A menudo debemos hablar en público en circunstancias que ponen a prueba nuestras capacidades de comunicación. Una de las que más perjudica a los ponentes es hablar sentado.

El cuerpo es un instrumento de comunicación compuesto de múltiples partes que actúan en la transmisión del mensaje. ¿Eres consciente del modo en que hablar sentado afecta tu capacidad de comunicación?

Cuando hablamos desde una silla, nuestro lenguaje corporal cambia totalmente. La columna vertebral se curva, la caja torácica se hunde, y nuestra voz cae. Por si eso no fuese suficiente, con frecuencia nos enfrentamos a una barrera más: la mesa que oculta la mitad de nuestro cuerpo.

Si no sabemos cómo contrarrestar el impacto de la postura sedente en nuestra energía y vigor como comunicadores, es muy difícil que creemos una experiencia memorable en nuestra audiencia.

En este nuevo episodio del podcast de El Arte de Presentar, Luis Alberto Iglesias comparte contigo las recomendaciones fáciles y prácticas que él siempre sigue cuando le piden hacer una presentación sentado:

  1. Piensa en llegar más y más lejos: Entiende que la mesa es una barrera que debes sobrepasar.
  2. No te reclines: recuerda que, al apoyarte en el respaldo de la silla, tu voz cae.
  3. Eleva el asiento de la silla todo lo que puedas
  4. Comunica con todo el cuerpo: usa los mismos recursos no verbales que utilizarías de pie.

Hablar sentado tras una mesa no tiene por qué perjudicarte. ¡Ahora ya sabes cómo hacerlo bien!

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¿Haces presentaciones o conferencias sentado? ¿Qué trucos empleas para comunicar sentado con el mismo impacto que cuando hablas de pie?