«Lo que impide la acción impulsa la acción. Lo que se interpone en el camino se convierte en el camino».

—Marco Aurelio, Meditaciones

¿Te paralizan los obstáculos? ¿O te ayudan a crecer? Tu manera de responder a los obstáculos te define. Según el estoicismo, los obstáculos no impiden el éxito, ¡lo precipitan! En su filosofía, todo lo que nos pasa, aunque no salga de acuerdo con lo esperado, es una oportunidad para practicar la excelencia (ellos dirían «virtud», pero en ese sentido de alcanzar la excelencia).

La mayor parte de las cosas que te suceden en la vida escapan a tu control. Aparecerán muchos obstáculos en tu vida. Cada obstáculo pondrá a prueba tus fuerzas. Cuantos más superes, mejor preparado estarás para superar otros mayores.

¿Por qué he elegido hoy escribir sobre las carreras de obstáculos? Porque he comprobado en mis carnes que las carreras de obstáculos te preparan para afrontar obstáculos en tu vida. Qué duda cabe que hablar en público es para muchos un escollo en su ruta. ¿Quieres mejorar tus presentaciones? ¡Prepárate para correr una carrera de obstáculos al menos una vez en tu vida!

LAS 13 LECCIONES QUE HE APRENDIDO CORRIENDO CARRERAS DE OBSTÁCULOS

En los últimos años me he presentado varias veces a todo tipo de carreras de obstáculos en todas sus posibles distancias: Spartan, Farinato, Pura Sangre, Mud, Xletics, Gladiator, Atila, … Prepararme y correrlas me ha enseñado poderosas lecciones. Son tan valiosas, que animo a todo el mundo a que se entrene y corra una carrera de obstáculos al menos una vez en la vida.

[A continuación me referiré a las carreras de obstáculos por sus siglas en inglés: Obstacle Course Race, OCR]

1. TEN MIEDO Y HAZLO

La primera reacción de la mayoría de la gente cuando le propongo correr una OCR es «no estoy preparado», «no puedo hacerlo», «eso es para gente cachas». En definitiva, «tengo miedo». ¡No es para tanto! En estas carreras no sueltan lobos hambrientos ni explotan bombas a tu alrededor (aunque en una atravesamos una base militar mientras soldados nos disparaban con balas de fogueo y eso sí impresiona). El problema está en tu cabeza: te exiges a ti mismo más de lo que nadie te exige a ti. Si no puedes correr todo el rato, no pasa nada, puedes andar. Si no puedes superar un obstáculo, no pasa nada, puedes hacer burpees y pasar al siguiente. Porque el objetivo no es ganar. El objetivo es acabar. En las medallas y camisetas está inscrita la palabra «FINISHER». Esa palabra celebra que has llegado a la meta. No importa el crono. Sólo que has llegado hasta el final.

La mayoría de la gente repite. Y quiere más. Y más. Si terminas una, ya no podrás parar.

Lección para comunicadores: Rebaja tu nivel de exigencia. Aparece. Hazlo. Como sea, pero hazlo. Ya irás mejorando. Irás perdiendo el miedo. Aprenderás a disfrutarlo. Con el tiempo, hablar en público te resultará hasta adictivo. Pasarás del miedo escénico al gozo escénico.

2. EMPIEZA A POQUITOS

Las OCR suelen presentarse en tres distancias: 5K, 13K y 21K, o distancias más o menos en ese rango, ya que nunca son exactas ni se conocen por adelantado con precisión. Obviamente, te recomiendo que empieces por la de 5K. Si te engancha, de ahí salta a la de 13K. Y si te sigue picando el gusanillo, lánzate a por la media maratón ¡con obstáculos!

En definitiva, empieza con pequeños pasos y, a medida que vas ganando confianza, da pasos mayores.

Lección para comunicadores: Que te dé miedo no significa que no puedas hacerlo. Nada como enfrentarte a lo que temes para dejar de temerlo. No esperes a la gran presentación en la que te lo juegas todo para iniciarte en el hablar en público. Iníciate en presentaciones de bajo riesgo. Notarás cómo se amplía tu zona de confort.

3. SAL DEL GIMNASIO

Las OCR se celebran al aire libre. No puedes prepararte para correr por el campo dentro de un gimnasio. Corre por el monte, no por el asfalto, ni mucho menos por la cinta. Por muchos kilómetros que acumules sobre asfalto, no te servirán de mucho en terreno irregular con subidas y bajadas tan salvajes que a menudo hasta necesitas las manos.

Busca la irregularidad en tu forma de entrenar y en tus escenarios de entrenamiento: intercala días de carrera con días de intervalos. Al correr, inventa tus propios obstáculos: salta troncos, cárgatelos, vadea ríos, repta entre los matorrales, levanta piedras, trepa a los árboles, haz equilibrios sobre las barandillas, aprovecha todas las posibilidades del terreno con imaginación.

Lección para comunicadores: Sal de tu escenario habitual de comunicación. Si eres profesor, comunica fuera del aula; si eres un comercial acostumbrado a hablar ante una o dos personas, habla ante grandes auditorios; si tu zona de confort está en la sala de reuniones ante grupos pequeños, habla en congresos ante cientos de personas; si siempre hablas a compañeros y subalternos, habla ante tus jefes o ante el comité de dirección; si llevar diapos te hace sentir seguro, habla a pelo.

4. ENTRENA DIFERENTE

Una OCR es ante todo una carrera. Tienes que correr. Y tienes que prepararte para correr. Pero además una OCR también incorpora muchos obstáculos (su número suele ser proporcional a la distancia): cargar pesos, escalar paredes, trepar por cuerdas, atravesar escaleras volantes, superar muros verticales y declinados, levantar cargas, dar vueltas a neumáticos, bucear, arrastrarte, reptar, gatear, caminar por la cinta de equilibrios y mil maldades más. Por muy bueno que seas corriendo por el monte, necesitas fuerza, equilibrio, agilidad y explosividad.

Si quieres prepararte para una OCR, olvida entrenar con las típicas máquinas de gimnasio de cardio y de musculación. En vez de hacer curl de bíceps, trepa por la cuerda. En vez de hacer extensiones de pierna, haz sentadillas con objetos irregulares: un saco, un balón pesado, una persona. En vez de hacer ejercicios de antebrazo, haz paseos de granjero, de bombero y de todo tipo. En vez de usar la máquina de pectoral, échate al suelo: rueda, repta y gatea. En vez de usar la polea para espalda, haz dominadas. Los ejercicios tradicionales del gimnasio no sirven para una OCR. En el mundo más allá de las paredes del gimnasio no hay máquinas perfectamente regulables en forma y peso. Los obstáculos son como son: los pasas o no los pasas, pero no pueden adaptarse a ti.

Ah, se me olvidaba. Haz burpees, muchos burpees. Son el precio que pagar por cada obstáculo no superado. Si no has aprendido a amarlos antes de una OCR, terminarás odiándolos.

Lección para comunicadores: Si quieres mejorar tus presentaciones, ve más allá de los cursos de presentaciones y oratoria. Haz cursos de otras muchas disciplinas: impro, cuentacuentos, magia, teatro, danza, música, monólogos, etc. Fórmate más allá de la formación regular.

5. SIÉNTETE CÓMODO CON LA INCOMODIDAD

En una OCR sabrás lo que es estar a disgusto. Para que te hagas una idea: a los pocos metros de la salida te meterán por el agua y a partir de ahí correrás toda la carrera con las zapatillas y los pies mojados. Necesitarás aprender a sentirte a gusto estando a disgusto. Es recomendable que entrenes corriendo con los pies mojados, que salgas a correr cuando más llueva, que te des duchas frías (es lo que te espera tras una OCR: una ducha de agua fría para limpiarte el barro), que nades en aguas heladas sin neopreno, que corras fuera de pistas y caminos por entre malezas, arbustos y zarzas haciéndote arañazos que sangren (sí, sangra también durante tus entrenamientos, te aseguro que sangrarás durante las carreras), que saques callos a base de agarrar pesos y barras.

Y que no se me olvide: haz burpees, muchos burpees.

El éxito nunca llega en la comodidad. Como reza el título del best-seller de Ryan Holiday: «el obstáculo es el camino».

Lección para comunicadores: Busca presentar sobre temas que te incomodan o con los que no te sientes tan seguro, haz presentaciones en inglés, habla ante públicos que te intimidan, prueba herramientas nuevas, di «sí» a situaciones a las que en tu sano juicio dirías «no». Aunque te tilden de loco. Aunque te miren raro. Abraza la incomodidad.

6. HAZ EL RIDÍCULO

Humillar viene de «humus» (tierra). En una OCR te revolcarás en el barro. Te sentirás ridículo en algunos obstáculos. No serás capaz de superar otros y te penalizarán con burpees. Si crees que te va a salir todo perfecto, estás equivocado. Recuerdo que en una Spartan había superado todos los obstáculos a la primera y justo al final fallé en el lanzamiento de jabalina. Y tuve que hacer los 30 burpees reglamentarios. Pocos superan todos los obstáculos. Acéptalo. Fallarás. Te sentirás ridículo. Tendrás que humillarte. Forma parte de una OCR. Pero llevarás tus límites más lejos de donde estaban. Sobre todo, tus límites mentales, porque comprenderás que solo hay humillación en tu cabeza.

Lección para comunicadores: Hacer el ridículo es el miedo más imponente al hablar en público. Tememos hacerlo tan mal que toda la audiencia se reirá de nosotros. Tranquilo: Nadie se va a reír por muy mal que lo hagas. El público simpatiza con el orador y observa con benevolencia sus errores. Si lo hace mal, el público se compadece, sufre, pero no se ríe. El público está de tu parte. Quiere que lo hagas bien. Tú eres tu peor enemigo.

7. NO CORRAS SOLO

Salvo las tandas elite, las OCR se corren en grupo. De hecho, en algunas encontrarás obstáculos que sólo pueden salvarse entre varias personas, como superar un muro de muchos metros o arrastrar un peso descomunal. Lejos de promover la competición, estas carreras fomentan el compañerismo y el trabajo en equipo. Es bueno formar grupos de nivel homogéneo, que se ayuden y apoyen mutuamente. Y para mí, incluso más importante que el día de la carrera, el grupo es importante para entrenar. Cuántas veces me habría quedado un lunes en la cama si no fuera porque he quedado para entrenar a las 07.00 con mis compañeros. Cuántas veces habría abandonado durante un entrenamiento HIIT en el minuto 20 si no hubiera sido por la motivación de mi equipo. En una OCR, entrenar y correr en equipo es esencial. Te ayudará a liderar y a ser liderado, a dar y recibir motivación, a dar ejemplo y a recibirlo. Cuando pienses en una OCR, imagínate una manada, no un lobo solitario.

Lección para comunicadores: Las grandes presentaciones son esfuerzos colectivos. Nunca presentes solo. Consulta ideas con otras personas, contrasta distintas partes de tu presentación, que te revisen las diapositivas, … Puede que presentes en solitario, pero no estés solo durante el proceso de creación ni durante la exposición.

8. HAZLO AUNQUE NADIE ESTE MIRANDO

Si no corres en la tanda elite, puedes hacer trampas: puedes escaquearte de algún obstáculo o, si lo fallas, puedes saltarte los burpees o contarlos de menos. ¿Te crees muy listo porque has engañado al juez del obstáculo? No. Te engañas a ti mismo. Haz los burpees reglamentarios, aunque nadie los esté contando, porque tú sí los cuentas y para ti cuentan. No te bajes el listón. En una OCR corres contra ti mismo. Buscas superarte. Tu objetivo no debería ser acabar a toda costa, sino acabar con honestidad poniendo a prueba tus verdaderas fuerzas. Cuando no puedas más, no hagas trampas. Descansa y sigue adelante. Olvídate del crono.

Lección para comunicadores: Porque «así como hagas una cosa, harás todas las cosas», trata cada tarea, hasta la más nimia, como esencial. Si algo merece hacerse, entonces merece hacerse bien. Todas las tareas, todos los retos, son meras oportunidades para aprender y demostrar tu valía. Si lo haces, hazlo bien. Te lo debes a ti mismo y se lo debes al mundo. Nada queda por debajo de tu dignidad. Aunque te parezca una presentación de poca monta o que la audiencia no merece tu esfuerzo, da lo mejor de ti mismo. Que cada una de tus presentaciones sea un regalo.

9. ARRIÉSGATE

Algunos obstáculos dan miedo. Tienes que subir a plataformas elevadas, caminar por redes a muchos metros de altura o superar muros o escalas muy altos. Existe riesgo real de lesión. Preferirías que esos obstáculos no estuvieran ahí. Tienes que afrontar cada obstáculo con alegría. «¿Parece peligroso? ¡Fantástico! Así pondré a prueba mi valor». Es lo que toca, es lo que hay. Darle vueltas en tu cabeza no lo cambiará ni lo hará menos peligroso. Afronta cada obstáculo con una sonrisa. Si te quedas en casa no te lesionarás. Pero te perderás la vida. Como decían los estoicos: «amor fati: ama lo que acontece».

Lección para comunicadores: No puedes querer destacar y jugar sobre seguro. No puedes esperar llamar la atención haciendo lo que todos. No podrás ser excelente sin correr riesgos. Atrévete a presentar tu trabajo como una historia. Atrévete a usar la multimedia como nunca se ha visto en tu sector. Atrévete a hablar con emoción con el corazón desnudo. Comunica con el diseño, con tu voz, con tu mirada, tus manos y todo tu ser. Arranca lágrimas o aplausos, pero no dejes indiferente a tu audiencia.

10. NUNCA DEJES DE APRENDER

Lo bueno de las carreras de obstáculos es que siempre sorprenden. En cada una te encontrarás con al menos una prueba nueva, un obstáculo que no sabes muy bien cómo afrontar, algo para lo que no estabas preparado. Cada vez que me topo con obstáculos nuevos, trato de incorporarlos a mis entrenamientos para adquirir esa nueva habilidad. Si te conformas con las habilidades que ya tienes, no superarás los nuevos obstáculos. Las OCR son carreras cambiantes y tú tienes que ser un corredor adaptable.

Lección para comunicadores: Llegado un punto en el que lo haces suficientemente bien, te instalas en tu zona de confort: «¿para qué probar nada nuevo si con lo que ya sé me vale?, ¿para qué arriesgar si obtengo resultados aceptables?». Porque si presentas como siempre, fracasarás como nunca. Llegará el momento en que tus habilidades se queden obsoletas y dejes de cumplir el expediente. Te desplazarás paulatinamente hacia la mediocridad. Aprende sobre ti, sobre tu arte y sobre los demás.

11. SI TE CREES LA OSTIA, TE DARÁS LA GRAN OSTIA

No te subas a la parra. Siempre hay una carrera más dura que la última que has corrido. Siempre hay un obstáculo más difícil que el más chungo que has superado. Conserva la humildad. Aún te aguarda la OCR que te pondrá en tu sitio.

Lección para comunicadores: ¿Te crees un gran comunicador? El orador egocéntrico busca elevarse, ser superior, quedar mejor que cualquier otro, busca algo que la audiencia debe dar: admiración, adulación, alabanza. El orador que presenta desde el amor, el servicio, la escucha, la pasión y la sobreabundancia está dando. La audiencia no tiene que dar nada, sólo recibe. La presentación se transforma en un presente, en un regalo.

12. MENOS HABLAR Y MÁS HACER

La velocidad se demuestra andando. Está bien acariciar la idea de presentarse a una de estas carreras y algún día hacer algún cambio en tu entrenamiento. Pero si de verdad quieres correr una OCR tienes que empezar a entrenarte ya. De hecho, ¡ya vas con retraso! No le des más vueltas. Inscríbete en una, comunica a todos tus amigos, familiares y compañeros que la correrás y entrena para una OCR. Puedes ver vídeos y leer blogs para inspirarte, para informarte sobre los obstáculos, para aprender a superarlos. Pero la información nunca sustituirá al entrenamiento.

¡Deja de ver vídeos de Crossfit y empieza a hacer burpees!

Lección para comunicadores: Está bien leer libros, posts, ver charlas TED y lecciones en Youtube sobre cómo hablar en público. Pero por cada minuto que pases consumiendo contenidos, emplea 10 practicando. Para presentar bien hay que presentar mucho. Conozco una sola clave que, llevada a la práctica, vuelve innecesarias todas las demás. Es muy sencilla: «Grábate en vídeo».

13. COMPÁRATE CONTIGO MISMO, NO CON LOS DEMÁS

Seguro que más de una vez habrás pensado viendo vídeos de Crossfit en Youtube que esos hombres y mujeres no existen en la realidad. Pues sí existen. Los verás en las tandas elite de las OCR. No intentes compararte con ellos. Corren en otra liga. Compárate contigo mismo antes de entrenar para una OCR. ¿Cuántas dominadas hacías ANTES? ¿Cuántos burpees ANTES? ¿Podías trepar a pulso por una cuerda ANTES? ¿y subir una cuesta corriendo ANTES? Compara lo que hacías ANTES y lo que prepararte para la OCR te ha dado AHORA. Seguro que te has convertido en una versión mejor de ti mismo, física y mentalmente.

Lección para comunicadores: Cuando uno escucha y ve a ponentes magníficos, las comparaciones resultan inevitables: «yo nunca lo haré así de bien», «ha nacido con un don del que yo carezco», y demás milongas. ¡No te compares con los demás! ¡Compárate contigo antes de empezar! Si te grabas en video, conservarás registros objetivos de cómo has ido evolucionando. Pide feedback a tus audiencias. Lo que de verdad importa es cómo estás avanzando en tu proceso, no si lo haces mejor o peor que tal o cual persona.

Ahora que llega el verano es buen momento para plantearte salirte de tus rutinas habituales. ¿Por qué no prepararte para una OCR? ¡Te cambiará la vida!

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