Conectar con la audiencia es uno de los tres objetivos básicos de toda presentación. Para mí, conectar es crear un puente entre lo que puedes ofrecer y lo que la audiencia necesita recibir. Para conectar con ella, derriba los muros interpuestos entre tú y tu audiencia y construye con esas piedras un puente que una tu mundo con el suyo. Las siguientes nueve técnicas te ayudarán a transmitir una imagen positiva que te ayude a conectar con la audiencia.
1) Sonríe: Una sonrisa no cuesta nada y vale mucho. Según un antiguo proverbio chino: “No debería abrir una tienda quien no sepa sonreír”. Pues yo añadiría: “No debería hacer presentaciones quien no sepa sonreír”.
2) Muéstrate abierto: Te abres a la audiencia cuando te muestras disponible y cercano. Antes de empezar la presentación te mezclas y hablas con los asistentes. Desde que te subes al escenario sonríes, miras a la audiencia con rostro afable, haces gestos de apertura, siempre abiertos e inclusivos. Saludas con alegría, dando a entender que en ese momento no hay otro lugar en el mundo en el que te gustaría estar más que subido al escenario compartiendo ese rato con la audiencia.
3) Relájate: Si piensas que una presentación es un combate y la audiencia, el enemigo a batir, entonces tus presentaciones serán tensas, te dominarán los nervios y la ansiedad. Si tu objetivo es compartir tu experiencia y conocimiento con la audiencia para ayudarle a resolver una necesidad acuciante, te relajarás automáticamente. Tú no eres el protagonista, la audiencia está en el centro.
4) Desciende a su altura: Si das por hecho que la audiencia posee la misma información o el mismo conocimiento que tú y no es así, no lograrás conectar con ella. No esperes que se pongan en tu lugar, ponte tú en el suyo.
5) Elimina las barreras: No hables parapetado detrás de una mesa o un atril. Sal y ofrécete tal como eres. Si necesitas (o prefieres) estar sentado, un taburete alto puede bastar. Cuando te mueves libremente por el escenario la audiencia podrá verte y aumentarás la conexión con ella. El contacto físico elimina todas las barreras.
6) Haz algún comentario relativo a la situación: Te sitúa en el momento presente compartido con la audiencia y ayuda a que se sientan conectados contigo.
7) Usa el humor: La risa relaja la tensión y la resistencia que puedes encontrar al exponer tus ideas y mejora drásticamente la comunicación y las relaciones. El humor es una de las mejores formas de conexión, es la distancia más corta entre dos personas.
8) Vístete de forma apropiada: El tipo de atuendo con el que acudes a una presentación conlleva dos importantes mensajes no verbales: respeto por la audiencia y deseo de conformidad. La formalidad del atuendo debería adaptarse a la audiencia para la que se expone la presentación y a la ocasión. Debería formar parte de tu indagación sobre la audiencia.
9) Muévete con decisión, siempre con un propósito: Un ponente que sube al escenario con movimiento enérgico transmite entusiasmo y confianza.
Cada presentador es diferente y cada audiencia, también. Busca tus propias técnicas de conexión temprana con la audiencia, que la relajen y capten su atención desde el principio. Tu presentación debe ser una experiencia que todos disfrutéis desde el minuto cero.
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Diálogo abierto
¿Qué técnicas utilizas para conectar con la audiencia? ¿Cómo consigues lograr la máxima conexión?
Gracias por esta estupenda web «El arte de presentar» y por los interesantes comentarios.
Gonzalo: Muy bueno los tips positivos presentados, realmente son útiles para generar empatía con la audiencia en poco tiempo.
Si bien comparto que la risa es una herramienta tremenda para generar entusiasmo y convencimiento, discrepo con el tema del humor ya que si uno no entiende muy bien la cultura del auditorio, puede quedar rápidamente descolocado. Para poder usar el humor a favor de la presentación y de uno mismo, se debe conocer muy bien el código de la audiencia y del lugar para generar un diferencial.
Creo que uno debe ser ameno y divertido, a la vez que también sea respetuoso e integrador.
Muy bueno tu respuesta a Pablo: «Cuando el público percibe tu entusiasmo y entrega, a su vez se entusiasma y entrega. Así se crea una conexión genuina.»
El humor es una arma de doble filo. Debe usarse con cautela. Es muy triste ver a un orador sin gracia contar un chiste malo y no sabes si reír o llorar. Si no eres gracioso, no intentes parecerlo. Puedes recurrir a fotos humorísticas, a vídeos graciosos, o a la ironía sutil. Yo he visto a oradores que sin ser «chistosos» y con rostro serio nos hacían reír por la inteligencia de sus ironías. Hay muchas formas de humor, tantas como ponentes y, como muy bien dices, tantas como audiencias.
Muy buenos consejos.
Sencillos, aplicables, y directos al grano.
Me quedo especialmente con el siguiente párrafo (que intento aplicar a pesar del cansancio con el que uno llega a veces a dar las presentaciones/cursos):
«Saludas con alegría, dando a entender que en ese momento no hay otro lugar en el mundo en el que te gustaría estar más que subido al escenario compartiendo ese rato con la audiencia».
Saludos!
Cuando el público percibe tu entusiasmo y entrega, a su vez se entusiasma y entrega. Así se crea una conexión genuina.
Totalmente de acuerdo, Gonzalo.
No se puede esperar generar el entusiasmo que no se posee. Para provocarlo, hay que poseerlo… y transmitirlo.
Es interesante conocer a la audiencia y me parece que ella merece todo nuestro respeto, lo comento porque en atención a ella sólo el presentador hara uso de las técnicas que más le acomoden para evitar la actuación falsa y si esta no se logra quien queda mal es el presentador, aunado a que el mensaje no se logre transmitir.
Gracias por compartir su experiencia
De acuerdo, en general.
Un par de apuntes / dudas.
Lo de «subir al escenario» «descender a su nivel» ¿no da una sensación de superioridad?
En cuanto a la «relación ética» de la imagen, ¿solo relación con lo que hacemos? ¿no con lo que pensamos, creemos (que está bajo lo que hacemos, pienso yo)?
En cuanto a “subir al escenario” lo usaba en un sentido literal, no metafórico, y advertía en una entrada anterior del riesgo para nuestro ego que supone la relación simbólica de poder que supone estar arriba y el público debajo: https://www.elartedepresentar.com/2011/11/17/tu-no-eres-el-heroe-de-la-presentacion-eres-el-mentor/
“Descender a su altura” es efectivamente una metáfora y tienes toda la razón al señalar que puede interpretarse como un signo de condescendiente superioridad. Nada más lejos de mi intención. Se supone que, en la mayoría de ocasiones, si hablas a la audiencia es porque posees algún conocimiento que ella no. En esas circunstancias debes «ponerte en sus zapatos» e imaginar lo que es carecer de él. Me lo anoto para no usar más «descender a su nivel». El objetivo es superar la maldición del conocimiento: https://www.elartedepresentar.com/2009/05/14/la-maldicion-del-conocimiento-cuanto-mas-sabes-peor-te-explicas/.
Lo de la relación ética exige mayor explicación. Que esté abajo es un artificio gráfico porque he usado los centros simbólicos de intelecto (cabeza), emoción (corazón) y acción (mano) para representarlos esquemáticamente. No hay que buscarle más pies al gato. Me lo anoto para explicar esta conexión en un próximo post.
Gracias por profundizar en estas cuestiones.