“El mejor uso que se puede hacer de una historia no es simplemente contarla sino conseguir que tu audiencia la viva contigo” – Richard Maxwell y Robert Dickman, Convencer a la gente contando historias

Cuenta tus propias historias, no las de otros. Y si en alguna ocasión cuentas la historia de otra persona, reconócelo así. Durante uno de los talleres sobre cuentacuentos a los que asistí, en una práctica cada uno de los participantes contamos tres historias personales: dos de ellas acontecidas a nosotros mismos y una tercera inventada o vivida por otra persona. Mientras, los demás teníamos que adivinar cuál era la historia de terceros. Acertamos en todos los casos. Una cosa me quedó clara tras el ejercicio: si la historia no es tuya, se notará. Enriquece tu presentación contando historias personales únicas, lo que yo llamo historias autógrafas.

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La historia autógrafa es personal e intransferible, te pertenece a ti y sólo a ti, como tu huella dactilar. El objetivo de contar una historia autógrafa no es impresionar a la audiencia con tus logros, sino mostrarte humano y falible a través de la narración de un suceso de tu vida que desencadenó en ti un importante cambio. Buscas compartir esa nueva visión sobre la vida, o sobre las relaciones humanas, o sobre la empresa, lo que sea que la vivencia de esa historia autógrafa te enseñó.

Seis tipos de historias personales de atractivo universal

The Story Factor por Annette Simmons

Según explica Annette Simmons en su fantástico libro The Story Factor, existen seis tipos de historias personales de atractivo universal que te ayudan a influir, motivar e inspirar a la audiencia:

1) Quién Soy

Estas historias demuestran quién eres en lugar de decir directamente soy así o asá.

2) Por Qué Estoy Aquí

Estas historias revelan tus intenciones e intereses cuando te paras delante de la audiencia. A la gente no le importa si te mueven objetivos egoístas (“he venido a hablar de mi libro”) siempre y cuando seas franco, exista un beneficio para la audiencia y enmarques tus objetivos de forma que tengan sentido para ella.

3) Visión

Estas historias conectan a la audiencia con el beneficio o significado que podrá encontrar en la lucha que tiene ante sí. Se ejemplifica de maravilla en la famosa historia del hombre que ponía ladrillos frente al que levantaba catedrales.

4) Enseñanza

Estas historias combinan a la perfección lo que quieres que haga la audiencia con cómo quieres que lo haga. Ayudan a dotar de sentido a las nuevas capacidades.

5) Valores En Acción

La mejor manera de comunicar un valor es a través del ejemplo. Y la segunda mejor manera, a través de la historia de un ejemplo. Estas historias permiten instilar valores de una manera que mantiene a la gente pensando por sí misma. ¿En cuántas historias que demuestran tus valores personales eres capaz de pensar?

6) Sé Lo Que Estáis Pensando

Estas historias hacen creer a la gente que les estás leyendo la mente. Si has estudiado a la audiencia con anterioridad, habrás identificado sus resistencias hacia tu mensaje. Mencionándoles sus objeciones antes de que las formulen, estarás más cerca de desarmarlos. Esta forma de historia es especialmente útil a la hora de conjurar los miedos al cambio.

Las historias nos ayudan a conectar emocionalmente con los datos. Las historias pueden condensar grandes verdades en un pequeño formato. Cuenta tus propias historias desde el corazón.

(Esta entrada se la dedico a mis amigos “storytellers” Eva, Monte y Angel María.)

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¿Qué tipo de historias personales cuentas en tus presentaciones?