“Si tienes nueve horas para talar un árbol, emplea siete en afilar el hacha.”
—Abraham Lincoln
Entre otros motivos, muchas presentaciones no terminan de funcionar porque no nos tomamos el tiempo necesario para sentarnos y pensar qué es realmente importante y qué no. No nos faltan inteligencia ni creatividad, sino tiempo en nuestro mundo hiperacelerado para detenernos a reflexionar y meditar sobre la presentación. Si pasas todo el día trabajando, ¿cuándo te paras a pensar?
Sentenciaba Séneca que “no es que tengamos poco tiempo sino que perdemos mucho”. Siempre hay tiempo suficiente si lo empleas bien. Y una de las mejores formas de emplear bien el tiempo es en la planificación de la presentación.
Supón que te han encargado una. ¿Piensas que tu presentación empieza cuando tomas la palabra delante de la audiencia? ¡No! En el mismísimo momento en el que te la asignan, ¡habrá empezado tu presentación!
El impulso natural es sentarse ante el ordenador, arrancar PowerPoint y comenzar a crear transparencias con datos, gráficos, tablas, fotos, todo ello sin orden ni concierto. Nunca deberías crear una sola transparencia sin haber meditado antes sobre las siguientes cuestiones.
1. ¿A quién? ¿Quién es el público destinatario de tu presentación? Investiga a fondo a la audiencia y en especial responde a la pregunta sobre cuáles son sus necesidades.
2. ¿Qué? ¿Cuál es el mensaje que deseas transmitirle? ¿Qué puedes ofrecerle que le ayude a resolver su problema?
3. ¿Para qué? ¿Cuál es el cambio que ha de producir tu presentación para conducir a la audiencia a la situación deseada?
4. ¿Cuánto tiempo? ¿Cuáles son las circunstancias de la presentación, especialmente en cuanto a la duración?
5. ¿Dónde? ¿Cómo es el lugar donde se celebrará la presentación?
6. ¿Quién? ¿Cuáles son tus fortalezas y tus debilidades como orador para esta situación?
¿Te gustaría que tus presentaciones dieran un salto cuántico? ¡Planifica!
[Si quieres profundizar en las claves para conseguir una planificación eficaz de tus presentaciones, apúntate a mis próximos cursos en abierto sobre Cómo crear presentaciones de alto impacto.]
Entradas relacionadas
Presentaciones Productivas con GTD
Organiza tu Presentación con Evernote
El ingrediente básico para preparar una presentación de forma productiva
Diálogo abierto
¿Cómo planificas tus presentaciones?
Muy buenos los consejos. Confieso que alguna vez los he utilizado y funcionan. Pero cuando hay prisa, mi cabeza se satura y no piensa racionalmente.
Se que es cuando habría que ponerlo en practica con mas fuerza.
Habrá que cultivar la acción para generar el habito.
Muchas gracias y un saludo
Cuanto más prisa tenemos, más deberíamos detenernos a reflexionar. Después de todo, para hablar bien en público, antes hay que pensar bien en privado 🙂
Totalmente de acuerdo; básico planificar (y después reflexionar sobre lo realizado, evaluarlo).
Una anécdota sobre puntos de vista. En un congreso comentaba con una colega que me habia llevado mi tiempo, incluso, elegir las fotos que iba a utilizar en mi comunicación de 10′. Ella me dijo que eso era una pérdida de tiempo, que ella había realizado sus «transparencias» en un pis-pas según venía en autobús, simplemente letra blanca sobre fondo negro.
Claro, y así luego nos luce el pelo. A mí me pasó algo parecido en una ocasión en que viajaba en tren a un evento y mi compañero de viaje estaba creando allí mismo las transparencias. Texto, texto y texto. Eso sí, en dos patadas ya la tenía lista. Como me dijo: «yo no me complico la vida».
Hola Gonzalo,
Las coas sencillas funcionan y la organización basada en estas preguntas es una muestra de ello.
Responder a estas preguntas es una de las mejores maneras de planificar tus presentaciones y otras muchas cosas más.
Si me permites, yo añadiría una pregunta más: ¿Por qué?
Creo que debemos preguntarnos porqué hacemos una presentación en concreto ¿Cuál es nuestra motivación interna? ¿Qué nos mueve a hacerlo?
Si es suficientemente fuerte, adelante. En otro caso, quizá, mejor dedicar ese tiempo a otra cosa que sí tenga una motivación interna profunda.
Saludos
Sí, la pregunta «por qué» es igualmente importante y esa en cierto modo está respondida en la de «Para quién», porque nuestro objetivo es resolverle a la audiencia una necesidad, ayudarle a solventar un problema, en definitiva, aportarle valor. Estamos al servicio de la audiencia y no al revés.