Cuando creas una nueva presentación, una de las primeras preguntas que deberías hacerte es:

¿Cuál es mi mensaje principal?

Y no es fácil resumirlo en una sola frase. Atendiendo a la respuesta que te des, tus presentaciones pueden clasificarse en dos grandes grupos:

  • Informativas: Explican algo: cómo funciona un proceso, por qué ha ocurrido una incidencia, quién ha sido el responsable, etc.
  • Persuasivas: Recomiendan algo: qué decisión debe tomarse, cómo alcanzar un objetivo, qué resultados producirá tu solución, etc.

Como ves, las informativas están centradas en el pasado. Las persuasivas, en el futuro.

1INFORMATIVAS

Las presentaciones informativas son aquellas que estudian el pasado. Buscan saber qué ha ocurrido, comprenderlo, analizarlo y explicárselo a la audiencia.

Es muy importante que tengas claro para qué necesita la audiencia esta información. ¿De qué manera la utilizará? ¿Qué utilidad le reportará? ¿Qué resultados obtendrá gracias a ella? ¿Qué problemas puede ocasionarle desconocerla?

Si no eres capaz de hacer ver a la audiencia la importancia de esta información para aumentar su placer o aliviar su dolor, desconectará rápidamente.

Estas presentaciones suelen contener muchos datos. Resulta crucial dominar técnicas de visualización de información para contar gráficamente la historia sepultada bajo los grandes volúmenes de datos. Si la audiencia no entiende el mensaje escondido entre los datos, no sabrá qué hacer con la información.

2PERSUASIVAS

Las presentaciones persuasivas buscan convertir la información en acción. Pretenden escribir el futuro. No existen presentaciones meramente informativas porque siempre esperas que la audiencia haga algo después de tu charla. Y si ni tú ni tu audiencia esperáis hacer nada, ¿para qué molestaros?

Antes de empezar una presentación, antes de abrir el PowerPoint, antes de dibujar la primera idea, plantéate:

¿Qué acción deseo inspirar en la audiencia?

Imagínate que se te aparece el genio de la lámpara y te concede un deseo:

«Pídeme cualquier cosa que te gustaría que hiciera la audiencia tras tu presentación y así sucederá».

Si no se te ocurre qué pedirle, ahórrate el dolor de la presentación y mándale a la audiencia por email un PDF con la información. No desperdicies preciosas horas-persona en reuniones que bien podrían haberse evitado con un email.

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DIÁLOGO ABIERTO

¿Qué haces diferente en una presentación persuasiva con respecto a una informativa?