Esponjoso de boletusCon motivo de las fiestas, fui invitado al Restaurante Coque de Mario Sandoval. Cuando comemos, no sólo usamos el sentido del gusto. La buena cocina supone un festín para todos los sentidos: los sabores, los olores, los colores, las texturas, los sonidos, todo contribuye por igual y se diseña con atención suma en un proyecto de restauración innovador. La cocina de Sandoval es brillante y colorida, creativa y arriesgada. Persigue traspasar los límites de la cocina tradicional, adentrándose en la búsqueda de nuevos registros. Sus platos son de reducido tamaño, pero de alto impacto, con nombres tan sugerentes como Mar de moluscos en su jugo y algas en escabeche de naranja, Huevo castellano en evolución, Guiso de perretxikos y vieiras rebozadas en nuez de Macadamia y polvo de trufa o Clave de raya con ajos confitados en su jugo y flores de coliflor.

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La exquisita culinaria de Coque nos enseña importantes lecciones sobre las presentaciones

  • En una presentación no sólo importa la información, sino cómo se presenta esa información. Contenido sin estilo pasa desapercibido, estilo sin contenido carece de significado. El diseño es un concepto total, que abarca todo el acto de comunicación: el lenguaje verbal y no verbal del ponente, las transparencias, los apoyos tecnológicos, todo. El diseño es fundamental.

Importa cómo se presenta la información

  • No debe abrumarse a la audiencia con grandes cantidades de información. Más que la cantidad, debemos buscar la calidad. Más valen tres ideas bien explicadas que lleguen a la audiencia, que 20 ideas contadas deprisa y corriendo que nadie recuerda. La audiencia debe abandonar la sala con apetito por más información, no atiborrada.

No abrumes con demasiada información

  • Debemos eliminar todo lo superfluo. Aquello que no contribuye a comunicar el mensaje fundamental distrae, confunde y debe ser eliminado. Cuanto más, peor. En todo diseño es deseable maximizar la relación de señal a ruido. Logos, cabeceras, pies de página, clipart, fondos, ¿seguro que todos esos elementos deben estar en tu transparencia?

Elimina lo superfluo

  • Un malentendido común con el diseño consiste en pensar que éste viene al final, como la ornamentación con nata y las guindas de las tartas. Sin embargo, el diseño debe venir al principio, incorporarse desde el inicio de un proyecto de presentaciones. El diseño es necesario porque ayuda a organizar la información y a presentarla con mayor claridad. El diseño no es en ningún caso decoración. El buen diseño tiene que ver más con la sustracción que con la adición. Por lo general, pecamos por exceso incluyendo demasiados elementos visuales, lo que resulta en confusión y abarrotamiento.

Diseño no es decoración

  • Debemos dejar tiempo entre idea e idea para que la audiencia las vaya digiriendo. Su capacidad de procesamiento de información y de asimilación es limitada. No conviene saturarla. Una pausa seguida de una breve recapitulación al final de cada idea ayuda a comprenderla y fijarla y puede servir para preparar el terreno a la siguiente.

Deja tiempo entre idea e idea

  • Al igual que cuando comemos no conviene seguir engullendo comida hasta estar completamente llenos, en una presentación no deberíamos hablar y hablar hasta agotar el tiempo. Al dar una charla una buena regla consiste en mantenerse dentro de un 80% del tiempo que nos ha sido asignado. De esta manera dejaremos amplio margen para el turno de preguntas al final.

No hables hasta agotar el tiempo

Del mismo modo que comer no es llenar la tripa, presentar no es saturar las mentes de la audiencia con datos. Sigue el ejemplo culinario de Mario Sandoval y conviértete en todo un chef del arte de presentar.

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Diseñar o morir

- La mucha información confunde más que orienta

- Maximiza la relación señal a ruido en tus presentaciones

- De la brevedad de la vida