La demoledora frase del título de este artículo la pronunció una niña de 10 años. La tecnología está destruyendo nuestra capacidad de relación. Cuando estás mirando a la pantalla, no estás escuchando al otro. Esta situación resulta muy frecuente en presentaciones, reuniones e incluso conversaciones entre dos interlocutores: uno habla y el resto pasa más tiempo en sus dispositivos digitales que escuchando.

¿Cuánto tiempo dedicas a escuchar a los demás? Escuchar, sí. Escuchar de verdad: con el corazón, con la mente, poniendo todo tu ser en el acto de escuchar. Cuando escuchas le haces sentir importante al otro. Cuando escuchas, se siente respetado y valorado.

No conversamos, intercalamos monólogos centrados en nosotros mismos

Oí contar la siguiente anécdota a Pablo d´Ors, sacerdote y escritor, autor entre obras del bestseller espiritual Biografía del Silencio:

Cuando ejercía de capellán hospitalario, recuerdo muy bien una tarde cuando subí a la sección de traumatología del Ramón y Cajal y escuchaba a dos pacientes que compartían habitación, ancianas, pero muy elocuentes:

– Paciente 1: Tuve una fractura de cadera, pero ya estoy mejor.

– Paciente 2: Yo tuve una fractura del tobillo; fue muy dolorosa.

– Paciente 1: Me atiende el Dr. Pérez-Ramos.

– Paciente 2: Mi médico es el Dr. Fernández Ríos.

– Paciente 1: Esta tarde pasará mi marido a verme.

– Paciente 2: Mañana vendrán mi hija y mis nietos.

Afirma con tino d’Ors que «hoy asistimos a monólogos entre personas que, aun próximas, no se relacionan ni pueden (ni saben) escucharse e interactuar. Sin caer en la cuenta de lo que pasa y rodea, todo se vuelve ruido y dispersión e inexorablemente dejamos de escuchar pues, quizá, hemos también desconectado de nuestra propia escucha interior. Nadie da lo que no tiene.»

Escuchar al otro es la mayor concesión que puedes hacerle

¿Por qué nos resulta tan difícil escuchar si a priori parece tan sencillo? Reflexiona sobre cómo escuchas:

  • ¿Estás haciendo otra cosa mientras escuchas?
  • ¿Estás pensando en otra cosa mientras escuchas?
  • ¿Estás fingiendo que escuchas esperando a que el otro termine de hablar para responder tú?

Si llegas como todos nosotros a la conclusión de que no eres muy bueno escuchando, plantéate: ¿en qué momento dejas de escuchar?

  • Después de que has dado tu respuesta.
  • Hasta que desconectas porque te aburre el otro.
  • Cuando decides interrumpir al otro para decir algo.
  • Cuando el otro no dice lo que quieres escuchar.

No desesperes. Escuchar es como cualquier otra habilidad: mejora con la práctica deliberada.

Las personas necesitamos ser escuchadas para sentirnos valoradas

Observa estas directrices esenciales para aumentar tu capacidad de escucha, reducir errores, elevar la satisfacción de tus interlocutores y contribuir a inspirar el cambio en los demás:

  • No interrumpas.
  • Después de preguntar, calla y concéntrate en escuchar la respuesta.
  • Escucha sin prejuzgar.
  • Para que el otro se sienta escuchado, utiliza el contacto visual y sonidos de asentimiento: sí, ya veo, claro, aha, hum, etc.
  • No saltes a responder hasta que tengas una imagen clara de toda la situación.
  • Escucha en busca de propósito, detalles, y conclusiones.
  • Interpreta en silencio.
  • Escucha en especial lo que no se dice. Lo implícito es a menudo más importante que lo explícito.
  • Piensa entre frase y frase.
  • Antes de hablar, digiere lo que se ha dicho y lo que no.
  • Pregunta para asegurarte de que el otro ha dicho todo lo que quería decir.
  • Demuestra con tu siguiente acción que habías escuchado: puedes repetir palabra por palabra su respuesta o puedes parafrasearla, expresándola con tus propias palabras y respetando su sentido y emoción. Si tu siguiente pregunta es relevante, demuestras que sigues el hilo de sus pensamientos y eres capaz de profundizar.
  • Escucha siempre como mínimo el doble de lo que hablas. Es decir, habla menos de un tercio del tiempo.
  • Anota las respuestas de tu interlocutor.

Las preguntas persuaden más que los argumentos. Las preguntas invitan a la reflexión; las afirmaciones invitan a la negación. Habla menos y pregunta más. Y escucha las respuestas, claro.

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DIÁLOGO ABIERTO

¿Qué dificultades encuentras a la hora de escuchar?

[Créditos: Imagen de cabecera diseñada  para este artículo con elementos de Freepik]