¿Cuál ha sido el sistema elegido por la industria cinematográfica para anunciar una próxima película y atraer audiencia al cine? ¡El tráiler! No nos presentan una diapositiva de PowerPoint que resuma los principales puntos a cubrir por la película. Los avances consisten en una sucesión de breves secuencias, tomadas de las partes más emocionantes, divertidas o destacables de la película, de forma muy abreviada, de manera que en menos de dos minutos nos hagamos una idea del contenido y estilo de la cinta que nos permita decidir si acudir a verla o no.

LOS AVANCES CUENTAN LA HISTORIA DE UNA PELÍCULA EN UN FORMATO ALTAMENTE CONDENSADO CON EL MÁXIMO INTERÉS

Toda la industria del cine gira en torno al arte de contar historias. Y los tráilers reproducen fragmentos de esa historia, cuentan una minihistoria.

Toda presentación cuenta a su manera una historia. Y posiblemente la peor forma de anunciar lo que tratará la presentación sea a través de una tabla de contenidos.

LAS PRESENTACIONES ABURRIDAS EMPIEZAN CON UNA TABLA DE CONTENIDOS

Fijémonos en un esquema repetido por la práctica totalidad de presentaciones que se hacen en el mundo:

  1. Diapositiva de título: contiene el título de la charla, el nombre y filiación del ponente y, a menudo, información adicional como logos, nombres de eventos, patrocinadores, fechas, lugares, etc.
  2. Diapositiva con la tabla de contenidos: de forma más o menos prolija se recoge como en los libros y documentos un índice de los puntos que serán tratados a lo largo de la charla.
  3. El resto de las diapositivas.

¿Qué mensaje nos transmite ya desde la segunda diapositiva una presentación que empieza así? Que va a ser muy cartesiana, muy seria, … ¡y altamente aburrida! ¿Por qué ese servilismo de nuestras presentaciones a los documentos? Como todos los libros empiezan con una tabla de contenidos, nuestra presentación también. Pero es que una presentación no es un documento y por tanto no debería reproducir fielmente la estructura y contenidos del mismo. Una presentación es un acto vivo. Empezando así estamos dilapidando su energía.

La audiencia necesita saber cuál es la organización general de la presentación para ubicarse, desde luego. En algún momento de la introducción debes proporcionarle ese mapa, esa hoja de ruta, pero, por favor, ¡no con una tabla de contenidos!

En el caso peor, algunos ponentes dan la charla dos veces: la primera, explicando con todo lujo de detalles lo que van a contar cuando repasan punto por punto la tabla de contenidos; la segunda, repitiendo a lo largo de la charla lo que ya habían anunciado.

EMPIEZA TU PRESENTACIÓN CON UN TRÁILER

En lugar de mostrar la vieja y aburrida tabla de contenidos de siempre, empieza con un tráiler: despierta el interés de la audiencia, capta su atención, engánchalos con un aperitivo de lo que será el banquete. Usa una historia, una pregunta cautivadora, un hecho o dato sorprendente, …

Después, cuando ya los tengas en el bolsillo, muéstrales el menú. Pero sólo entonces, no antes.

DIÁLOGO ABIERTO

¿Es siempre tu segunda diapositiva una con el índice de la charla? ¿Qué opinas de las presentaciones que empiezan así?