Los números abstractos resultan difíciles de recordar, mientras que las imágenes concretas perduran largamente en la memoria. A la hora de presentar datos numéricos, no sepultes a la audiencia bajo carretadas de transparencias cargadas de números. Busca ejemplos concretos que permitan a la audiencia visualizar esos números, pinta con ellos un lienzo de imágenes tangibles, establece conexiones con objetos de la vida cotidiana, recurre a símiles del día a día con los que todos estamos familiarizados.
Me ha llamado la atención esta comparativa entre las capacidades de almacenamiento de dispositivos físicos y digitales, creada por Mozy. El uso de imágenes y ejemplos concretos ayuda poderosamente a recordar el mensaje. Aunque se trata de un póster gigantesco, bien podría cortarse por las sucesivas líneas de puntos para crear con las distintas partes las transparencias de una posible presentación.
Anteriormente, los chicos de Mozy habían publicado otro póster semejante, explicando cuánto es un petabyte, igualmente fácil de transformar en una atractiva presentación altamente visual.
Cuando presentes datos, usa imágenes. Lo concreto sobrevive.
(Via Microsiervos)
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