La semana pasada publiqué un nuevo episodio de nuestro podcast titulado Curso exprés de presentaciones en cinco Superlecciones. En él explico los cinco puntos imprescindibles a los que debes prestar atención para preparar una presentación eficaz cuando el tiempo apremia.

Hoy ha llegado a mí un artículo de Tim Ferriss en el que el célebre autor de superéxitos editoriales como La semana laboral de cuatro horas explica cómo prepara sus presentaciones. Me ha sorprendido gratamente comprobar que sus recomendaciones confirman las que yo mismo hacía en el podcast, a las cuales llevamos muchos años dedicando artículos en este blog. Veámoslas, una a una.

No te obsesiones por ser un buen orador
La forma en que yo expreso esta misma idea es «No hagas presentaciones. Mantén conversaciones con tu audiencia». Ferriss recomienda que no te empeñes en parecer un orador perfecto y recomienda que adoptes la actitud de un profesor que explica sus ideas a la audiencia. Estoy de acuerdo con Ferriss en que si el conocimiento que impartes resulta útil y fácil de aprovechar, compensarás con creces tus carencias como orador.

Sobre todo, claridad
No todos tienen que estar de acuerdo contigo, pero todo lo que digas debe ser claro. En nuestros cursos insisto en que debemos llevar a la audiencia de la mano en todo momento. Que nadie se pierda. Esforcémonos por ser claros y no confusos. Dota a tu presentación de una estructura lógica bien organizada y apoya tus ideas con las ilustraciones adecuadas.

No tengas miedo a los nervios normales
Como afirma Ferriss, ponerse nervioso o balbucear un poco son reacciones naturales. No te preocupes. El público no espera a Superman en el escenario. Insisto: si ofreces consejos prácticos y claros, tu audiencia te perdonará todo lo demás.

Procura divertirte
Aunque no lo creas, presentar en público puede ser una experiencia divertida para todos (¡sí, para ti también!).

Prepara contenido para el 80% del tiempo asignado
Si tienes 60 minutos para hablar, prepara material para 30-40 y reserva los otros 20-30 minutos para un coloquio con tu audiencia. De ese modo podrás hablar más tranquilo y harás que la audiencia participe. Recuerda: menos es más. Es mejor tratar menos ideas con claridad que resultar confuso por intentar abarcar demasiado.

Usa la regla del 3
No trates más de tres ideas principales (cuatro, excepcionalmente) durante la fase central de la presentación.

Prepara una introducción
No improvises el comienzo de tu presentación. Ferriss recomienda comenzar con una historia que guarde relación con la charla. A menos que seas buen cómico, también desaconseja contar chistes si la audiencia no te conoce. Si comienzas tu presentación con un chiste que no hace reír a nadie, provocarás un momento embarazoso que marcará el resto de tu intervención (y esto lo sé de primera mano). Si quieres introducir algún toque de humor, ríete de ti mismo. Es lo que mejor funciona si no tienes gracia natural para contar chistes.

Ensaya
Ensaya separadamente cada uno de los tres bloques centrales. Después, ensaya tu introducción, repitiéndola hasta que quede a tu gusto. Anota cualquier «frase afortunada» que surja durante el ensayo y memorízala si decides que quieres usarla (pero NO memorices el resto del discurso). Ensaya el cierre de la presentación del mismo modo.

Aprende un método de eficacia demostrada para crear presentaciones memorables en nuestro próximo curso público de Creación de Presentaciones.

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DIÁLOGO ABIERTO

¿Y tú? ¿Cómo preparas tus presentaciones?

[Créditos: Imagen de cabecera diseñada para este artículo con elementos de google]