La Muerte por PowerPoint es un nombre simpático con el que algunos autores describen el aburrimiento provocado por tantas y tantas malas presentaciones creadas con esta herramienta. Concluir de ello que PowerPoint es un programa intrínsecamente defectuoso, sin embargo, sería como pensar que los tenedores y las cucharas son los causantes de la obesidad. ¿Se pueden hacer presentaciones amenas e instructivas con PowerPoint? Por supuesto que sí, pero ten en cuenta las siguientes recomendaciones:

1Evita distracciones

Procura que tus diapositivas no distraigan ni molesten. Tú y tu mensaje debéis ser los focos del interés y de la atención. En nuestras conferencias y talleres expresamos esta idea con la fórmula «maximiza la relación mensaje-ruido«. Usa diapositivas discretas y elegantes que comuniquen tu mensaje con un estilo personal fácil y agradable.

2Encuentra tu propio estilo

Aprovecha las posibilidades de PowerPoint para proyectar visualmente un estilo que te distinga de otros oradores. ¿Por qué conformarte con unas diapositivas mediocres cuando con un pequeño esfuerzo puedes aprender trucos y técnicas de diseño con las que expresar tu individualidad? Conviértete en un usuario avanzado de PowerPoint y pon todo su poder a tu servicio.

3Saca partido a la multimedia

Aprende a insertar archivos de vídeo y audio que añadan variedad a tu exposición. La variedad de estímulos previene el aburrimiento, el gran enemigo de todo orador. Si quieres que tus presentaciones resulten memorables, explota el poder multimedia de PowerPoint. Verás cómo mejora el efecto de tus presentaciones.

4Crea presentaciones en las que puedas confiar

Cuida los detalles y diséñalas con esmero para que todo funcione como la seda. Si durante la presentación tienes que estar pendiente de encontrar los vídeos que necesitas, de abrir y cerrar aplicaciones para mostrar distintos tipos de información, o de saltar de diapositiva en diapositiva porque su orden no es correcto, no podrás centrarte en aquello que sólo tú puedes hacer realmente, a saber: entablar una relación con el público. Deja que PowerPoint se ocupe de todo lo demás.

5Sé espontáneo

Complementa tus diapositivas con información y comentarios que no estén incluidos en ellas y aprovéchalo para adaptar tu presentación al público específico al que te dirijas. Así tus intervenciones parecerán frescas y los espectadores sentirán que están participando en un acto único e irrepetible.

Y, por último, no olvides mantener la luz encendida. Si es necesario, rebaja un poco la potencia de las lámparas, pero recuerda que una sala a oscuras invita a dormir.

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DIÁLOGO ABIERTO

Y tú, ¿qué haces para evitar la “Muerte por PowerPoint”?

[Créditos: Skull, de Shutterstock.]