Cuando yo era niño y pasaba los veranos en la playa, me encantaba pescar quisquillas cercadas en las pequeñas pozas que dejaba entre las rocas la marea al bajar. ¿Alguna vez has intentado atrapar con tus manos un pez?
La atención de la audiencia es como un pez escurridizo: difícil de pescar y más difícil aún de retener. Normalmente, al cabo de 10 minutos la gente habrá dejado de prestarte atención durante una presentación. Por eso es tan importante que descubras la forma de captar y mantener la atención de la audiencia más allá de los 10 primeros minutos, hasta el final de tu presentación. En esta entrada repaso algunos de los consejos que nos brinda el biólogo molecular John Medina en su más que recomendable obra divulgativa sobre el funcionamiento de nuestro cerebro: “Brain Rules”.
1) Las emociones captan nuestra atención
Los eventos que despiertan emociones (ECS o Emotionally Charged Event) tienden a recordarse mejor que los neutrales. La publicidad lo sabe desde antiguo y lo hemos visto poner en práctica en innumerables anuncios. Apelan a tres características de nuestro cerebro profundamente enraizadas: la detección de oportunidades reproductivas (es decir, estímulos sexuales), la percepción de una amenaza para la supervivencia y el ajuste de patrones (la búsqueda de semejanzas en nuestro entorno con algo que ya conocemos). Usar las tres garantiza la máxima atención.
2) El significado antes que los detalles
El cerebro recuerda los componentes emocionales de una experiencia mejor que cualquier otro aspecto. El despertar de las emociones concentra nuestra atención en la quintaesencia (gist) de una experiencia a costa de sus detalles periféricos. En definitiva, recordamos ideas generales, no detalles. Por consiguiente, empieza con las ideas clave y, de forma jerárquica, de más general a menos, vete proporcionando los detalles alrededor de esas nociones más fundamentales. Dicho gráficamente: comienza siempre con la gran foto y vete haciendo zoom hacia el detalle que deseas resaltar.
3) El cerebro necesita una pausa para el kit-kat
Posiblemente uno de los mayores errores de comunicación reside en la sobrecarga de información: demasiados datos e ideas en tan poco tiempo que no pueden procesarse debidamente. Mucha ingestión para muy poca digestión. El ponente olvida que la audiencia no sabe tanto como él y que ésta necesita tiempo para asimilar su información. Dales tiempo para que digieran tus palabras.
La regla de los 10 minutos
¿Cómo incorporar estas ideas en una presentación? John Medina recomienda la regla de los 10 minutos: dividir cada presentación en bloques discretos de 10 minutos. Cada segmento debe cubrir un único concepto fundamental: siempre esencial, siempre general, siempre lleno de gist y siempre explicable en un minuto. En cada uno de los bloques se proporciona la idea general antes de los detalles. También es muy importante mostrar dónde encaja cada concepto en el esquema general y la relación entre los conceptos clave.
Después de los 10 primeros minutos, cuando la atención está a punto de dispersarse, el ponente debe recurrir a algo que nuevamente la capture. Medina propone introducir un cambio drástico cada 10 minutos a modo de recreo para la mente, cambios que envíen un ECS relevante, lo que él llama anzuelos. El anzuelo puede ir al final de un bloque o al principio del siguiente. Un buen anzuelo debería ser relevante para el tema tratado y debería disparar una emoción: miedo, risa, felicidad, nostalgia, incredulidad, sorpresa. La narrativa se presenta aquí una vez más como una poderosa aliada: anécdotas, casos, historias, testimonios, etc.
El cerebro no presta atención a las cosas aburridas. Repesca la atención cada diez minutos con un buen anzuelo.
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La vida sin extremidades: presentaciones con emoción
DIÁLOGO ABIERTO
¿De qué manera estructurarías tus presentaciones para despertar emoción? ¿Cómo sería la estructura si proporcionas el sentido antes que los detalles? ¿Cómo podrías darle más tiempo a la audiencia para que digiera tus palabras? ¿Pondrías a prueba la regla de los 10 minutos?
Muy interesante y útil. Siempre he adorado las presentaciones breves y con buen humor, pero que además tenga definidas unas slides «anzuelo» o «gancho», donde se plantee lo esencial y deje a nuestra mente deducir y suponer el resto, y a medida que lo desarrollas haya sorpresa e interés.
Lo que estás describiendo son las pocas presentaciones excepcionales que se hacen por el mundo. ¡No pides nada tú! 😉
Magnífico consejos Gonzalo.
Todo el blog respira calidad: hasta los comentarios son valiosos y te obligan a volver y volver! 🙂
Gonzalo, como siempre te he dicho casi desde que comenzaste a escribir tu blog, fabuloso! Siempre que tengo la oportunidad de recomendar tu blog lo hago, y mira que es complicado no repetirse en temas, y tu lo consigues.
Este post es muy bueno, hace ya unos 6 años pude disfrutar de una presentación del responsable de RRHH de Ford que nos enganchaba cada 10 minutos con un breve corto de música relacionado con el tema.
Fue espectacular.
Un abrazo, Phoenix.
Muchas garcias por tus comentarios, Phoenix, y por compartir tu experiencia como asistente a una charla que seguía la regla de los 10 minutos. ¡Parece que funciona!
Siguiendo los consejos de Gonzalo, en mis últimas presentaciones he introducido historias reales de casos que veo a diario en mi trabajo. Las caras de la audiencia cambian en cuanto les cuento algo con lo que empatizan; cuando he vuelto a ver a alguno de los asistentes meses más tarde, recuerdan la historia y me recuerdan a mí. En cuanto al uso de las emociones en publicidad y en presentaciones, podéis ver un ejemplo en una de las últimas campañas de marketing viral de Greenpeace en las que han usado un video que no deja indiferente. No tenéis más que introducir las palabras «greenpeace nestle» en google.
Gracias por tus comentarios, Julio. Me alegro de que puedas aplicar con éxito los conceptos del Arte de Presentar, como el narrar historias.
El vídeo que comentas es ciertamente brillante y, como dices, no deja indiferente. Lo enlazo desde aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=QV1t-MvnCrA
Excelente post!…
El video de Apple hace referencia al libro de George Orwell 1984, cierto??
Sí, hace referencia a «1984». He incluido ese anuncio porque lo comenta John Medina en su libro y coincido con él en que hace un uso magistral de los tres elementos comentados para despertar la emoción: el sexo (la chica), la amenaza para la supervivencia (el mundo de la información parecía entonces que iba a ser controlado por IBM) y el reconocimiento de patrones (todo el mundo reconocía entonces a IBM en aquellos hombres de azul y por supuesto establecía la conexión con el libro de Orwell, «1984», cuya adaptación al cine no hacía tanto que se había estrenado).
Os recomiendo ver la charla completa de Steve Jobs. Ya en 1984 era un gran maestro de las presentaciones:
http://www.youtube.com/watch?v=lSiQA6KKyJo
Gracias por vuetros comentarios. Creo que es muy necesario dividir la presentación en secciones e introducir cambios cada cierto tiempo: historias, demos, vídeos, participación de la audiencia, humor, etc. No suelo ser muy estricto con medir si han pasado 9 minutos ó 10, pero sí que intento dar mucha variedad y SIMPLIFICAR.
Voy a poner en practica la regla de los 10 minutos… Muy bueno el artículo. Creo que todos los que nos hemos aburrido en una presentación, debemos tomar la lección para no hacer lo mismo con los que luego nos escucharan.
Absolutamente cierto, muy buen post!