En publicidad solemos pensar ideas que tenemos que contar internamente en las agencias. Son el paso previo a la presentación que haremos ante el cliente y donde descartaremos o elegiremos las que saldrán del horno creativo a su mesa. Por mi trayectoria, me ha tocado estar del lado de los que las cuentan (con gran terror en algunas ocasiones) y de lado de los que las escuchan (con gran aburrimiento o entusiasmo en otras).

Ojo: no es sólo contar una idea
Al final, no dejan de ser «micropresentaciones» donde tenemos que tener los sentidos en alerta y la lección aprendida. Cuando tenemos que resultar creíbles o vendedores no vale con empezar en plan «bueno, es una tontería que se me ha ocurrido» o «No creo que sea muy buena idea, pero os la cuento». Hay que ir con ganas y entusiasmo, sobre todo si creemos en ella.

Llega el «asesino»
Una vez que hemos aprendido a no cavar nuestra propia tumba (o la de la idea, que no es para tanto), la hemos contado con entusiasmo y vemos sonrisas en las caras de nuestra audiencia, al mirar alrededor descubrimos una cara que no está tan radiante. Es él o ella. Te mira arrugando la nariz como si oliera basura que lleva tres días olvidada en la cocina y ves cómo afila su sable mental. Allá vamos.

Fauna asesina
El caso es que no hay un único tipo, así que antes de pasar al contraataque conviene reconocer a algunos «clásicos»:

1 El aterrado
Perfil: Va de «connoiseur», pero en el fondo tiene miedo de lo nuevo. Intentará abrumarte con su experiencia, pero no te dejes intimidar.
Su frase: Nunca te van a comprar algo así.
Respuesta útil: Puede ser… y también puede que nunca hayan visto algo así. ¿Qué tiene de malo darle una oportunidad? Si no, podemos volver a lo de siempre.

2 Mr. Serio
Perfil: No tiene sentido del humor, ni falta que le hace.
Su frase: Es una idea absurda.
Respuesta útil: ¿Y qué? Que lo sea, en este caso lo absurdo puede funcionar.

3 Capitán Bajón
Perfil: Da igual lo que lleves. Siempre le parecerá poca cosa.
Su frase: Eso se le puede haber ocurrido a cualquiera.
Respuesta útil: Exacto. Pero se nos ha ocurrido a nosotros primero, ¿por qué no aprovecharlo?

4 Escaqueator
Perfil: Nunca te dirá abiertamente que no le interesa, buscará subterfugios para quedar bien y distraer el tiempo.
Su frase: No está mal. Démosle una vuelta y volvamos a ella más adelante.
Respuesta útil: Me parece genial, ¿cuándo lo agendamos?

Hazte su amigo y utiliza a tu público
No están todos los que son, pero sí que lo son todos los que están. Y como tarde o temprano te tocará enfrentarte a ellos, te conviene estar preparado. En cualquier caso, ten en cuenta que la intención de los saboteadores no siempre es hacer daño. La mayoría de las veces esconden una crítica que puede mostrar  un punto flaco de la idea que conviene revisar. Y si ves que el «asesino» no es abiertamente hostil, busca su colaboración para mejorar la idea. Puedes nombrar tú mism@ el punto flaco y el fuerte de tu idea para que te ayude a construir una propuesta mejor. También puedes buscar el apoyo de los asistentes a la reunión a los que hayas visto más entusiasmados con tu idea.

Una vez identificados y desarmados, los asesinos de ideas perderán fuerza en la reunión, aunque en la siguiente volverán a la carga; por eso debemos ir siempre bien preparados, tanto para contar nuestra idea, como para aceptar críticas y responderlas.

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DIÁLOGO ABIERTO
¿Cómo son los «asesinos de ideas» con los que te has encontrado y tus cuáles han sido tus contraataques más potentes?

[Créditos: Imagen de cabecera diseñada por el autor para este artículo con elementos de All Free Download y ShutterStock. ]