¡Enhorabuena! Te has enterado de que en tu ciudad se va a organizar un ciclo de charlas TED y has decidido ofrecerte como ponente. Te enteras de que para participar en el proceso de selección necesitas enviar a los organizadores un esquema de tu presentación en un documento de texto o en vídeo. ¿Qué emocionante, verdad? ¿Serás uno de los elegidos?

Te sientas frente al ordenador con la intención de ordenar tus ideas y redactar un primer guion. Transcurridos algunos minutos, te das cuenta de que tienes un problema. Sabes qué quieres explicar pero te faltan ejemplos, imágenes que ilustren tus mensajes, citas de especialistas en el asunto que quieres tratar… Creo que me entiendes, ¿verdad? ¡Te sientes como si quisieras construir un castillo de juguete y te faltasen las piezas!

Voy a explicarte el proceso que yo mismo he seguido para encontrar, clasificar y seleccionar el contenido con el que he confeccionado el guion de la charla que pronunciaré en el próximo mes de febrero en TEDxMalagueta. Como verás, voy a seguir el método que expliqué en el artículo titulado Cómo aumentar el poder de influencia de tus argumentos usando la Matriz de la Persuasión.

Primer paso: crear un sistema de clasificación de contenido

Para recopilar información y organizarla de manera que me resultase cómodo trabajar con ella decidí usar Evernote. Este programa incluye una función muy útil que te permite navegar por la Red y archivar cualquier cosa que te interese (vídeos, fotografías, artículos, etc.) sin salir del navegador que estés usando.

Creé una nueva libreta en Evernote y fui recopilando en ella notas individuales, una para cada elemento interesante que encontraba durante mis búsquedas en Internet. Como expliqué en el artículo al que me he referido antes, basta definir cuatro tipos de contenido y asignar una etiqueta a cada uno para clasificar la información que vayas encontrando: afirmaciones (etiquetadas como #mensajes), pruebas y demostraciones (etiquetadas como #prueba), ilustraciones (etiquetadas como #ejemplos) e ideas para la participación de la audiencia (etiquetadas como #participación).

Segundo paso: documéntate en varias fuentes y recopila todo lo interesante

A lo largo de casi cinco meses fui llenando mi libreta de Evernote con todo lo que encontraba en Internet que pudiera ser útil para mi presentación. Copié líneas o párrafos enteros de los libros que consultaba. Recopilé vídeos en YouTube y creé notas con los apuntes que tomaba de cada uno de ellos. Anoté ideas que se me ocurrían tomando un café con amigos, paseando por la calle o esperando el autobús. En este paso no hace falta que seas muy selectivo. Simplemente, captura todo lo que llame tu atención.

Tercer paso: elabora un primer esquema de guion

Aquí me resultó muy útil la rejilla que explicamos en la página 80 de El superhéroe de las presentaciones. Gracias a que tenía toda la información clasificada con etiquetas, en cuestión de pocos minutos (y no es exageración) rellené la rejilla y completé el primer esquema de mi presentación: un comienzo, tres bloques principales, un par de ideas secundarias para cada uno, y un final.

Cuarto paso: refina el esquema anotando solamente palabras clave

Como debía enviar a los organizadores del acto un esquema sencillo y fácil de repasar, revisé cada una de las casillas de la rejilla para acortar lo que había escrito en ellas y dejar tan sólo las palabras estrictamente necesarias que lo hiciesen inteligible.

Este esquema fue modificado varias veces como resultado de conversaciones con los organizadores, pero eso es materia para el siguiente artículo de esta serie.

DIÁLOGO ABIERTO

¿Cuál es el proceso que sigues para crear y seleccionar el contenido de tus presentaciones?