​Recientemente publiqué una entrada en la que resumía un artículo de Daniel McGinn con las claves para crear una charla motivacional. El artículo me gustó tanto, que decidí leerme el libro completo de McGinn: Psyched Up: How the Science of Mental Preparation Can Help You Succeed. Mi decepción ha sido enorme: el libro colecciona montones de historias y anécdotas con exasperante abundancia de detalles irrelevantes y ningún resumen con ideas aplicables. Después de leerlo, cuesta trabajo extraer enseñanzas prácticas de las anécdotas dispersas y de los artículos científicos citados. Vamos, que ni educa ni entretiene. En este artículo, recojo las ideas del libro más valiosas (para mí).

CUANDO HAS AGOTADO EL TIEMPO DE PRÁCTICA, NECESITAS PONERTE LAS PILAS

Desde la publicación del famoso libro de Malcolm Gladwell, Fuera de serie: Por qué unas personas tienen éxito y otras no, vivimos obsesionados con la necesidad de practicar 10.000 horas para alcanzar la maestría en una disciplina. Eso sí, por muchas horas que practiques, llega un momento en que el tiempo de práctica se agota y no te queda más remedio que salir a escena. Da igual si te presentas ante un juez, una clase, un comité de dirección, un potencial cliente, un entrevistador para un trabajo o en un concierto. Ya no puedes seguir practicando más. Necesitas algo que te ayude a gestionar el chute de adrenalina, a aumentar tu foco, a disparar tu confianza y a optimizar tus emociones antes de arrancar.

La perfección es inútil si no sale a relucir cuando más la necesitas. Necesitas «ponerte las pilas» (psych up).

«SI ESTÁS NERVIOSO, RELÁJATE Y CÁLMATE». ¿BUENA O MALA IDEA?

El consejo más frecuente que suele darse para combatir los nervios antes de una actuación es tratar de relajarte y calmarte. Por desgracia, suele hacer más mal que bien. ¿Por qué?

La ansiedad y la excitación se encuentran muy, pero que muy próximas, mientras que la ansiedad y la calma están demasiado alejadas. Por tanto, en lugar de buscar la calma, la estrategia más inteligente es forzar la transición mental desde el nerviosismo a la excitación, más sutil y alcanzable.

Da igual lo que te digan, no te obsesiones por calmarte. Tiene un efecto contraproducente, ya que te pondrás más nervioso al comprobar que no te calmas. Al contrario, dite a ti mismo que esas palmas sudadas y ese corazón desbocado son un signo positivo. Sí, son buena señal porque significan que estás emocionado (o ilusionado, como el niño al abrir los regalos de Reyes). Tienes la fortuna de estar aquí ya hora para disfrutar de la oportunidad de demostrar cuánto valor puedes aportar, la oportunidad de hacer un gran regalo a tu audiencia.

Existe una relación curvilínea entre ansiedad o estrés y rendimiento. Las personas rendimos mejor no cuando estamos totalmente en calma ni cuando estamos totalmente estresados, sino en un punto intermedio.

Sentir un cierto nivel de nervios no solo es natural sino incluso necesario. El nivel óptimo variará entre diferentes personas y en función de la tarea por delante. Motivarse no es realmente un interruptor de dos posiciones: encendido-apagado. Motivarse para ponerse las pilas se parece más bien un mando de volumen: el nivel ideal de elevación varía dentro de un continuum, y no de una sola emoción, sino de varias. Quédate con la imagen de una mesa de mezcla de sonido.

Clave: Repítete a ti mismo: estoy tan ilusionado que no lo puedo ocultar.

RUTINAS Y RITUALES PARA ANTES DE ACTUAR

Justo antes de empezar la actuación, muchas personas encuentran útil una o varias de las siguientes posibilidades:

  • Las rutinas previas consisten en una secuencia de pensamientos y acciones sistemáticos relacionados con la tarea. En los deportes, encontramos montones de ejemplos de atletas que calientan de una determinada manera, preparan sus accesorios para la prueba siguiendo secuencias muy específicas. No existe ninguna evidencia científica que explique por qué funcionan, aunque sí está demostrado que funcionan.
  • Los rituales son rutinas que se realizan siempre de la misma manera antes de cada prueba. La diferencia con las rutinas anteriores es que no tienen por qué guardar ningún tipo de relación con la tarea a realizar. Por ejemplo, hacer ciertos pases mágicos con las manos o botar el balón un cierto número de veces antes de hacer un lanzamiento.
  • El tercer tipo de acción previa al juego es la superstición. Igualmente, cualquier rutina o ritual puede ser una superstición cuando una acción particular recibe un significado especial y mágico. Se considera superstición cuando este comportamiento implica una total falta de lógica racional. Cuando se llevan a un extremo neurótico, pueden ser síntoma de inestabilidad mental, como los desórdenes obsesivo-compulsivos. La superstición puede ser de dos tipos: las que involucran acciones y las que involucran objetos. Ambos tipos pueden ayudar a aumentar el rendimiento. Algunos ejemplos incluyen gestos mágicos con los dedos, amuletos (una camiseta, unas zapatillas con las que se ganó un torneo), lanzar magnesio o talco sobre la mesa del juez, recitar oraciones o fórmulas mágicas, etc.

Clave: Si alguna superstición o ritual te funciona, no te sientas ridículo, no trates de buscarle una explicación y úsala.

PONLE BANDA SONORA A TUS MOMENTOS CUMBRE

Motivarte para ponerte las pilas es un frágil proceso de calibrar emociones y adrenalina. Posiblemente la música sea una de las herramientas más utilizadas a lo largo de la historia y en todo el mundo para preparar a las personas antes de una prueba: deportiva, militar o de otro tipo.

En los últimos años, los investigadores han tratado de explicar qué es lo que hace que un tema musical sea motivacional. Aunque no existe un consenso, lo cierto es que la música motivacional puede conducir a un resultado objetivamente superior en una gran variedad de escenarios. Hasta cierto punto, la música puede considerarse como un cierto tipo de droga deportiva legal. Lo que ha demostrado la investigación es que, aunque existen algunos temas que parecen motivar universalmente a todo el mundo, como el famosísimo tema de Rocky, lo que funciona mejor es que cada uno configure su propia playlist de música motivacional y se la ponga antes de entrar en acción.

Clave: Descubre cuál es la música que te motiva y escúchala en los minutos anteriores a salir a escena.

EL LIBRO CONTADO POR EL PROPIO AUTOR EN 20 MINUTOS

Si entiendes bien el inglés, recientemente Daniel Pink, autor de Vender es humano, entrevista en su podcast a Daniel McGinn. Sinceramente, valen mucho más las ideas que cuenta en los 20 minutos que dura la entrevista que la lectura del libro completo.

[Actualización 25/07/2018: Acaba de aparecer en HBR un interesante artículo sobre cómo motivarse antes de hablar en público: How to Pump Yourself Up Before a Presentation (or Calm Yourself Down)]

DIÁLOGO ABIERTO

¿Cómo te preparas para antes de una actuación en la que te lo juegas todo?