FlashLos aficionados a los cómics seguramente estarán familiarizados con las sucesivas encarnaciones de Flash, el hombre más rápido vivo. Jay Garrick utiliza un atuendo consistente en una camiseta roja con un rayo estampado y un casco con reminiscencias herméticas (por Hermes, heraldo de los dioses, de alado sombrero). A pesar de que este casco no cubre su cara, evita ser reconocido en público haciendo vibrar su cuerpo continuamente, de manera que cualquier fotografía de su rostro aparece borrosa.

Algunos ponentes se mueven tanto durante una presentación que bien parecen nuevas encarnaciones de Flash: no sólo no aparecerían en fotografías, porque ninguna cámara hay capaz de captar sus movimientos cercanos a la velocidad de la luz, sino que producen mareo, vértigos y agotamiento nervioso en la audiencia.

De pie, sí, pero controla el movimiento

Tal y como se defendió en una entrada anterior, si presentas de pie aumentarás drásticamente el efecto de tu presentación. De pie puedes moverte y manejar las distancias: te acercas a la audiencia para enfatizar un concepto y te alejas al abordar una nueva idea. Sin embargo, presentar de pie puede convertirse en una trampa mortal para el orador inexperto. El mayor escollo al hablar de pie reside en controlar el movimiento involuntario.

Javier Reyero nos advierte en su libro “Hablar para conVencer” de un problema muy habitual de la postura de pie estática: el balanceo. Los nervios provocan un baile imperceptible para el orador, pero más que evidente para la audiencia. Las modalidades de balanceo son muy variadas:

  • Se hace oscilar la parte superior del cuerpo hacia delante y hacia atrás.
  • Se adopta el paso procesionario: se levantan alternativamente el pie izquierdo y el pie derecho.
  • Talonamiento: se levanta la punta del pie al tiempo que el cuerpo se echa ligeramente hacia atrás. Poco después el pie vuelve a su posición original y el cuerpo oscila hacia delante.

Hablar para conVencer

Estos movimientos irritantes se pueden evitar fácilmente mediante la confianza y corrección postural. El ensayo delante de una cámara y la práctica frecuente ayudarán a eliminar balanceos y movimientos espurios. Ten paciencia, la confianza llega con el tiempo y la práctica, fruto del dominio paulatino del escenario y de todas las técnicas de comunicación y lenguaje corporal. El movimiento debe ser siempre firme y decidido, nunca involuntario ni nervioso.

La postura del orador experto seguro de sí mismo

Debes practicar incansablemente la postura más apropiada, hasta que seas capaz de permanecer erguido ante la audiencia con seguridad y confianza:

  1. Adopta una posición firme, pero cómoda.
  2. Coloca los pies en paralelo, con las puntas hacia delante.
  3. Abre ligeramente las piernas, hasta la anchura de los hombros. En el caso de las mujeres se recomienda que una de las piernas se adelante ligeramente.
  4. Comprueba que los pies están cómodamente asentados en el suelo, con el fin de evitar talonear involuntariamente.
  5. Quédate anclado al suelo. Cuando la postura es correcta, puedes mantenerla durante muchos minutos sin fatigarte.

Permanece erguido ante la audiencia con seguridad y confianza

Gracias a la exposición abierta ante la audiencia ganarás en poder de comunicación y convicción. La comunicación no verbal ayuda a la transmisión efectiva de información.

Y no olvides que una buena presentación es aquella en la que el orador se comporta de forma natural.

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¿Eres capaz de controlar el movimiento mientras presentas? Si presentas de pie, ¿cuál es tu posición más cómoda?

- ¿Presentar de pie o sentado?