La presión por publicar en el ámbito académico se ha vuelto insoportable. Sin publicaciones, no hay financiación ni posibilidad de ascenso profesional.

Esta entrada está dirigida en especial a aquellos investigadores con escasa o nula experiencia en publicaciones científicas. Por brevedad y por centrarme en un aspecto concreto, la he orientado a la estructura de un artículo científico. Si despierta interés en los comentarios, escribiré entradas adicionales sobre otros pasos del proceso de redacción y publicación.

Vamos con ello.

¿Por qué escribir un artículo científico?

Puede parecer obvio, pero antes de publicar, debes tener claro tu propósito. ¿Qué puedes aportar a la comunidad científica? No (solo) se trata de sumar publicaciones para leer tu tesis o de acumular méritos para esa plaza (que también). La motivación fundamental será haber descubierto algo digno de ser contado. ¿Qué problema científico/técnico has resuelto? ¿Qué fenómeno físico/químico/biológico has explicado? ¿Qué laguna de conocimiento en tu campo has llenado? ¿Cuán relevantes son esas cuestiones para tus colegas de área de conocimiento?

Si tienes algo que contar de interés para la comunidad científica de tu campo de investigación, entonces tienes algo que publicar.

¿De qué partes consta un artículo científico?

Todo artículo científico se construye con las siguientes piezas:

  1. Título: la primera información sobre tu artículo que verá un potencial lector es el título. Si no resulta suficientemente informativo y orientativo, posiblemente el potencial lector pasará de largo hacia el siguiente título de su lista de resultados. Usa el mínimo número de palabras posible para describir adecuadamente la contribución científica de tu artículo, sin abreviaturas, ni jerga. El título constituye la destilación última de tu contribución. En una entrada anterior proporcioné varias claves sobre cómo titular tu presentación, que puedes aplicar igualmente a la publicación de artículos científicos.
  2. Autores: acuerda de antemano quiénes aparecerán listados entre los autores (idealmente solo quienes hayan contribuido al concepto, diseño, ejecución e interpretación de la investigación) y en qué orden. Una práctica habitual consiste en listarlos en orden decreciente de contribución, aunque diferentes campos o revistas tienen sus propias reglas. Contributor Roles Taxonomy explica los 14 roles más frecuentes. La lista de autores ha causado más rupturas de grupos de investigación que las guerras.
  3. Abstract: después del título, la siguiente sección sobre la que posará sus ojos ese posible lector es el abstract. Escribir abstracts claros, que brinden una idea certera de los hallazgos o resultados del trabajo, fomenta que tu artículo sea leído. En su día dediqué una entrada completa a cómo escribir el abstract de un artículo científico, que te recomiendo leas en su totalidad.
  4. Contenido: se trata del meollo del artículo, lo desarrollaré en la siguiente sección.
  5. Agradecimientos: agradece a las fuentes de financiación que pusieron el dinero para pagar tu investigación o tu beca y/o a colegas que ayudaron en la redacción o en la revisión o con sus conversaciones iluminadoras (aunque no tanto como para entrar en la lista de autores).
  6. Bibliografía: cita todas las referencias empleadas a lo largo de tu artículo, según el formato de la revista donde busques publicarlo. Asegúrate de que están bien citadas (ojo si usas ChatGPT, ¡las fabrica!) y de que son accesibles públicamente, aunque sea detrás de muros de pago.

¿Cómo se divide en secciones el contenido de un artículo científico?

La estructura más frecuente usada para organizar el contenido es IMRaD:

Las piezas de un artículo científico

Las piezas de un artículo científico

1. INTRODUCCIÓN

La introducción de un artículo de investigación atraviesa tres fases:

  1. Delimita tu territorio: cuál es el campo del trabajo, por qué es importante este campo, qué se ha hecho hasta hoy. Apóyala con citas actualizadas de la literatura pertinente.
  2. Encuentra un nicho: indica una laguna, plantea una pregunta sin respuesta o encuentra limitaciones/problemas/ineficiencias en el trabajo previo publicado en este territorio.
  3. Ocupa ese nicho con tu trabajo de investigación: esboza el propósito de tu investigación. Según la disciplina/revista se espera que formules tu hipótesis o preguntas/retos de investigación a los que buscas dar respuesta con tu trabajo.
Las fases de la introducción

Las fases de la introducción

Dependiendo de tu campo, puedes formular de manera alternativa estas tres partes de la introducción:

  • Para ingeniería: tema – problema – solución.
  • Para ciencia básica: tema – observación/descubrimiento – explicación.

Algunos artículos terminan la introducción explicando el enfoque general seguido en el trabajo. Otros presentan un resumen del artículo. Es bueno que revises varios artículos de la revista escogida para familiarizarte con su forma habitual de estructurar la introducción.

En definitiva, la introducción proporciona al lector una hoja de ruta desde el problema hasta la solución.

2. (MATERIALES Y) MÉTODOS

El propósito de esta sección es describir el diseño experimental de tu trabajo de investigación, proporcionando detalles suficientes como para que otros investigadores puedan reproducir tus experimentos independientemente.

No menos importante, esta sección cumple el propósito de permitir a los lectores juzgar por sí mismos la idoneidad de tus métodos experimentales, lo que les facilitará calibrar la validez de tus conclusiones (validez interna) y evaluar el grado de posible generalización de los resultados (validez externa).

Y no olvides justificar tu elección del diseño experimental empleado de entre todas las opciones posibles.

3. RESULTADOS

Presenta los datos de los resultados obtenidos correspondientes a los métodos descritos en la sección anterior, organizados para hacerlos accesibles al lector. La forma habitual de representarlos es mediante tablas y/o gráficos.

Sus títulos y leyendas resultan especialmente relevantes porque a menudo muchos lectores saltan a las figuras para ahorrar tiempo tras haber leído título y abstract. Así pues, conviene comunicar en el título de la figura la conclusión del análisis y que la leyenda explique cómo se hizo. Consigue que cada figura cuente su propia historia.

Enfatiza claramente los resultados novedosos que no habían sido publicados con anterioridad. Destaca la novedad de tu trabajo.

4. DISCUSIÓN

Explica los resultados y muestra cómo ayudan a responder a las preguntas de investigación que planteaste en la introducción:

  1. No resumas los resultados, para eso está la sección anterior.
  2. Discute si eran esperados o inesperados, no elimines datos que no se ajustan a tu teoría.
  3. Compara estos resultados con trabajos anteriores, mostrando cómo los confirman o contradicen, considera la razón de las discrepancias.
  4. Interpreta y explica los resultados, a menudo mediante la comparación con una teoría o modelo.
  5. Apunta posibles aplicaciones prácticas.
  6. Formula hipótesis sobre su generalidad.
  7. Opcionalmente, identifica limitaciones de tu trabajo (tranquilo, los revisores, editores o lectores más avispados las notarán de todos modos) y formula preguntas aún sin respuesta apropiadas para investigaciones futuras.

Te habrás percatado de que esta sección funciona como el espejo invertido de la introducción: transpone el formato de la introducción, pasando de lo específico (los resultados generados en este trabajo que responden a las preguntas formuladas en la introducción) a lo general (cómo estos resultados demuestran un principio general de aplicación más amplia).

A veces esta sección se fusiona con la anterior: Resultados y Discusión.

5. CONCLUSIONES

Proporciona de forma concisa y breve en un solo párrafo el mensaje o mensajes clave que deseas transmitir a tus lectores. Expón las afirmaciones más generales que puedas sustentar con tus evidencias.

Aunque las conclusiones aparecen en último lugar, muchos lectores las leen en primer lugar (tras el título y el abstract). Esta sección debe ser autocontenida, para que siempre que la lean capten con facilidad la contribución principal del artículo.

En algunas revistas este párrafo de conclusiones no tiene su propia sección, sino que constituye el último párrafo de la sección anterior.

Pon a prueba esta estructura en tu primer/próximo artículo

La manera más sencilla de visualizar la estructura del contenido de un artículo científico es mediante la imagen de un reloj de arena:

Organízate con el reloj de arena

Organízate con el reloj de arena

Síguelo cuando escribas tu artículo.

Y recuerda que no existe una única manera de escribir artículos científicos. Varía mucho con la disciplina y la revista (y con el director de tesis). Lo que puedo asegurarte es que cuantos más artículos escribas, antes encontrarás tu propia voz y darás a conocer a la comunidad científica el fruto de tu investigación.

DIÁLOGO ABIERTO

¿Cuál es el aspecto de la publicación científica que más te preocupa?