismo. A mí me gusta decir que ésta es la “forma adulta” de contar que el día que había que entregar el proyecto en la escuela el perro se ha comido los deberes.

Seguro que conocéis muchísimos motivos por los que la práctica continuada de ejercicio es absolutamente necesaria y beneficiosa para nuestro organismo: disminuye los riesgos de enfermedades cardíacas, ayuda a controlar el peso, mejora el funcionamiento cerebral, ayuda a controlar la tensión arterial, aleja las infecciones y resfriados, es antidepresivo, reduce el riesgo de cáncer, mejora el insomnio, retrasa el envejecimiento y un largo etcétera. Sin embargo hoy quiero destacar especialmente algunos de los aspectos por los que es fundamental para los ponentes, oradores, formadores que quieran mejorar su rendimiento en El Arte de Presentar.

Hacer deporte de manera continuada aumenta nuestros niveles de energía, imprescindibles para transmitir con pasión a la audiencia. Debemos tener en cuenta que el público que recibe nuestras charlas suele encontrarse tranquilo, sentado y a la espera. Hablar en público de manera efectiva implica superar en un punto el nivel energético que tenga tu audiencia. De otro modo lo único que podríamos esperar es que la sala entera cayera en un sueño profundo, incluido el presentador.

Como dice el entrenador personal Sergio Cano: la cantidad de horas de pie que aguanta el presentador, tanto en las prácticas como en el momento de la ponencia, puede acarrearle verdaderas molestias si no tiene su “tren inferior”, parte del cuerpo de la cintura para abajo, lo suficientemente en forma. Como puedes ver en estos sencillos dibujos, estos serían los ejercicios recomendados para mejorar esta zona. Incluye en tu entrenamiento básico estos ejercicios, notarás resultados en tu cuerpo y en la fuerza que imprimes a tus presentaciones.

Tren inferior

El “tren superior”, zona del cuerpo que va desde la cintura a la cabeza, se vuelve una parte fundamental ya que capta la mayor parte de la atención cuando nos ponemos delante del público. Fortalece espalda y cuello con ejercicios específicos que te ayuden a mostrarte vertical y estable ante tu audiencia. Pon énfasis en el entrenamiento de brazos y recuerda la importancia de moverlos de manera deliberada para mejorar el impacto de tu comunicación, además de mejorar la postura corporal serás capaz de transmitir con más seguridad. Aquí tienes varios ejemplos de ejercicios recomendados para mejorar esta zona.

Tren superior

Sudar, sonreír y repetir. Consejos para un entrenamiento físico o para la preparación de una presentación. Mejora el entrenamiento de tus empleados a todos los niveles con los nuevos cursos de El Arte de Presentar.]

DIÁLOGO ABIERTO

¿Has sudado preparando tu última presentación?

[Créditos: Crossfit, de Shutterstock.]