«Una entrevista de trabajo es una conversación entre dos mentirosos».

@Yoriento, #Superprofesional

El fin de semana pasado viajé a la preciosa villa Comillas en Cantabria. Entre otros lugares de interés, visité su exposición sobre el genial Leonardo da Vinci. Decenas de cosas llamaron mi atención, pero concretamente desde la perspectiva de la comunicación me impactó la carta que escribió a Ludovico Sforza, regente de Milán, vendiendo sus servicios:

«Ilustrísimo Señor mío, después de ver y considerar suficientemente las pruebas de todos aquellos que se llaman maestros y compositores de instrumentos bélicos, y toda vez que la invención y operación con dichos instrumentos no están fuera del uso corriente, me esforzaré , sin menoscabo de otras, en hacerme entender por su excelencia, le abriré mis secretos y me pongo a disposición de su excelencia para llevar a efecto y demostrar cuando lo estime oportuno aquellas cosas que en parte brevemente se anotan a continuación: Tengo proyectos de puentes ligerísimos y fuertes, que se pueden transportar con mucha facilidad. Sé cómo hacer el asedio de un terreno para sacar el agua de los fosos y hacer un número infinito de puentes, escaleras de cuerda y otros instrumentos. Si por la altura del terreno o por la fuerza del lugar y del sitio no se pudiese usar un asedio, sé hacer bombas, conozco maneras de acabar con ciudadelas y fortalezas, aun cuando estén construidas con roca. Asimismo tengo ideas para hacer cañones comodísimos y muy fáciles de trasladar, con los que tirar piedras pequeñas como una lluvia de granizo. Y si sucediera algo en el mar, tengo planos de numerosos instrumentos utilísimos para atacar y defenderse, incluyendo barcos que resistirían el fuego de los mayores cañones, polvo y humo. También conozco modos de llegar sigilosamente a un determinado lugar por cuevas y pasajes secretos, aunque para ello fuera necesario pasar bajo un río. Puedo construir carros cubiertos (tanques), seguros e inofensivos con los que entrar dentro de las líneas enemigas con artillería, y no habrá compañía de hombres con armas tan grande como para que los carros no la deshagan. Y tras ellos la infantería llegará y los encontrará prácticamente desarmados y sin ninguna oposición. Del mismo modo, si fuera preciso, haré cañones, morteros y artillería de formas bellísimas y útiles, fuera del uso común. Donde no sea posible usar cañones, diseñaré diferentes tipos de catapultas y otros instrumentos de inmejorable eficacia muy diferentes de los comúnmente usados, en resumen, dependiendo de lo que las variadas circunstancias dicten, diseñaré infinitos artefactos de ataque y defensa. En tiempos de paz, creo que puedo darle tanta satisfacción como cualquier otro en arquitectura, con la construcción de edificios públicos y privados, así como en la conducción de agua de un sitio a otro. Puedo realizar esculturas en mármol, bronce o barro, así como pinturas, y mi trabajo puede compararse al de cualquier otro, quien quiera que sea. Además, yo podría asumir la obra del caballo de bronce que sería una gloria inmortal y honor eterno de la memoria feliz de su señor padre y de la ilustre casa de los Sforzas. Y si alguna de las cosas mencionadas le pareciesen a alguien imposibles o no factibles, me declaro dispuesto a hacerle una demostración en su parque o el lugar que prefiera. Vuestra Excelencia, a quien me encomiendo con toda humildad».

CÓMO SE PRESENTA UN SUPERPROFESIONAL

En nuestro último boletín reseñé el libro #Superprofesional de Alfonso Alcántara (@Yoriento). En un pasaje explica las veinticinco reglas para una presentación profesional eficaz. Como leerás a continuación, la carta de Leonardo constituye un ejemplo a imitar en muchos aspectos. A continuación, resalto las que me han parecido más relevantes.

Regla de oro: ¿Qué vendes?

Leonardo va directo al grano, enumerando todo aquello que puede hacer por el duque. No hay atisbo de duda sobre lo que vende, en tiempos de guerra y de paz.

Reglas del valor: No mejores tu CV, mejora tu vida profesional

Leonardo es un candidato atractivo no por su carta de presentación sino por las obras previas que le avalan.

Regla de la especialización: Si eres especialista en todo, no eres profesional de nada

Leonardo se posiciona claramente como un capaz ingeniero militar para los tiempos de guerra, un ingeniero civil para los tiempos de paz e, incluso, pintor y escultor. Y ahí detiene la enumeración de sus méritos. No habla de todas las pinturas famosas que ya ha realizado, porque no cree que le puedan interesar al duque.

Regla de la visibilidad: lo más importante, más arriba o más fácil de ver

Empieza por los ingenios militares, los de mayor interés para el duque en aquel período turbulento. Deja para el final lo que menos puede llamar su atención. Con un toque magistral, Leornarddo incluso deja para el final uno de los mayores apelativvos emocionales para el duque: la escultura de su padre.

Regla de la acreditación: Lo que puedes demostrar es tu mejor currículo

Leonardo se declara dispuesto a hacerle una demostración. Habla de «una perfecta satisfacción» y de «eficiencia», en un lenguaje sorprendentemente moderno.

Regla del objetivo: Busca las organizaciones y oportunidades que hacen tu currículo mejor

No se dirige a cualquiera, sino a Ludovico Sforza, duque y regente de Milán. Si sabes QUÉ ofreces, te resultará más fácil encontrar DÓNDE ofrecerlo, qué organizaciones ofertan puestos y funciones que se adaptan a tu perfil.

Regla de la concreción: Si no especificas lo que sabes, parecerá que no lo sabes

Es mejor dar unos pocos ejemplos muy concretos y atractivos de lo que puedes hacer, que listar generalidades que sólo parecen exagerar tu cualificación.

Regla de la pertinencia: Muestra solo lo que piden o les interesa

Resalta en tu presentación el valor de los méritos más relacionados con las demandas o necesidades del empleador o de los clientes. Mejor una reseña breve muy adaptada, sólo con las experiencias, cualificaciones y datos relevantes para el puesto que una completa guía de tu pasado profesional.

Regla de la autenticidad: Prepárate para defender tu presentación profesional

Las mentiras, medias verdades, omisiones, maquillajes y adaptaciones con las que intentas mejorar tu candidatura nunca deberían referirse a los requisitos más importantes de la oferta.

Regla del Storytelling: No leas tu currículo, cuéntalo

Es fácil imaginar la cara ensoñadora del duque mientras lee la carta de Leonardo, cómo se estará imaginando esos cañones y esas bombas, sus enemigos derrotados y dispersados, duque y señor de todas las tierras.

Lo cierto es que la carta dio resultado, ya que Leonardo trabajó para el duque desde 1482 hasta 1499.

«A igualdad de condiciones, gana la oferta que mejor se presenta».

@Yoriento, #Superprofesional

DIÁLOGO ABIERTO

¿Y tú? ¿Cómo te presentas para un puesto?