Recuerdo que cuando niño había un profesor en el colegio con el vicio de terminar casi todas sus frases con la coletilla ¿no?. Antes de la clase nos cruzábamos apuestas sobre cuántas veces repetiría ¿no?. Ni que decir tiene que estábamos más pendientes de sus muletillas que del contenido de su mensaje.
Las muletillas afean la intervención, le restan brillo y sabotean su continuidad. Denotan vicios oratorios del comunicador y, en definitiva, insuficiencias lingüísticas. Suficientemente repetidas, las muletillas o palabras comodín terminan ridiculizando al orador, que puede llegar a convertirse en objeto cómico. Si quieres causar una buena impresión en tus presentaciones debes reducirlas al mínimo o, idealmente, eliminarlas del todo.
¿Por qué usamos las muletillas?
Nos asusta el silencio, sentimos horror al vacío, incluso discursivo. Del mismo modo que una pausa puede resultar incómoda para la audiencia, también al orador puede antojársele embarazosa. Mientras reflexionan entre frases, algunos oradores no pueden evitar decir “ehhhhhh” o “ummmm”. Por algo los anglosajones llaman a las muletillas filler sounds: sonidos de relleno. Se trata de un hábito nefasto que desluce infinitamente el discurso del orador y debería ser desaprendido a toda costa. Es preferible el silencio al mero ruido.
Otros oradores intercalan muletillas entre frases, como “Bueno”, “o sea”, “un poco”, “entonces”. También están los que rematan cada frase con un “¿no?”, “¿está claro?”, “¿eh?”, “¿vale?” o el irritante “¿entiendes?”. Se utilizan frecuentemente como mecanismo retardatorio para ganar ese medio segundo durante el cual pensar en la siguiente palabra o frase. Sin embargo, para eso existen las pausas.Una pausa posee un efecto balsámico en el oyente y en el ponente. La audiencia asimila lo que acaban de decirle durante un tiempo de silencio muy necesario para su concentración. Por su parte, el conferenciante emplea el tiempo de la pausa en localizar la nueva idea y la mejor frase para expresarla.
Cómo erradicar las muletillas de tus presentaciones en dos pasos (muy duros, eso sí)
Si incurres habitualmente en este vicio expresivo, puedes utilizar el siguiente tratamiento:
- Habla más lentamente y haz pausas conscientes entre frases. Al principio te resultará forzado, pero con el tiempo te saldrá con naturalidad. Cada vez que hables, realiza el esfuerzo consciente de ralentizarte.
- Grábate en vídeo o cuando menos la voz durante una intervención en público. No hace falta que sea una presentación profesional. Basta con que narres una historia o le cuentes a un pequeño auditorio (los colegas de tu departamento) tu proyecto o tu último trabajo de investigación. Después, repasa la grabación en busca de muletillas repetitivas. Una vez localizadas, ahora que ya las conoces, debes ser inflexible con ellas. Haz un esfuerzo consciente cada vez que hablas en público por evitarlas. Cuanto mayor conciencia tomes de ellas, más rápidamente desaparecerán. Practica, practica y practica. Ensaya, ensaya y ensaya. Sólo así desaparecerán.
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Diálogo abierto
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Las muletillas de la tele, o son contagiosas o quizás sean obligatorias. Han habido varias que se han puesto de moda durante un tiempo y todos los locutores de todas las cadenas las utilizaban en la misma temporada. Tuvimos » no se descarta», en otra temporada «como no podía ser de otra manera», luego «sí o sí». Ahora nos bombardean desde todas las cadenas y todos los presentadores y locutores con «eso sí» muletilla que repiten hasta cinco o más veces en cualquier tipo de disertación. Puede ser que yo sea un tiquismiquis pero me resulta cargante e , involuntariamente, no entiendo lo que están diciendo pues la muletilla me borra todo el discurso.
Es realmente penoso ver personas como utilizan las muletillas a tal grado que dan lastima. El otro dia, estaba escuchando una presentacion y la persona utilizo la palanra verdad 65 veces y en un lapso de 15 minutos.
Eso sin hablar de los cansinos que utilizan reiteradamente la muletilla vale hay que fastidiarse
Las muletillas de la tele, o son contagiosas o quizás sean obligatorias. Han habido varias que se han puesto de moda durante un tiempo y todos los locutores de todas las cadenas las utilizaban en la misma temporada. Tuvimos » no se descarta», en otra temporada «como no podía ser de otra manera», luego «sí o sí». Ahora nos bombardean desde todas las cadenas y todos los presentadores y locutores con «eso sí» muletilla que repiten hasta cinco o más veces en cualquier tipo de disertación. Puede ser que yo sea un tiquismiquis pero me resulta cargante e , involuntariamente, no entiendo lo que están diciendo pues la muletilla me borra todo el discurso.
pondre en practica tus consejos porque uso muchisimoooo las muletillas y estoy harta jaja se que sera dificil pero lo intentare 🙂
Es difícil, sí, pero no imposible. Ánimo, grábate en vídeo y verás que eso te ayuda como ninguna otra cosa.
Totalmente de acuerdo en todo lo que dices.
A mí me ha costado muchísimo quitarme el ¿vale?. Solo el recuerdo de Belén Esteban repitiéndolo en la tele lo ha conseguido.
Ralentizar el ritmo ha sido duro pero ha conseguido el objetivo.
Me está pareciendo interesantísimo tu blog. Te seguiré.
Un cordial saludo, Maribel
Desde el 2009 que los sigo, y créanme han renovado la forma de mis presentaciones, particularmente en los aspectos del diseño de las transparencias. He probado sus sugerencias y especialmente el Pecha Kucha que lo he utilizado como apertura en mis talleres del uso de la voz. Semanalmente los estoy visitando.
Saludos desde Chile.
Excelentes tus recomendaciones, las voy a poner en práctica. Mi problema es decir ‘eehhhh’ cuando termino una frase con el fin recordar la siguiente.
Te cuento luego como me fue.
Gracias.
Andrés A. Villenas
Gracias, Andrés. Practica con una cámara, concentrándote en no repetir esa muletilla, sino haciendo una pausa. Con el tiempo, te saldrá con naturalidad y sin esfuerzo.
¡Suerte!