¿Por qué algunos alumnos no pueden aplicar en su puesto de trabajo lo aprendido? ¿Por qué no les cautiva el material que al formador le parece tan interesante? ¿Por qué creen saber mucho más de lo que realmente saben? ¿Por qué salen de los cursos y siguen repitiendo su comportamiento anterior?

Enseñar no es fácil. Tras años de investigaciones, los autores del libro How Learning Works: Seven Research-Based Principles for Smart Teaching han destilado siete principios sobre cómo funciona el aprendizaje. Para empezar, ¿qué entendemos por «aprendizaje»? Según los autores:

«El aprendizaje es un proceso (no un producto) que conduce al cambio (en conocimientos, creencias, conductas o posturas), como resultado de experiencias, e incrementa el potencial para el rendimiento y aprendizaje futuros».

Los siete principios del aprendizaje desde una perspectiva holística orientada al desarrollo

Los siguientes principios, aunque listados de uno en uno, en realidad trabajan a la vez durante experiencias reales de aprendizaje. Son funcionalmente inseparables. Los autores los desarrollan a fondo, dedicando un capítulo a cada uno de ellos. Veamos en qué consisten.

1El conocimiento previo del estudiante puede ayudar o puede obstaculizar el aprendizaje

Los estudiantes entran en el aula con conocimientos, actitudes y comportamientos adquiridos en otros cursos y a través de la experiencia diaria. Influirán en cómo filtran e interpretan el contenido del curso. Dependiendo de cómo sean de precisos, de robustos y en qué momento de la formación se activen, actuarán como una base sólida sobre la que edificar o bien interferirán o incluso impedirán el nuevo aprendizaje.

2La manera como los estudiantes organizan el conocimiento influye en cómo aprenden y aplican lo que saben

De manera natural, los estudiantes establecen conexiones entre retazos de información. Cuando esas conexiones forman estructuras de conocimiento precisas y organizadas con sentido, mejorará su capacidad de recuperar y aplicar su conocimiento eficazmente. ​Por el contrario, cuando el conocimiento se conecta de forma imprecisa o aleatoria, los estudiantes pueden no recuperarlo o aplicarlo apropiadamente.

3La motivación de los estudiantes determina, dirige y apoya lo que hacen para aprender

Los estudiantes se sienten más motivados para aprender cuando encuentran un valor positivo en un objetivo de aprendizaje o en una actividad, cuando esperan alcanzar con éxito un resultado deseado de aprendizaje y cuando se sienten apoyados por su entorno.

4Para desarrollar maestría, los estudiantes deben adquirir competencias, practicar su integración y saber cuándo aplicar lo que han aprendido

Los estudiantes no sólo deben desarrollar las habilidades y conocimientos necesarios para realizar tareas complejas, también deben practicar su combinación en integración para desarrollar mayor fluencia y automatismo. Por último, los estudiantes deben aprender cuándo y cómo aplicar las habilidades y conocimiento adquiridos. Como instructor, es importante desarrollar la conciencia de estos elementos de maestría para ayudar a los estudiantes a aprender con mayor efectividad.

5La práctica dirigida por objetivos junto con el feedback específico mejoran la calidad del aprendizaje de los estudiantes

​El aprendizaje y el rendimiento se fomentan mejor cuando los estudiantes se implican en prácticas que se enfocan en objetivos o criterios específicos, cuando el nivel de reto resulta apropiado y cuando su cantidad y frecuencia son suficientes para alcanzar los criterios de rendimiento. La práctica debe complementarse además con un feedback que comunique explícitamente algunos aspectos del rendimiento de los estudiantes relativos a los criterios específicos de los objetivos, que proporcione información para ayudar a los estudiantes a progresar hacia dichos objetivos y que se reciba en el momento y con la frecuencia encaminados a la mayor utilidad.

6El nivel de desarrollo actual de los estudiantes interacciona con el clima social, emocional e intelectual del curso para impactar en el aprendizaje

Los estudiantes no son solamente seres intelectuales sino también sociales y emocionales. Muchos estudios han mostrado cómo el clima que creamos en el aula posee implicaciones para los estudiantes: un clima negativo puede impedir el aprendizaje y el rendimiento, mientras que un clima positivo puede vigorizar el aprendizaje de los estudiantes.

7Para llegar a ser autodidactas, los estudiantes deben aprender a monitorizar y ajustar sus enfoques para el aprendizaje

​Los estudiantes pueden implicarse en una variedad de procesos meta cognitivos para monitorizar y controlar su aprendizaje: evaluar la tarea, evaluar sus propias fortalezas y debilidades, planificar su enfoque, aplicar y monitorizar varias estrategias, así como reflexionar sobre el grado hasta el cual su enfoque actual está funcionando. Por desgracia, los estudiantes tienden a no implicarse en estos procesos de manera natural. Ahora bien, cuando los estudiantes desarrollan las habilidades para implicarse en estos procesos, ganan hábitos intelectuales que no sólo mejoran su rendimiento sino también su efectividad al aprender.

Estos principios no sólo se aplican a los estudiantes sino también a los profesores

Pues sí, si te dedicas a la formación, aplícate a ti mismo estos principios, porque todos somos aprendices. ¡Durante todas nuestras vidas! No podemos esperar alcanzar un estado de perfección profesores, sino aspirar a un proceso constante de desarrollo de la maestría. Aprende a aprender para enseñar mejor. Nunca dejes de crecer como formador.

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¿Qué principios de aprendizaje funcionan mejor en tus formaciones y clases?

[Créditos: Imagen de cabecera diseñada para este artículo con elementos de shutterstock ].