¿Cuáles son las características personales del comunicador que cautiva? ¿Por qué algunos oradores poseen una personalidad que gusta y atrae a sus audiencias, mientras que otros resultan simplemente corrientes? Conversaba sobre esta cuestión con mi compañero Gonzalo Álvarez con el fin de enumerar los rasgos principales del carisma del comunicador y dar, quizás con formas de cultivarlos y adquirirlos. Y esto es lo realmente importante: cualquiera que aspire a mejorar como comunicador puede llegar a desarrollar una personalidad atractiva.

Los que seguís este blog quizá sepáis que una de mis aficiones es el ilusionismo. Llevo muchos años dentro del mundo de la magia y de los magos como traductor, escritor e intérprete, y hace algunos me hicieron esta entrevista. El título con que se publicó («El mago tiene que ser más interesante que sus juegos») recoge justamente la idea que me ha inspirado este artículo: el comunicador tiene  que resultar más interesante que lo que dice.

Como ha explicado Jonathan Haidt en su magnífico libro The Righteous Mind: Why Good People Are Divided by Politics and Religion, los seres humanos somos mucho más intuitivos y emocionales que racionales, por más que creamos lo contrario. Las personas, sus vivencias y sus opiniones, nos resultan mucho más interesantes que los datos y la información a secas. (Y, si me preguntas, esa es para mí la razón por la que los programas de «telebasura» son inmensamente más populares que los documentales de ciencia). Por esa razón, si tu personalidad logra transmitir, por ejemplo, que eres una persona cultivada que lleva una vida rica de intereses, irradiarás más carisma y tus presentaciones gustarán más.

Si crees que necesitas ideas para añadir aficiones e intereses que enriquezcan tu personalidad, me permito modestamente proponerte un par:

Hazte miembro de un grupo de tertulia
Te sorprenderá la cantidad de personas que se reúnen regularmente en un café o en un restaurante para conversar sobre la actualidad, sobre libros, sobre cine, o cualquier otro asunto. Aprenderás a exponer tus puntos de vista en público, escucharás opiniones muy variadas —a veces contrarias a las tuyas—, y harás nuevas amistades fuera de tu círculo habitual.

Aprende algo nuevo cada año
Que no pase un año sin que aprendas algo que no sabías. Apúntate a un curso de cocina si nunca antes has cocinado. Asiste a clases de natación durante unos meses para mejorar tu técnica (y, de paso, probar el deporte más completo de todos, a decir de los entendidos). Deja de conformarte con hacer presentaciones corrientes y molientes y aprende a manejar PowerPoint de una vez por todas. Haz caso a tu novia y prueba esas clases de bailes de salón a las que lleva meses pidiéndote que vayáis. En todos los casos te adentrarás en campos y actividades desconocidas, adquirirás nuevas habilidades, y conocerás a otras personas.

En conclusión, se trata de aumentar continuamente el número y la novedad de tus vivencias, de manera que cuando tu audiencia te escuche, sienta que —más allá del asunto de tu presentación— tienes mucho más que contar, y que sería muy agradable compartir conversación, y hasta una sobremesa, contigo.

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DIÁLOGO ABIERTO

¿Qué recomiendas para que un comunicador aumente su carisma?

[Créditos: Imagen de cabecera diseñada  para este artículo con elementos de freepik ]